El anti-ídolo. Ensayo y crítica sobre los ídolos contemporáneos.

Creado: 31/1/2012 | Modificado: 31/1/2021 3060 visitas | Ver todas Añadir comentario



 

Final y conclusiones. Notas
 

"En tiempos no muy lejanos, el éxito se fundaba sobre la entereza, la audacia y aun la exageración en la defensa de las ideas. Hoy se concede el aplauso a las cualidades opuestas, las tendencias indefinidas y acomodaticias, las formas suaves y templadas, una transformación que parece señalar un gran progreso, pero que en realidad significa un gran mal. "
Ángel Ganivet.

  "Uno de los defectos de la educación superior moderna es conceder demasiada importancia al entrenamiento para la adquisición de determinadas aptitudes y poca al perfeccionamiento sentimental y cerebral, merced a una amplia visión del mundo. "
Bertrand Russell

"Con el fin de la historia no terminan los discursos sobre el hombre, pero todo queda claro, el amor, el apoyo mutuo, los objetivos comunes, la competitividad, también la lucha por el reconocimiento, por ser el mejor, pero será ésta una lucha leal, que no infringe las reglas elementales de convivencia, que no se opone a los derechos y las libertades de las personas. Una superior ideología es la que produce un aumento de felicidad y de fortaleza interior en los miembros de la comunidad humana. La que logra convencer a las mayorías para que sigan los caminos de la virtud. "
Francis Fukuyama, “El Fin de la Historia”

"Un movimiento de masas en ascenso atrae y mantiene a los seguidores por su doctrina y sus promesas, sino por el refugio que ofrece ante las ansiedades, el vacío y la falta de significado de una existencia individual.  A los movimientos de masas se les suele acusar de dopar a sus seguidores con esperanzas de futuro mientras les engañan respecto al disfrute del presente. Ahora bien, para el frustrado, el presente está irremediablemente echado a perder. Las comodidades y los placeres no pueden llegarle. Ningún contenido o bienestar auténtico puede surgir de sus mentes, a no ser de la esperanza.
“El verdadero creyente”, Eric Hoffer

"Durante el siglo XX la sociedad occidental ha culminado su viaje al país de los sueños del vendedor, un lugar donde toda emoción tiene su correlato en el consumo. Del concepto de ciudadanía se ha ido pasando de forma casi imperceptible al de clientela y audiencia, una actitud social que conlleva un abandono del sentido crítico y de la reflexión individual. La sociedad de consumo invita a tener sin necesidad de conocer, pues aunque el conocimiento ofrece la indudable ventaja de ayudar al ser humano a discernir los fenómenos que le rodean, también plantea el inconveniente comercial de ser intrínsecamente conflictivo con la necesidad de incrementar diariamente el número de ventas. La complejidad que toda información debe contener para animar al espíritu humano en su búsqueda inteligente es un camino loable, pero demasiado lento para un sistema económico que exige ante todo una velocidad siempre mayor. El mundo del dinero fluye mucho más rápido, ágil y libre por la autopista acelerada de lo emocional, lo superficial y lo fácilmente digerible. El territorio emocional es el campo apropiado para que crezcan exuberantes todo tipo de pulsiones; y sin duda entre todas las pasiones desatadas, dentro del agitado territorio de la actualidad, el vehemente anhelo de ‘tener éxito’ es la reina de corazones en cualquier baraja."
Extracto del libro “El factor fama”, de Mercedes Odina y Gabriel Halevi.

"El hombre que no se haya enajenado por completo, que siga siendo sensible y capaz de sentir, que no haya perdido el sentido de la dignidad, que no se haya ‘vendido todavía’, que aún pueda sufrir al ver sufrir a los demás, que no haya adoptado enteramente el modo existencial del tener; en suma, el hombre que sigue siendo hombre, que no se ha convertido en cosa, no puede por menos que sentirse solo, impotente, aislado, en la sociedad de hoy; no puede evitar dudar de sí mismo y de sus convicciones, si no de su cordura; no tiene más remedio que sufrir, aun si puede vivir unos momentos de gozo y lucidez desconocidos por sus coetáneos ‘normales’. No será raro que padezca una neurosis derivada de su situación de hombre cuerdo en una sociedad loca, una neurosis distinta a la más corriente del hombre enfermo que quiere adaptarse mejor a una sociedad enferma. "
Extracto del libro, “Del tener al ser”, de Erich Fromm.

"Tan sólo si el hombre logra dominar la sociedad y subordinar el mecanismo económico a los propósitos de la felicidad humana, si llega a participar activamente en el proceso social, podrá superar aquello que hoy lo arrastra hacia la desesperación: su soledad y su sentimiento de impotencia. Actualmente el hombre no sufre tanto por la pobreza como por el hecho de haberse vuelto un engranaje dentro de una máquina inmensa, de haberse transformado en un autómata, de haber vaciado su vida y haberle hecho perder todo su sentido. La victoria sobre todas las formas de sistemas autoritarios será únicamente posible si la democracia no retrocede, asume la ofensiva y avanza para realizar su propio fin, tal como lo concibieron aquellos que lucharon por la libertad durante los últimos siglos. Triunfará sobre las fuerzas del nihilismo tan sólo si logra infundir en los hombres aquella fe que es la más fuerte de las que sea capaz el espíritu humano, la fe en la vida y en la verdad, la fe en la libertad, como realización activa y espontánea del yo individual."
Extracto del libro, “El miedo a la libertad”, de Erich Fromm.

"[..]Al mismo tiempo se ha ido produciendo una ingente información, minuciosa y prolija, que nos llega de aquí y de allá; pero esa información no es formativa, no construye, no edifica un hombre mejor, más rico interiormente, que apunta hacia el humanismo y los valores. Antes, al contrario, va gestando un individuo frío, desconcertado, abrumado por tanta noticia negativa, incapaz de hacer la síntesis de todo lo que le llega. Se entra así en una forma especial de masificación, gregarismo: todos dicen lo mismo, los tópicos y lugares comunes se repiten de boca en boca. Se alcanza así una cima desoladora y terrible: la socialización de la inmadurez, que se va a definir por tres ingredientes: desorientación (no saber a qué atenerse, carecer de criterios firmes, flotar sin brújula, ir poco a poco a la deriva), inversión de los valores (como una nueva fórmula de vida, con esquemas descomprometidos) y un gran vacío espiritual pero que no comporta ni tragedia ni apocalipsis. Así las cosas, ya casi nadie cree en el futuro. Se ha disuelto la confianza en el porvenir ante el espectáculo que tenemos delante. Ya no hay casi heroísmos ni entusiasmos en los que se arriesgue la vida. Nos vemos frente a frente con un hombre cada vez más endeble, indiferente y permisivo, que navega sin rumbo, perdido el objetivo de mira y los grandes ideales. "
Extracto del libro “El hombre light”, Enrique Rojas Marcos

"De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación."
Borges.

"La educación humanista no sólo consiste en “enseñar a aprender”, en fomentar la “espontaneidad creadora del alumno”, ni mucho menos en preparar técnicamente, sino también en transmitir contenidos fraguados en la dialéctica de los siglos y en desarrollar la memoria de un legado pasado que da sentido al presente y abre el paso al futuro."
Fernando Savater.






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