Introducción al proyecto Anti-ídolo. La cultura del enfrentamiento

Creado: 1/5/2012 | Modificado: 31/1/2021 3330 visitas | Ver todas Añadir comentario



 

La cultura del enfrentamiento. En pos de una nueva educación(1).


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El hombre no puede desarrollarse y desplegarse de forma completa, si no es a través del conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea en toda su amplitud. .
"La conquista de la voluntad", Enrique Rojas Marcos
El «conócete a ti mismo» constituye uno de los fundamentales mandamientos capaces de asegurar la fuerza y la felicidad de los hombres.
"El miedo a la libertad", Erich Fromm
Cuando un hombre desea algo de corazón, el universo entero se confabula para que lo logre.
Paulo Coelho
La cultura es para el hombre el asidero donde ir una y otra vez a refugiarse, a buscar alimento para su conducta, para saber a qué atenerse.
"La conquista de la voluntad", Enrique Rojas Marcos
Los pensamientos guían a los propósitos; los propósitos van hacia adelante con acciones; las acciones conforman hábitos; los hábitos definen el carácter; y el carácter asegura el destino
Tryon Edwards, teólogo y autor norteamericano , 1809-1894.


Marco de representación de la cultura del enfrentamiento.

La C.E trata de construir un marco o pseudoentorno, un lugar donde poder establecernos en el cual la mayor parte del tiempo nos veamos bombardeados por cientos de estímulos favorables ya sea procedentes de padres, profesores, compañeros de trabajo, amistades o medios externos; un lugar en el cual la mayoría de acciones que tomemos redunden en un beneficio claro a corto o medio plazo e incida de forma positiva en la sociedad que nos acoge.

Dentro de este marco de representación debemos procurar en la medida de lo posible generar un ambiente propicio donde cada día que transcurra tratemos de aprender cosas nuevas y estimulantes. Como ejemplos podemos citar la práctica de diversos deportes o disciplinas artísticas, el seguimiento de cursos didácticos de cualquier tipo, la lectura de libros como aquellos contenidos en mi bibliografía, reunión con personas con las que podamos abordar temas interesantes e intercambiar impresiones sobre experiencias vitales o libros leídos, visualización de películas o documentales instructivos o motivantes (incluso en su versión original), aprendizaje de otros idiomas, etc. De ese modo, estaremos generando nuevas conexiones sinápticas en nuestros cerebro, y a su vez preparando nuestro organismo para acometer tareas cada vez más complejas. Recuerde cuanto mayor sea su conocimiento sobre gastronomía mejor podrá elegir qué platos son sus predilectos, más fácil le resultará configurar su "menú del día".


La información es poder

Recuerden, vivimos en la sociedad de la información y como todos sabemos (o deberíamos) la información otorga poder, por tanto quien acumule y maneje la información más relevante obtendrá los resortes necesarios para accionar la palancas adecuadas y obtener mayores réditos de la Gran Máquina. De hecho, disponemos de un ingente caudal de información y recursos a nuestra disposición. Desafortunadamente nos sentimos abrumados e impotentes para  discriminar lo importante de lo superfluo.  Es absolutamente necesario aprender a distinguir qué información nos vuelve más fuertes, aptos y poderosos de aquella que nos reduce a meros autómatas, sin voz ni voto ni fuerza interior.

La cultura del enfrentamiento es un recurso perfecto que nos auxiliará en ese proceso de extraer el oro de entre la arena, nos permitirá seleccionar los libros más convenientes, nos aconsejará para acudir a los profesores más ilustres y preparados.  Nos facilitará la tarea de concretar ideas, de resumir conceptos, analizar causas y a enfocarnos en objetivos, que incluirán la especialización en alguna rama del saber, pero también la toma de conciencia de que somos más que individuos-tornillo, tipos de estrechas miras que sólo ocupan un diminuto rincón en la sociedad. 

Uno de los objetivos que caracterizan a esta filosofía es la de sondear la información que pulula en el ambiente, procesarla, discriminando la accesoria de la más potente, con el fin de extraer conclusiones provechosas.

 

Teoría y práctica (pensar y actuar).

Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen.
Henry Ford (1863-1947) Industrial estadounidense.

Esta filosofía se basa en una síntesis y asimilación de conocimientos avanzados relacionados con los temas descritos anteriormente, llamemos a esta parte teoría, y el enfrentamiento constante con nosotros mismos y el entorno, llamemos a esta parte práctica o aplicación de los conocimientos adquiridos. Debemos compaginar la teoría (pensar, estudiar) con las acciones (puesta en práctica). Como explicaba en anteriores secciones, pensar y luchar son tareas necesarias para el desarrollo de una vida competente de las cuales ningún ser humano puede evadirse. Todos deberíamos emanciparnos como maestros en ambas lides.

Dentro de la cultura del enfrentamiento se enseña a reflexionar sobre la base de lo aprendido y a esforzarnos en ampliar y potenciar nuestras destrezas tanto sociales, cognitivas o físicas. La cultura del enfrentamiento se basa en una parte fundamentalmente teórica (charlas, lectura, introspección) y el ejercicio regular donde debemos exponer las nuevas facultades aprendidas dentro de la enmarañada selva que constituye la sociedad y corroborar que nos resultan útiles, que nos otorgan una ventaja sobre el resto de personas. Cada texto, cada charla a la que asistamos, cada documental visualizado o cada libro leído debe aportarnos algo significativo, tangible, útil para la vida diaria.

No se trata únicamente de “culturizarse” sólo por el mero placer de atiborrarse de conocimientos, hablamos de una perspectiva pragmática del saber. Cada texto, manual, libro o charla debe traer como resultado, no únicamente la satisfacción momentánea de haber "escuchado" a grandes maestros, si no también debe propugnar un crecimiento interior y un aumento de las perspectivas del éxito a corto o largo plazo.

Uno de los principios básicos de esta cultura se basa en “aprender a pensar”. Para ello previamente debemos adquirir cierta base cultural que nos sirva de "rampa de lanzamiento". Reflexionemos un instante, ¿cómo se puede llegar a la conclusión de que 7 x 7 son 49 si nunca hemos memorizado las tablas de multiplicar? ¿Cómo planificar la estructura de un edificio sin conocimiento de arquitectura e ingeniería? ¿Cómo intentar desentrañar los secretos del universo desdeñando las ciencias físicas o la astronomía? Un pensamiento avanzado sólo se logra a base de disponer un repertorio de conocimientos de alto nivel y, en muchos casos, de última actualidad. En otro caso podemos pasarnos la vida dándole vueltas a decenas de ideas sin llegar a concretar una sola respuesta coherente. Al final, debido a nuestras carencias culturales, asumiremos resoluciones incoherentes o nos la inventaremos para "rellenar los huecos" y alejar la ansiedad concomitante que provoca el "run-run" en nuestras cabezas.


C.E. Libros y materias en que se basa.

La teoría procede fundamental pero no exclusivamente de la lectura de libros de educación, psicología, economía y ciencia en general, la mayoría de los cuales son de una complejidad no mayor que las temáticas propias de la enseñanza secundaria, por tanto su asimilación no requiere de una inteligencia privilegiada o una dotación cultural previa muy exigente, la mayoría de personas podrá absorber sus fructíferos contenidos con un pequeño arranque de voluntad.

De hecho, este tipo lectura resulta más apasionante e ilustrativa que el hecho de empollar multitud de asignaturas que se imparten dentro de los colegios pertenecientes al sistema educativo convencional. Son materias que no nos aportan la fuerza y vitalidad suficientes para desenvolvernos “ahí fuera”, sí quizás (y hoy en día debería subrayar lo de "sólo quizás") para facilitarnos el acceso a un oficio de nuestro agrado. Su utilidad va ligada a la necesidad de aprobar para pasar de curso, merecer una nota suficientemente alta para ingresar en la universidad o recibir un título acreditativo. Por estos motivos a muchos de los estudiantes la educación regulada les resulta un tostón retener en su mente textos y teorías cuya provecho fuera de las aulas resulta cuanto menos cuestionable. Dada esta disciplina de trabajo resulta complicado convencer a un alumno, que seguramente no andará sobrado de ganas de hincar los codos, para que pugne por memorizar temas que después, con seguridad, va a quedar enterrados en el baúl de los olvidos. Segundo y craso error: estudiar por obligación o por necesidad. El amor por el aprendizaje no se genera por coacción o imposición, mas bien al contrario, las imposiciones reducen el deseo de cuidar el intelecto. Más todavía, hoy en día, al menos en España, ni siquiera un título universitario te garantiza un empleo con una remuneración digna.

Los conocimientos en que se basa la cultura del enfrentamiento sí son clave para llegar hasta el fondo de nuestra naturaleza puesto que nos radiografían el funcionamiento de nuestra sociedad, y por ende nos acerca a la comprensión de la mayoría de actitudes y comportamientos humanos, extrayendo los puntos claves. Son además teorías más fácilmente asimilables y desprenden una lógica asequible al entendimiento.

La cultura del enfrentamiento obsequia al individuo con una mayor poder de decisión reduciendo en consecuencia las posibilidades de ser engañado o manipulado por las habladurías o la propaganda social.

En definitiva, el objetivo es conocerse mejor a uno mismo para sacarse el mejor partido, para adquirir las habilidades necesarias para reprogramarse para el éxito, para atraer a la fortuna, y para finalmente aspirar a un estado de prosperidad, bonanza y paz interior envidiable, y no ese pequeño pedazo del pastel que la mayoría de gente llama "felicidad".



Temáticas de los libros dentro de la C.E

Las temáticas sobre las que versan estos libros son múltiples y variadas, algunas se relatan abajo:

Inteligencia social y emocional, psicología del aprendizaje, carácter de líder, efectos de la globalización, finanzas para principiantes, libertad financiera, análisis de los fenómenos masas, influencias de los ídolos de nuestro tiempo en el individuo, historia del pensamiento científico; influencia y poder de la propaganda y los medios de comunicación, principios de nutrición, desarrollo de la autoestima, funcionamiento del cerebro, consumo sostenible, darwinismo o evolución de las especies, efectos destructivos del capitalismo en el individuo o del humanismo frívolo o “light”, cómo vivir una vida plena sin drogas, control de la agresividad, manejo del estrés, apuntes sobre creatividad y desarrollo personal, lógica del pensamiento irracional, historia comparada de las religiones, estudios sobre marketing y marcas, ensayos sobre la agresividad humana, documentos sobre las relaciones afectivas, diferencias entre hombres y mujeres, revistas sobre economía y empresa, psicología de la felicidad, el significado de la libertad, evolución del deseo, de la moda y la belleza...

Y multitud de otros temas interesantes sintetizados para más fácil comprensión.

Todos los libros, artículos y documentos que nos revelen los básicos porqués acerca de nuestra naturaleza y nos acercan a la comprensión de los procesos económicos y sociológicos nos proporcionará una ventaja sobre el resto de personas para actuar y sobresalir en cualquiera tarea que nos propongamos.

Llámenlo si quieren el auténtico manual de instrucciones de la naturaleza humana. Instrucciones para sacarse el máximo rendimiento en cualquier circunstancia.



LA C.E es un complemento a la educación de especialista

Esta teoría del conocimiento no se opone si no que complemente la educación altamente especializada (y restrictiva). El problema de la asunción y seguimiento de esta convencional propuesta educativa es que acabamos reducidos a lo que yo denomino como ciudadanos-tornillo dotados de un corazón-lenteja y una mente-guisante, es decir, individuos que se recluyen en un pequeño rincón con apenas vistas, que se ocupan de una infinitésima parte del conocimiento humano, que salvo excepciones mantienen pensamientos e ideales diminutos, que carecen de vínculos con grandes ideas y objetivos y cuyos sentimientos, por ende, adquieren la misma y reducida magnitud. Triste colofón a un más que probablemente largo periplo de farragosos esfuerzos por obtener un diploma acreditativo.


Todos podríamos ser Einstein si nos lo propusiéramos afirma un conocido aforismo, pero la cruda realidad apunta a que la propuesta educativa actual en la mayoría de casos nos reduce a meros comparsas, marionetas,  elementos secundarios dentro del gran circo del mundo. Individuos sometidos a los poderes fácticos, a merced de las circunstancias, y que no sólo no nos rebelamos sino que en el súmmum del desatino y de la ingenuidad, aclamamos a tipos que, en muchos aspectos, no son mejores que nosotros.

¿Quién enseñará a estos aprendices de la vida que esa triste instrucción deriva de una organización educativa estructurada en forma de "cadena-de-montaje" que fue originada hace un par de siglos y que apenas ha variado en su genuina concepción? Un método de enseñanza que en modo alguno se ocupa adecuadamente de las peculiares características de cada alumno, si no que martillea sus mentes para uniformarlos, para igualarlos a todos como si fueran "tornillos", como piezas prestas para encajarse en los pequeños huecos de la Gran Maquinaria, que incluso aniquilará su creatividad por el rito de la obediencia y el ritual memorístico, con la asunción de que la verdad ya está establecida, que el "camino recto" y no el divergente es el adecuado sino el único, que además desdeñará decenas de asignaturas absolutamente esenciales para desenvolverse con solvencia fuera de las aulas. ¿Dónde se encuentran las escuelas formadoras de Einsteins, de futuros héroes, amantes con mayúsculas, gente rebelde y constructiva, creativos sin límites, inconformistas, diseñadores de un nuevo mundo, soñadores concibiendo ideas cuasi imposibles? ¡La fe en hacer realidad un ideal casi imposible es la que denota la mentalidad de los grande seres humanos! ¿Dónde encontramos los maestros optimistas y con una fe infinita en la perfectibilidad humana? ¿Dónde las escuelas para engendrar Newtons o Noam Chomskys y no para gregarios y "loritos" empollones? ¡A fe que para animar al infante a fustigar a balones y pelotas sí tenemos grandes preparadores! En una palabra, ¡¿quiénes son nuestros maestros y educadores?!


El sistema educativo es una organización de segunda fila, estilo fábrica, que bombea información obsoletas, de formas obsoletas, en unas escuelas que no están conectadas al futuro de los niños.
Alvin Toffler

La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la Humanidad?
Mahatma Gandhi (1869-1948). Político y pensador indio.

Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad.
Diego Luís Córdoba (1907-1964). Abogado y político colombiano.

Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela.
Albert Einstein (1879-1955). Científico alemán nacionalizado estadounidense.

No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad.
Fernando Savater (1947-?). Filósofo español.


Maximizar resultados

Uno de nuestros objetivos es maximizar los resultados de cualquiera tarea emprendida, además con el mínimo de horas de entrenamiento y realizando el trabajo con gusto y satisfacción, como si se tratara de un juego. ¿Acaso no resulta más duro arrimar el hombro durante 6 horas en un empleo que nos aburre que enfrascarse otras 10 en otro por el que sentimos verdadera devoción? Ese es parte del objetivo de la vida desear lo que se hace, sentirse atraído por todas las tareas que nos ocupan durante el día, ya sean de ocio o laborables. Así, como a mí me pasa, la existencia se vuelve algo excepcionalmente dichosa.

Recuerden, conocer cómo funciona el mundo, saber por qué ocurren las cosas, es lo mismo que tratar de entender cómo somos, quiénes somos.

Existen excepciones, aquel que advierta una previsión de futuro más asequible mediante el camino más trillado de aplicarse en una sola disciplina no debería comprometerse diversificándose, pero eso no implica que no aproveche las treguas para asimilar otros conceptos vitales, lo cual sin duda le enriquecerá como individuo. 

Opuesta a la cultura del "constreñimiento"

Las otras culturas, la "cultura-basura" o la "recreativa" será aceptada pero únicamente como simple esparcimiento. A esta cultura de segundo nivel yo la denomino la cultura del constreñimiento (o más jocosamente, la cultura del estreñimiento). La razón por la cual la bauticé de este curioso modo se debe a que la aplicación de sus postulados con el tiempo nos constriñen a tipos insignificantes que ocupan lugares minúsculos en la maquinaria social, individuos a los que yo califico, con cariño y sin acritud, como hombres o ciudadanos-tornillo.

Por comparación:
Existe una información que es como un cóctel de vitaminas, cuesta digerirla al principio,  pero cuando se metaboliza confiere al individuo una fuerza terrible, descomunal. Se opone a la información sin vigor como aquella procedente de programas televisivos. Entretienen, te elevan un momento la moral y luego te sumen en el mismo desconcierto y fragilidad anterior.

A la C.E. podemos denominarla, por la oposición a la anterior, "Cultura del continuo crecimiento"

Ernest Holmes, autor de "Atraer la riqueza y el éxito" explicaba:
No veas la limitación, no pienses en ella y, por encima de todo, no hables jamás con nadie sobre limitación alguna. Aférrate a lo más grande que puedas imaginar y afirma que te pertenece. Percíbelo con tu visión mental y sostén que ya es un hecho, y podrás comprobar por ti mismo que la vida no tiene límites


Referencias destacadas

Nuestra lista de referencias, guías y distinguidos maestros se compondrá de un compendio de científicos y pensadores expertos en todo tipo de ramas del conocimiento, ya sean psicólogos, antropólogos, filósofos, biólogos, genetistas o economistas, también otra gente de éxito como empresarios, periodistas, médicos, deportistas o cualquier individuo con alguna cualidad fuera de lo común (dentro de las cuales se cuentan muchas personas tildadas como "corrientes"). Toda esta retahíla de seres humanos, soberanos representantes de variopintas disciplinas, eruditos procedentes de las universidades más prestigiosas o gente con carácter autodidacta que se ha hecho a sí misma, nos asistirán para guiarnos a resolver todas nuestras incertidumbres existenciales. Nos espolearán con sus alentadoras palabras y nos permitirán progresar en cualesquiera frentes que deseemos. Tendremos a los más insignes sabios todos los tiempos a nuestra disposición. Al alcance de la mano. Días tras día. ¿No querrán comparar el valor y la potencia de sus discursos con los vacías o simples argumentaciones de muchos de los ídolos que nos brinda la sociedad del despilfarro?


Recuerdo cuando hace años atrás me decía a mí mismo:
"Si no puedes costearte las lecciones de algún profesor o matricularte en alguna prestigiosa universidad porque tu economía no es muy boyante, haz que que esta energía intelectual acuda a ti de otra forma: cómprate un libro de su puño y letra, de este modo tendrás a tu disposición durante años y años
sus ideas, desmenuzadas y concienzudamente condensadas. "

Si, desafortunadamente, su presupuesto no llega para adquirir más que unos pocos ejemplares, entonces acuda a las bibliotecas o haga uso de la enciclopedia más grande del mundo: Internet. Este es un simple ejemplo. Autoeducarse no es tan difícil, más todavía cuando en la actualidad tenemos la suerte y el privilegio de poder acceder a grandes cantidades de información de forma muy económica (los ejemplos anteriores valdrían en este caso: bibliotecas o Internet).

De hecho creo sinceramente que hoy autoeducarse se antoja como una decisión imperiosa e inevitable, mas todavía cuando hoy en día nos vemos sometidos diariamente a unos medios de comunicación que parecen hechos a medida para desconcertarnos, para mortificarnos con sus noticias siempre negativas de corrupción, crisis y aspectos lamentables de la cotidianeidad o para sumirnos en una existencia superficial basada en la adquisición de artículos, maquillaje de nuestro aspecto externo Tampoco ayuda el vertido tóxico de ingratos eslóganes que nos conminan a quedarnos parados contemplando las peripecias de gente de talante vulgar, o nos invitan a deglutir todo tipo de información-basura sin siquiera procesarla. Es preciso saber filtrar la información más jugosa y provechosa de la irrelevante. La cultura del enfrentamiento se encarga de realizar esta trabajosa labor de síntesis.

Recuerde si logra usted emanciparse en la ardua tarea de autoeducarse, lo cual implica valerse por sí mismo, se volverá más independiente, autosuficiente, y por tanto más apto para acometer grandes empresas y no para disputarse un empleo subordinado siguiendo las órdenes de cualquier mandamás que, en muchos casos, no fue formado para liderar un grupo de personas.


Significado del "enfrentamiento"

La C.E permite un constante crecimiento en personalidad a partir de un enfrentamiento diario con uno mismo y del afán de desafiar a las circunstancias del "mundo ahí afuera". Desentrañando sus secretos y apoderándose de ellos obtenemos una ventaja sobre el resto de individuos. Los efectos de dicho proceso no se hará esperar: cada día nos volveremos un poco más cultivados, empáticos, con una personalidad más poderosa, cosmopolita, expansiva. Con el tiempo, vislumbraremos el futuro con unas lentes de largo alcance albergando mayores expectativas de éxito. Nos convertiremos en los auténticos artífices, los arquitectos de nuestro destino.

Una metáfora útil para representar la cultura del enfrentamiento es la de aquel niño curioso e inquieto que se pasa el tiempo bombardeando a sus padres con repetitivos "por qué" : por qué el cielo es azul, por qué las cebras tienen rayas, por qué las naranjas son de color naranja, etc. Un niño inconformista porfiando por encontrar respuestas a las cosas que desconoce, un niño que disfruta jugando al tiempo que intenta desentrañar los secretos del universo.

No abandonemos esa cualidad inherente a todos los niños: la curiosidad. Los adultos de nuestra sociedad en tantos casos han perdido el gusto por el aprendizaje y se han vuelto aburridos, rígidos mentales, sedentarios y comodones. ¡A esa extraña estrategia de "reducción al absurdo" mucha gente lo llama "madurar"! ¡Si a eso lo llaman madurar permítanme que me perpetúe en mi estado de perenne adolescencia! ¡Ay! No me extraña que tantos y tantos abandonen la idea de seguir culturizándose. En efecto, el estrés en el instituto y la universidad les deja “secos", desmotivados y agotados mentalmente. Dentro de la C.E, se aconseja a los adeptos a mantener sus estatus de estudiantes hasta el final de sus días. En efecto, la vida es un eterno aprendizaje.

Dentro de la cultura del enfrentamiento, el proceso de aprendizaje se extenderá durante toda nuestra existencia. No existe límite al cúmulo de experiencias sensoriales que podemos abordar y asimilar. Una vez tomemos el gusto a aprender cosas, descubriremos que cada nueva disciplina que abordemos contiene un encanto especial. Así nos congratularemos de haber elegido este camino de progresión perpetua, comprobando además como el resto de personas siguen encasilladas y ancladas en sus creencias de bajo nivel, adorando a ídolos sin sustancia o preocupándose de las más insulsas banalidades.

Nuestro objetivo: una personalidad y autoridad descomunales. Queremos romper moldes y porfiar por abordar proyectos más complejos. El individuo de la C.E o una repetición infinita del “Yo puedo hacerlo”.


La cultura del enfrentamiento constituye un método de educación avanzada e integral, un tratado de psicología humana que se basa en verdades y postulados milenarios, y en razonamientos e investigaciones de actualidad.


Reglas y doctrinas en la C.E.

Esta cultura no se basa en una serie de drásticas imposiciones ni severas prohibiciones de estricto cumplimiento. Tampoco viene configurada con esquema fijo de actuación, sino que es flexible y adaptativa, de hecho uno podría permitirse el lujo de saltarse unas cuantas pautas, porque al fin y al cabo se trata de desarrollar ciertas habilidades y hábitos, y no en modo alguno de la aspiración utópica de seres humanos perfectos. Cada uno  visualizará por sí mismo qué pasos debe seguir para ir quemando etapas. Si se le proponen 100 ideas constructivas, será el propio alumno el que, tras un período de análisis más o menos exhaustivo, decidirá cuáles retener como válidas. Quizás, aceptar una sola de ellas transforme su vida para siempre. Aplicando este método, cada alumno deberá autoimponerse su propia disciplina de actuación, su propia método de autoperfeccionamiento. 

El amor proviene del entusiasmo y la comprensión de un tema determinado. Conocer es amar. Nadie debería hacer las cosas por obligación u imposición externa sino por una exigencia interior: “deseo hacer esto, me gusta, me motiva y me hace sentir bien”.

El conocimiento es poder... pero hay conocimientos que otorgan más poder que otros, aunque también  exigen más de nuestra parte.


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