Técnicas de manipulación de masas
Técnicas de manipulación de masas
Texto:
http://crisistema.blogspot.com.es/2008/12/tcnicas-de-manipulacion-de-masas.html
“Para manipular eficazmente a la gente es necesario hacer creer a todos que
nadie les manipula”.
Galbraith
Manipulación: Número de corporaciones que controlan casi todos los medios de
comunicación en EE.UU. (Diarios, revistas, radio y televisión, libros,
grabaciones, películas, videos, servicios de transmisión y agencias
fotográficas) En cada país se da la misma situación, los genocidas tienen el
control de la mente a través de la información.
Galbraith escribió que es posible que “para manipular eficazmente a la gente sea
necesario hacer creer a todos que nadie les manipula” . El dominio y el control
sobre las personas y los pueblos se llevan a cabo mediante técnicas de
manipulación.
|
El dominio y el control sobre las personas y los pueblos se llevan a cabo
mediante técnicas de manipulación. Noam Chomsky lo expresa con estas palabras:
“La manipulación y la utilización sectaria de la información deforman la
opinión pública y anulan la capacidad del ciudadano para decidir libre y
responsablemente. Si la información y la propaganda resultan armas de gran
eficacia en manos de regímenes totalitarios, no dejan de serlo en los sistemas
democráticos; y quien domina la información, domina en cierta forma la cultura,
la ideología y, por tanto, controla también en gran medida a la sociedad”.
Veamos algunos sistemas:
1.-Crear problemas, después ofrecer soluciones
Este método es también denominado “problema- reacción- solución”. Se crea
primero el problema, una “situación” prevista para suscitar una cierta reacción
del público, a fin de que este sea el demandante de medidas que se desea hacer
aceptar. Por ejemplo: dejar que se desarrolle o intensifique la violencia
urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el
demandante de leyes de seguridad o policíacas que limiten la libertad, o
justifiquen acciones militares. O también: crear una crisis económica para hacer
aceptar como un mal necesario el retroceso de derechos sociales y el
desmantelamiento de los servicios públicos.
2.-La estrategia del “poco a poco” o la degradación progresiva
Para hacer aceptar una medida socialmente inaceptable, es suficiente aplicarla
progresivamente, a lo largo de un ciclo de 10 o 20 años. De esa manera,
condiciones socio-económicas radicalmente nuevas han sido impuestas:
reconversiones, desempleo masivo, precariedad, flexibilidad, relocalización,
salarios que ya no aseguran ingresos mínimos, aborto, eutanasia,…
3.-La estrategia del acontecimiento inevitable y la resignación
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es presentarlo como
“dolorosa pero necesaria”, obteniendo el acuerdo del público en el momento para
una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un
sacrificio inmediato. Deja más tiempo para que la sociedad se acostumbre a la
idea de un cambio inevitable y de aceptarlo con resignación cuando llegue el
momento. Ejemplo: el paso hacia el Euro y la pérdida de soberanía monetaria y
económica.
4.-Dirigirse a un público infantilizándolo
La mayoría de los programas de TV dirigidos al gran público utiliza un discurso,
argumentos, personajes, y un tono particularmente infantil, como si el
espectador fuera un niño de corta edad. Cuanto más se intente buscar engañar al
espectador u oyente, mas se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué?
Si se dirige a una persona como si tuviera la edad de 12 años, sin plantearle
nada que le cuestione, tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o reacción
desprovista de sentido crítico.
5.-Utilizar el aspecto emocional y no la reflexión
Adolf Hitler decía: “Por medio de hábiles mentiras, repetidas hasta la saciedad,
es posible hacer creer a la gente que el cielo es el infierno y el infierno el
cielo… Cuanto más grande sea la mentira, más la creen (…) Me valgo de la emoción
para la mayoría y reservo la razón para la minoría”.
6.-Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer de forma que el público sea incapaz de comprender el mundo en que vive y
los métodos utilizados para su control y esclavitud. Que piense: “NO se puede
hacer nada”. Se consigue con la calidad de la educación, con la programación de
los medios de comunicación. Para la mayoría, la mediocridad. La excelencia sólo
para una minoría elitista. Una mentira o una media verdad repetida por un
poderoso medio de comunicación, o una institución científica, en convierte en
una verdad de hecho; viene a constituir “una creencia”, algo intocable. La
propaganda tiende a favorecer no verdades sino “creencias”.
7.-Reemplazar la acción revolucionaria por la culpabilidad y el
individualismo (o el cinismo)
Hacer creer al individuo que él sólo es el único responsable de su desgracia, a
causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus
esfuerzos. Así, en vez de asociarse para luchar, el individuo se autodevalúa y
se culpabiliza, lo que genera un estado depresivo que le inhabilita para la
acción. Un ejemplo es la aceptación de millones de personas en paro o en la
precariedad sin ejercer la mínima protesta. Otro es el auge de un
asistencialismo de nuevo cuño que a través de las ONG canaliza los sentimientos
de culpabilidad y contribuye a eliminar la conciencia política de los problemas.
8.-Conocer a los individuos mejor de lo que se conocen a si mismos
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia
han generado una brecha creciente entre los conocimientos del público y aquellos
poseídos y utilizados por la élite dirigente. Gracias a la biología, la
neurobiología y la psicología aplicada, el sistema ha logrado un conocimiento
avanzado del ser humano. Esto significa en la mayoría de los casos que posee un
mayor control y un mayor poder sobre las personas que las personas sobre ellas
mismas. El que fuera director de la Coca Cola, David Wheldon, expresaba así su
estrategia de dominación: “Ante la dificultad de prever como será el consumidor
del futuro, la solución es crearlo nosotros mismos desde el presente con la
ayuda de buenas ideas y buena publicidad. El consumidor del futuro va a estar
donde queramos que esté” . La verdad es que no hay equipo de sociólogos o
psicólogos capaces de rivalizar con los que emplean las grandes compañías
transnacionales.
9.-Controlar la democracia
“Un mundo feliz”, de Aldoux Husley imaginaba lo que sería una dictadura
perfecta: una dictadura con apariencias de democracia, con individuos
genéticamente condicionados. Un sistema de esclavitud basado en el consumo y la
diversión, donde los individuos amaran más que a su vida su propia servidumbre,
donde ese amor llevara por nombre “libertad”. La manipulación es insostenible
sin apariencia de democracia. La democracia real es intolerable para el que
busca manipular. Reclamar hoy la democracia real, autogestión, es ilegal. Está
prohibido por ley pasar de la “participación”.
10.-Manipular el lenguaje
A la miseria no se la puede llamar hambre, porque el hambre es sólo cuestión de
comer. El hambre no es un asesinato político ni un genocidio, aunque deje sin
vida a más de 100.000 personas a diario, sino un problema de sequía, malos
gobiernos y catástrofes naturales. A la condena al trabajo forzado de los niños,
esclavitud infantil, se la llama “trabajo de los niños”. A los países que han
sido esquilmados y empobrecidos por el latrocinio de las grandes empresas y los
intereses de las grandes potencias y que tratan de salir de la miseria acatando
las recetas de los que les han robado, se les llama “en vías de desarrollo”. A
los inmigrantes que huyen del hambre se les llama “ilegales”. A las personas que
buscan trabajo se les llama “mercado de trabajo” o “capital humano”. A las
personas que ofrecen sus recursos mentales y físicos en las empresas, se las
llama “recursos humanos”. A las ayudas humillantes que dicen prestar los que
primero han robado, les llaman “cooperación”. A dar lo que nos sobra, delante de
todo el mundo, lo llamamos “solidaridad”.
Nombrar el mundo es la base de toda humanización. Repetir las etiquetas que pone
el poder para nombrarle, la de toda manipulación y degradación del ser humano.
La miseria más profunda que puede sufrir el hombre es la de su ignorancia
promovida y consentida.