Las vitaminas
Las vitaminas
Introducción.
Las vitaminas (del latín vita (vida) + el griego αμμονιακός, ammoniakós
"producto libio, amoníaco", con el sufijo latino ina "sustancia") son
compuestos heterogéneos imprescindibles para la vida, que al ingerirlos de
forma equilibrada y en dosis esenciales promueven el correcto funcionamiento
fisiológico. La mayoría de las vitaminas esenciales no pueden ser
sintetizadas (elaboradas) por el organismo, por lo que éste no puede
obtenerlas más que a través de la ingesta equilibrada de vitaminas
contenidas en los alimentos naturales. Las vitaminas son nutrientes que
junto con otros elementos nutricionales actúan como catalizadoras de todos
los procesos fisiológicos (directa e indirectamente).
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Las vitaminas son precursoras de coenzimas, (aunque no son propiamente
enzimas) grupos prostéticos de las enzimas. Esto significa, que la molécula
de la vitamina, con un pequeño cambio en su estructura, pasa a ser la
molécula activa, sea ésta coenzima o no.
Los requisitos mínimos diarios de las vitaminas no son muy altos, se
necesitan tan solo dosis de miligramos o microgramos contenidas en grandes
cantidades (proporcionalmente hablando) de alimentos naturales. Tanto la
deficiencia como el exceso de los niveles vitamínicos corporales pueden
producir enfermedades que van desde leves a graves e incluso muy graves como
la pelagra o la demencia entre otras, e incluso la muerte. Algunas pueden
servir como ayuda a las enzimas que actúan como cofactor, como es el caso de
las vitaminas hidrosolubles
La deficiencia de vitaminas se denomina avitaminosis mientras que el nivel
excesivo de vitaminas se denomina hipervitaminosis.
Está demostrado que las vitaminas del grupo B son imprescindibles para el
correcto funcionamiento del cerebro y el metabolismo corporal. Este grupo es
hidrosoluble (solubles en agua) debido a esto son eliminadas principalmente
por la orina, lo cual hace que sea necesaria la ingesta diaria y constante
de todas las vitaminas del complejo "B" (contenidas en los alimentos
naturales).
Descubriendo las vitaminas
En 1912 el bioquímico inglés F. Hoapkins descubrió que las ratas sometidas a
una dieta de productos "purificados", conteniendo todas las sustancias
consideradas hasta ese momento necesarias para la nutrición, detenían su
proceso de crecimiento, que se volvía a iniciar cuando a las ratas se le
suministraba a diario una pequeña cantidad de leche fresca.
Este y otros experimentos similares demostraron la existencia en los
alimentos de ciertas sustancias orgánicas, desconocidas hasta entonces,
indispensables para el desarrollo animal. Sustancias a las que, en 1912 el
bioquímico Casimir Funk propuso denominar vitaminas, la palabra proviene del
latín vita (vida) y de amina (amina necesaria para la vida).
En aquellos años no se conocía la estructura química de las vitaminas, pero
si se sabia que algunas aparecían asociadas a los componentes grasos de los
alimentos (vitaminas liposolubles), y otras a la parte acuosa (vitaminas
hidrosolubles).
El descubrimiento de las vitaminas ha escrito una de las páginas más
brillantes de la ciencia moderna y ha sido el resultado de la estrecha
colaboración entre las distintas disciplinas científicas.
En tan solo veinte años (de 1928 a 1948) se identificaron todas las
vitaminas, se determinó su estructura química, se produjeron de forma
sintética en el laboratorio y se estableció su papel en los procesos
nutritivos.
Gracias a este colosal esfuerzo científico, hoy conocemos bien las trece
vitaminas indispensables en la dieta y se ha podido erradicar varias
enfermedades que fueron plaga de la humanidad durante largo tiempo
Clasificación de las vitaminas
Las vitaminas se pueden clasificar según su
solubilidad: si lo son en agua hidrosolubles o si lo son en lípidos
liposolubles. En los seres humanos hay 13 vitaminas que se clasifican en dos
grupos: (9) hidrosolubles (8 del complejo B y la vitamina C) y (4)
liposolubles (A, D, E y K).
Funciones
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Vitaminas liposolubles
Las vitaminas liposolubles, A, D, E y K, se
consumen junto con alimentos que contienen grasa.
Son las que se disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y en
los tejidos grasos, debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo
no es necesario tomarlas todos los días por lo que es posible, tras un
consumo suficiente, subsistir una época sin su aporte.
Si se consumen en exceso (más de 10 veces las cantidades recomendadas)
pueden resultar tóxicas. Esto les puede ocurrir sobre todo a deportistas,
que aunque mantienen una dieta equilibrada recurren a suplementos
vitamínicos en dosis elevadas, con la idea de que así pueden aumentar su
rendimiento físico. Esto es totalmente falso, así como la creencia de que
los niños van a crecer mas si toman más vitaminas de las necesarias.
Las Vitaminas Liposolubles son:
Vitamina A (Retinol) Vitamina D (Calciferol) Vitamina E (Tocoferol) Vitamina
K (Antihemorrágica)
Estas vitaminas no contienen nitrógeno, son solubles en grasa, y por tanto,
son transportadas en la grasa de los alimentos que la contienen. Por otra
parte, son bastante estables frente al calor. Se absorben en el intestino
delgado con la grasa alimentaria y pueden almacenarse en el cuerpo en mayor
o menor grado (no se excretan en la orina). Dada a la capacidad de
almacenamiento que tienen estas vitaminas no se requiere una ingesta diaria.
Vitaminas hidrosolubles
Las vitaminas hidrosolubles son aquellas que se
disuelven en agua. Se trata de coenzimas o precursores de coenzimas,
necesarias para muchas reacciones químicas del metabolismo.
Se caracterizan porque se disuelven en agua, por lo que pueden pasarse al
agua del lavado o de la cocción de los alimentos. Muchos alimentos ricos en
este tipo de vitaminas no nos aportan al final de prepararlos la misma
cantidad que contenían inicialmente. Para recuperar parte de estas vitaminas
(algunas se destruyen con el calor), se puede aprovechar el agua de cocción
de las verduras para caldos o sopas.
En este grupo de vitaminas, se incluyen las vitaminas B1 (tiamina), B2
(riboflavina), B3 (niacina o ácido nicotínico), B5 (ácido pantoténico), B6
(piridoxina), B8 (biotina), B9 (ácido fólico), B12 (cianocobalamina) y
vitamina C (ácido ascórbico).
Estas vitaminas contienen nitrógeno en su molécula (excepto la vitamina C) y
no se almacenan en el organismo, a excepción de la vitamina B12, que lo hace
de modo importante en el hígado. El exceso de vitaminas ingeridas se excreta
en la orina, por lo cual se requiere una ingesta prácticamente diaria, ya
que al no almacenarse se depende de la dieta.
Avitaminosis
La deficiencia de vitaminas puede producir trastornos más o menos graves,
según el grado de deficiencia, llegando incluso a la muerte. Respecto a la
posibilidad de que estas deficiencias se produzcan en el mundo desarrollado
hay posturas muy enfrentadas. Por un lado están los que aseguran que es
prácticamente imposible que se produzca una avitaminosis, y por otro los que
responden que es bastante difícil llegar a las dosis de vitaminas mínimas, y
por tanto, es fácil adquirir una deficiencia, por lo menos leve.
Normalmente, los que alegan que es "poco probable" una avitaminosis son
mayoría. Este grupo mayoritario argumenta que:
-Las necesidades de vitaminas son mínimas, y no hay que preocuparse por
ellas, en comparación con otros macronutrientes.
-Se hace un abuso de suplementos vitamínicos.
-En nuestro entorno se hace una dieta lo suficientemente variada para cubrir
todas las necesidades[cita requerida].
-La calidad de los alimentos en nuestra sociedad es suficientemente alta.
Por el lado contrario se responde que:
-La cantidad necesaria de vitaminas son pequeñas, pero también lo son las
cantidades que se encuentran en los alimentos.
-No son raras las carencias de algún nutriente entre la población de países
desarrollados: hierro y otros minerales, antioxidantes (muy relacionados con
las vitaminas), etc.
-Las vitaminas se ven afectadas negativamente por los mismos factores que los
demás nutrientes, a los que suman otros como: el calor, el pH, la luz, El
oxígeno, etc.
Basta que no se sigan las recomendaciones mínimas de consumir 5 porciones de
verduras o frutas al día para que no se llegue a cubrir las necesidades
diarias básicas.
Cualquier factor que afecte negativamente a la alimentación, como puede ser,
cambios de residencia, falta de tiempo, mala educación nutricional o
problemas económicos; puede provocar alguna deficiencia de vitaminas u otros
nutrientes.
Son bien conocidos, desde hace siglos, los síntomas de avitaminosis severas.
Pero no se sabe tan bien como diagnosticar una deficiencia leve a partir de
sus posibles síntomas como podrían ser: las estrías en las uñas, sangrado de
las encías, problemas de memoria, dolores musculares, falta de ánimo,
torpeza, problemas de vista, etc.
Por estos motivos un bando recomienda consumir suplementos vitamínicos si se
sospecha que no se llega a las dosis necesarias. Por el contrario, el otro
bando lo ve innecesario, y avisan que abusar de suplementos puede ser
perjudicial.
Hipervitaminosis y toxicidad de las vitaminas
Las vitaminas aunque son esenciales, pueden ser tóxicas en grandes
cantidades. Unas son muy tóxicas y otras son inocuas incluso en cantidades
muy altas.
La toxicidad puede variar según la forma de aplicar las dosis. Como ejemplo,
la vitamina D se administra en cantidades suficientemente altas como para
cubrir las necesidades para 6 meses; sin embargo, no se podría hacer lo
mismo con vitamina B3 o B6, porque sería muy tóxica.
Otro ejemplo es el que la suplementación con vitaminas hidrosolubles a largo
plazo, se tolera mejor debido a que los excedentes se eliminan fácilmente
por la orina.
Las vitaminas más tóxicas son la D, y la A, también lo puede ser la vitamina
B3.
Otras vitaminas, sin embargo, son muy poco tóxicas o prácticamente inocuas.
La B12 no posee toxicidad incluso con dosis muy altas. A la tiamina le
ocurre parecido, sin embargo con dosis muy altas y durante mucho tiempo
puede provocar problemas de tiroides. En el caso de la vitamina E, sólo es
tóxica con suplementos específicos de vitamina E y con dosis muy elevadas.
También se conocen casos de intoxicaciones en esquimales al comer hígado de
mamíferos marinos (el cual contiene altas concentraciones de vitaminas
liposolubles)
Recomendaciones para evitar deficiencias de vitaminas
La principal fuente de
vitaminas son los vegetales crudos, por ello, hay que igualar o superar la
recomendación de consumir 5 raciones de vegetales o frutas frescas al día.
Hay que evitar los procesos que produzcan perdidas de vitaminas en exceso:
-Hay que evitar cocinar los alimentos en exceso. A mucha temperatura o
durante mucho tiempo.
-Echar los alimentos que se vayan a cocer, en el agua ya hirviendo, en vez de
llevar el agua a ebullición con ellos dentro.
-Evitar que los alimentos estén preparados (cocinados, troceados o
exprimidos), mucho tiempo antes de comerlos.
-La piel de las frutas o la cáscara de los cereales contiene muchas
vitaminas, por lo que no es conveniente quitarla.
-Elegir bien los alimentos a la hora de comprarlos, una mejor calidad redunda
en un mayor valor nutritivo.
Aunque la mayoría de los procesamientos perjudica el contenido vitamínico,
algunos procesos biológicos pueden incrementar el contenido de vitaminas en
los alimentos, como por ejemplo:
-La fermentación del pan, quesos u otros alimentos.
-La fabricación de yogur mediante bacterias.
-El curado de jamones y embutidos.
-El germinado de semillas, para ensaladas.
Los procesos industriales, normalmente suelen destruir las vitaminas. Pero
alguno puede ayudar a que se reduzcan las pérdidas:
-El vaporizado del arroz consigue que las vitaminas y minerales de la cáscara
se peguen al corazón del arroz y no se pierda tanto al quitar la cáscara.
-Hay que recordar que el arroz con cáscara tiene 5 veces más vitamina b1 (y
otras vitaminas) que el que está pelado.
-La congelación produce pérdidas en la calidad de las moléculas de algunas
vitaminas inactivando parte de ellas, es mejor consumir los alimentos 100%
frescos.
-Los procesos de esterilización UHT, muy rápidos, evitan un exceso de
perdidas vitaminicas que un proceso más lento bien puede neutralizar el
efecto de algunas enzimas destructoras de vitaminas como las que se
encuentran dispersas en el zumo de naranja.
-No consumir vitaminas en los niveles apropiados (contenidas en los alimentos
naturales) puede causar graves enfermedades.
Los requerimientos diarios y el estado nutricional
Las vitaminas son fundamentales para las diferentes especies, puesto que no
pueden sintetizarse en el organismo y eso es justamente lo que la define
como tal: la necesidad de su presencia en la dieta.
Una persona que lleva una alimentación normal o completa, nunca presenta
carencia o exceso de vitaminas.
El requerimiento diario de vitaminas que el organismo necesita ha sido
establecido cientificamente tras años de investigación.
Las cantidades necesarias son diferentes según sea el sexo y la edad de la
persona; y en el caso de las mujeres también cambia durante el embarazo y la
lactancia.
Sus valores se expresan en diferentes unidades, generalmente microgramos (µg)
o miligramos (mg.) según sea la vitamina de la que se habla, pero también se
puede encontrar indicada en unidades internacionales (UI).
Requerimiento diario de: | Hombres | Mujeres |
Vitamina A | 900 µg | 700 µg |
Vitamina D | 5 µg | |
Vitamina E | 15 mg | |
Vitamina K | 120 mg | 90 mg |
Vitamina B1 | 1.2 mg | 1.1 mg |
Vitamina B2 | 1.3 mg | 1.1 mg |
Vitamina B3 | 16 mg | 14 mg |
Vitamina B6 |
1.3 mg | |
Vitamina B12 | 2.4 µg | 2.4 µg |
Vitamina C | 90 mg | 75 mg |
La tabla muestra los requerimientos diarios de vitaminas para una persona promedio con edad entre 19 y 50 años segun el departamento de nutrición del IOM (Institute of Medicine - Instituto de Medicina) y la USDA (United States Department of Agriculture). | ||
Para ver en detalle los requerimientos diarios que corresponden a cada vitamina clickee sobre la vitamina correspondiente en la
columna izquierda de la tabla.
µg son microgramos. mg son miligramos. |
Texto:
http://es.wikipedia.org/wiki/Vitamina
http://www.zonadiet.com/nutricion/vitaminas.htm
http://www.aula21.net/Nutriweb/vitaminas.htm