100 Mitos sobre la alimentación. Parte II
100 mitos sobre la alimentación. Parte II
Texto:
http://www.alimentacion-sana.com.ar/portal
nuevo/actualizaciones/mitosalimenticios.htm
http://www.elgastronomo.com.ar/los-100-mitos-de-la-alimentacion
51.- El chocolate dietético no engorda.
Falso. Tiene más calorías. Porque aunque tiene menos azúcar es más rico en
grasas.
52.- Los hipertensos pueden reemplazar la sal de mesa por la sal de ajo.
Siempre y cuando tenga en el envase la palabra “dietética” cualquiera es
buena (apio, ajo). Se puede usar también -previa consulta con el médico- la
sal sin sodio.
53.- La cebolla contribuye a la longevidad.
Es un mito. Lo que está comprobado es que tiene propiedades para mejorar los
niveles de colesterol sanguíneo. Además es rica en selenio, un mineral que
se encuentra en pocos alimentos y es antioxidante.
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54.- El consumo de ajo crudo mejora la circulación.
El ajo tiene una sustancia que interfiere en la síntesis de colesterol, por
lo tanto el consumo diario de ajo picado contribuye a mejorar la circulación
sanguínea. El ajo comercializado en cápsulas no parece ser tan efectivo como
lo es el alimento natural.
55.- Hay que comer una fruta cada mañana.
Las frutas pueden comerse en el momento del día que se desee. De una a dos
unidas diarias, tienen efecto anticancerígeno, previenen enfermedades y
mejoran los niveles de colesterol sanguíneo.
56.- La miel engorda menos que el azúcar.
La miel tiene un poder endulzante mucho mayor, pero cada 100 gramos aporta
300 calorías, contra 400 de igual cantidad de azúcar.
57.- La dieta de los argentinos es completa.
En la Argentina todavía no se enseña educación alimentaria en la escuela
primaria. La mayoría desconoce los cinco grupos básicos de alimentos
(almidones; verduras-frutas; proteínas-carne; quesos-lácteos, y el grupo de
sustancias grasas) y eso hace que la gente se olvide cada día de ingerir
comidas de uno o varios grupos. Esta falta puede producir enfermedades por
carencia. Y esto no sólo depende de los recursos económicos porque hay gente
más desfavorecida que se alimenta mejor que otras de mayor poder
adquisitivo.
58.- La banana engorda.
Es relativo: una banana chica (de100 gramos) tiene las mismas calorías que
una manzana de 150 gramos.
59.- La papa engorda.
Es relativo. Es un vegetal rico en almidón, al igual que la batata y el
choclo. En la pirámide nutricional está dentro del grupo de almidones junto
con las pastas, el arroz, las legumbres y el pan. Una papa chica (100
gramos) aporta100 calorías, lo mismo que dos tazas de zanahorias crudas.
60.- El café quita el sueño.
Sí, porque tiene cafeína, una sustancia alcaloide que es estimulante. Una
buena solución para evitarlas noches de insomnio es el café descafeinado que
sólo aporta 3 mg de cafeína por taza contra entre 75 y150 mg por taza de un
café común.
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61.- La calabaza es dietética.
Es un mito que se desarma rápidamente al pensar que el puré de calabaza es
el primer alimento que se le da al bebé para aumentar de peso. Hay que tener
en cuenta que 300 gramos de calabaza tienen las mismas calorías que media
caja de ravioles de verdura.
62.- La coliflor y el brócoli pueden ocasionar problemas intestinales.
Sí, porque tienen un alto contenido en azufre y un alto grado de
fermentación. Lo ideal sería incorporarlos diariamente aunque sea en
pequeñas cantidades porque son potencialmente anticancerígenas.
63.- El mejor vinagre es el de manzana.
Todo depende del paladar de las personas. Aunque, en la Antigua Grecia,
Hipócrates lo recomendaba diluido en agua contra la artritis, el asma y
ciertos trastornos digestivos.
64.- Hay que comprar los aceites sin colesterol.
Ningún aceite de origen vegetal tiene colesterol.
65.- La malta produce más leche en las mujeres que amamantan.
Así lo creían nuestras abuelas, pero sin embargo no está comprobado.
66.- Es bueno hacer dieta durante el embarazo.
El embarazo no es el momento ideal para bajar de peso. Si bien dependerá de
cada caso en particular, se recomienda aumentar durante la gestación entre 9
y12 kilos.
67.- Si el bebé llora puede dársele un chupete mojado en azúcar o miel.
De ninguna manera. Nunca hay que tratar de calmar al bebé a través de la
oralidad azucarada, sino poniéndole el chupete común y corriente. La mejor
forma de generar los obesos del mañana es: “Vos llorás, yo te doy de comer”,
“te portás mal, no te doy el postre; te portás bien, te compro la golosina”.
68.- La alimentación de la madre durante la lactancia no altera la leche que
le da al bebé.
No es cierto. Hay muchas sustancias que pasan por la leche al bebé que puede
tener retorcijones porque la mamá comió repollo, repollitos, brócoli, ajo,
cebolla cruda. Los espárragos pueden producir un sabor amargo en la leche
que disguste al bebé; el café y las gaseosas pueden producirle una gran
excitación.
69.- La mujer puede tomar alcohol durante el embarazo.
No se debe tomar alcohol porque, según confirmaron numerosos trabajos
científicos de primer nivel, puede producir en el niño un defecto en la
capacidad intelectual.
70.- Después de comer hay que esperar dos horas antes de meterse al agua.
Depende de lo que se haya comido. Si se comió un sándwich o una fruta no va
a suceder nada, pero si fue un suculento asado con ensalada y postre, el
proceso digestivo se verá alterado. Puede ocasionar desde una simple
indigestión hasta un trastorno mayor con pérdida de conocimiento.
71.- Hay gente que toma agua y engorda.
Absolutamente falso. El agua tiene
cero calorías.
72.- Las quemaduras de sol se alivien aplicando rodajas de tomate o pepino.
Es un recurso casero, pero tiene una base científica. Por su alto contenido
en vitamina C y en nutrientes como sodio y potasio, contribuyen a frenar la
irritación generada por el sol.
73.- La acelga es laxante.
Es una verdura de hoja que tiene un alto contenido de celulosa sobre todo en
su tallo, por eso facilita la evacuación intestinal. Su efecto varia de una
a otra persona.
74.- El queso constipa. |
75.- El vino fino es menos perjudicial que el común.
En cuanto a graduación alcohólica son iguales, pero el vino fino es
producido respetando el proceso natural de fermentación de la uva, mientras
que el vino común tiene una mayor cantidad de productos sintéticos.
76.- El vino tinto es mejor que el blanco.
En teoría, el vino tinto tendría mayor cantidad de revesterol, una sustancia
que potencia nuestro colesterol bueno. Pero en algunos países ya se están
investigando las bondades del vino blanco.
77.- La semilla del tomate hace mal.
Cuando existen problemas intestinales como colon irritable o divertículos
(hernias chiquitas en los intestinos) es preferible no ingerir semillas (de
tomate, kiwi o frutillas) porque producen molestias. Pero para aquellos que
están constipados, la semilla del tomate aporta más fibras y facilita la
evacuación.
78.- Cuando baja la presión arterial es lo mismo comer dulce que salado.
No. En la hipotensión sólo la sal ayuda a aumentar la presión sanguínea.
79.- Hay que comer las frutas con cáscara.
En lo posible sí, para tener una mayor cantidad de fibras y para evitar la
pérdida de vitaminas. Pero para poder comerlas con cáscara es importante
dejarlas remojar cambiándoles el agua varias veces para limpiar los
insecticidas y plaguicidas.
80.- Las salchichas y las hamburguesas no tienen valor nutritivo. |
81.- Para mantener el peso, adiós al pan, las papas y las pastas.
No es cierto. Hay que incluirlos diariamente en una de las dos comidas
principales. Pertenecientes al grupo de los almidones, constituyen la
extensa base de la pirámide de la alimentación saludable. Por el contrario,
hay que tener cuidado con las sustancias grasas (aceites, margarinas,
mayonesas, cremas) que, en el polo opuesto, son la estrecha punta de la
pirámide.
82.- La vitamina B engorda.
El complejo B mejora el estado general y, en cierta medida, puede abrir el
apetito, pero ni las vitaminas ni los minerales engordan.
83.- Cuando hay problemas hepáticos es bueno comer dulces.
Se trata de una vieja teoría. Hay que saber efectivamente si el malestar se
debe al hígado o a la vesícula pero, en cualquiera de los dos casos, más que
comer dulces hay que evitar las grasas.
84.- El deportista tiene que comer muchas pastas.
Exacto. El músculo no se forma porque se coma más carne o más huevos sino a
través del ejercicio y la presencia del glucógeno, que es la forma en la
cual nuestro cuerpo almacena los hidratos de carbono. Entonces a mayor
cantidad de pan, pastas o papas va a haber mayor disponibilidad de glucógeno
y por tanto, mejores músculos.
85.- El café es más dañino que el té y el mate.
Todo depende de la concentración que tomemos. Un café pequeñito y
concentrado tendrá una cantidad de cafeína muy grande (similar al que aporta
el té o el mate muy cargados). Pero un café normal no tiene por qué ser más
dañino que el té o el mate.
86.- El azúcar cicatriza las heridas.
Si. Aplicado sobre las heridas tiene un efecto cicatrizante y
antibacteriano.
87.- El pan de salvado engorda menos que el blanco.
Todos los panes integrales (salvado, centeno, integral) tienen mayor
cantidad de fibras y sólo un poco menos de calorías que los panes blancos
(240 contra 250 calorías cada 100 gramos). La diferencia está en que la
digestión de las fibras produce un mayor gasto de calorías.
88.- La uva engorda.
Tiene el mismo valor calórico que la banana o el higo. Cien gramos de uva
(alrededor de 12 granos de uva que hay que consumir con la piel) tienen las
mismas calorías que una manzana de 150 gramos.
89.- El yogur nos hace vivir más tiempo.
Eso decía el Premio Nobel de Medicina Ilya Metchnikov, aunque algunos siguen
sin aceptarlo. Las leches fermentadas mejoran la flora intestinal y
previenen algunas enfermedades. Se sabe que ellas protegen del cáncer de
intestinos y de algunas bacterias. El yogur es el alimento primordial en la
dieta de Georgia, una ex república soviética que ostenta el récord mundial
de longevidad.
90.- Las verduras son más sanas que la carne.
No. Cada cosa tiene su lugar. Necesitamos consumir hierro en buena
proporción y la carne permite incorporarlo en mucho mayor medida que los
vegetales.
91.- Los adultos no necesitan tomar leche.
No es verdad. Tanto como los niños, los adultos necesitan una fuente diaria
de calcio, sobre todo las mujeres a partir de la menopausia por el riesgo de
la osteoporosis.
92.- El puchero es una de las comidas más completas.
Sí. Un buen puchero con caldo y todos sus componentes (zapallo, zanahoria,
verduras de hoja, coliflor, carne o pollo) es un plato excelente, siempre
que no se recaliente porque pierde sus minerales y vitaminas.
93.- La palta engorda.
La palta siempre ha tenido mala prensa. Pero 100 gramos de palta tiene 150
calorías, lo mismo que una papa o una batata chicas. Entonces, dependerá de
la cantidad de palta que se coma. Si se le agrega salsa golf o mayonesa,
obviamente va a dar un valor calórico muy alto.
94.- El alcohol fija las grasas. |
95.- Los que comen carne son más nerviosos.
No es cierto. Pero el consumo de carne provee el hierro necesario para
producir glóbulos rojos, y la falta de éstos provocan la anemia y el
consecuente desgano.
96.- Los vegetarianos tienen mejor salud que quienes consumen carne.
No necesariamente. Ser vegetariano es una situación más laboriosa porque
para mantener la salud hay que combinar muy bien todos los alimentos. Hay
que obtener las sustancias presentes en los productos de origen animal para
poder así evitar las anemias y otras enfermedades por carencia.
97.- La jalea de membrillo tiene una acción antidiarreica.
Sí, el membrillo en todas sus formas tiene una acción astringente y por
tanto, antidiarreica.
98.- No hay que tomar bebidas frías cuando se está acalorado.
Así es. Cuando el cuerpo tiene temperatura alta una bebida fría puede
producir un espasmo gástrico. Si sólo se tiene a mano bebidas heladas,
conviene tomarlas despacio y de a pequeños sorbos.
99.- La zanahoria cruda es eficaz en el tratamiento de la constipación.
Es cierto. La zanahoria, que por su alto contenido en betacaroteno protege
del cáncer, especialmente el de pulmón, es un vegetal versátil: consumido
crudo mejora la constipación, pero cocido, es eficaz en el tratamiento de la
diarrea.
100.- La carne de vaca puede reemplazarse con carne de pollo.
No exactamente. La mejor distribución de carnes en la semana es: 1 o 2 veces
pollo, dos veces pescado y tres veces carnes roja. La carne de vaca aporta
el doble de hierro que la de pollo.