100 mitos sobre la alimentación. Parte I.

Creado: 8/6/2012 | Modificado: 21/2/2013 4238 visitas | Ver todas Añadir comentario


100 mitos sobre la alimentación. Parte I

Texto:
http://www.alimentacion-sana.com.ar/portal nuevo/actualizaciones/mitosalimenticios.htm  http://www.elgastronomo.com.ar/los-100-mitos-de-la-alimentacion


No es fácil desmoronar un mito. Los mitos son persistentes porque cuentan con la fuerza de la tradición y se alimentan de la nostalgia por las voces, los olores y los sabores de la infancia. Tampoco son del todo falsos: están elaborados con partes iguales de fantasía, creencias y saberes.

Pero, aunque parezcan inofensivos, pueden ser peligrosos en materia de alimentación porque se vinculan directamente con la salud. Le cabe a la ciencia la responsabilidad de ir revisando estas creencias para ponerlas en su lugar, porque ya desde la antigua civilización china se equipara alimentación con remedios: “La salud y la enfermedad -decían- entran por la boca”.

Hoy se sabe que sin sopa hubiéramos crecido igual de sanos, que es importante en toda dieta el plato de fideos y que un vaso de jugo de pomelo puede engordar más que comer una banana. Pero también se sabe que toda dieta saludable dependerá de cada persona, de si es hombre o mujer, y del momento de la vida en que se encuentre. Aquí, se revisa un centenar de mitos a la luz de los más recientes descubrimientos de la ciencia.

100 mitos sobre la alimentación.


1.- El apio y las nueces son afrodisíacos.

No está comprobado. Numerosas culturas de la antigüedad creyeron ver la causa del deseo sexual en las propiedades de ciertas plantas, frutas secas y raíces que tenían formas similares a los genitales masculinos. De todos modos, hoy se sabe que las frutas secas contienen vitamina E -denominada vitamina de la fecundidad- que a pesar de no ser afrodisíaca actúa como estimulante del sistema reproductor: su falta puede producir esterilidad y problemas para llevar adelante la gestación, tal como se comprobó en animales de laboratorio.

2.- Un jugo de pomelo en ayunas quema las grasas.


No, pero ayuda a eliminarlas. Cualquier fruta cítrica que tenga fibras (kiwi, frutilla, limón, pomelo o naranja) ayuda a que la vesícula funcione mejor, y elimine las grasas a través del intestino.

3.- Las frituras producen acné.

No está comprobado, aunque algunos dermatólogos asocian la aparición del acné con el consumo de frituras, chocolates y fiambres, todos estos alimentos con alto contenido de grasas.

4.- El jamón crudo es más nutritivo que el cocido.

En parte sí, porque el jamón crudo es exclusivamente carne de cerdo tratada con sal. Al jamón cocido se le agregan aditivos, como harina que al hervirlo, absorben más agua aumentando el peso del producto.

5.- La manzana limpia los dientes.

La manzana no puede reemplazar la pasta dental, pero al contener poco azúcar no favorece la formación de los microorganismos que provocan las caries.

6.- El aceite es más saludable que la manteca.

Sí, porque al ser de origen vegetal los aceites no tienen colesterol. La grasa de la manteca, en cambio, es de origen animal y por tanto tiene colesterol.

7.- Las aceitunas están prohibidas en las dietas para bajar de peso.

No. Contrariamente a lo que se piensa las aceitunas pueden usarse como equivalentes. Por ejemplo: en lugar de usar en la ensalada una cucharada de postre de aceite (que equivalen a 10 g y 100 calorías) pueden comerse 18 aceitunas. Incluso para quienes quieren limitar el consumo de sal, ya hay aceitunas bajas en sodio.

8.- El helado es digestivo.

Desde tiempos remotos se sabe que los cítricos, y en especial el limón, son colesistokinéticos (es decir, que ayudan a una mejor función vesicular). Así, un helado de limón después de las comidas ayuda a que la vesícula trabaje mejor. Pero los otros helados no aportan ningún beneficio digestivo y, en algunos casos, incluso, pueden perturbarlo.



9.- Los productos light no engordan.

No necesariamente. Light o diet significa que el producto está reducido en alguno de sus componentes: grasas, azúcares o sales, lo cual no siempre indica que aporten menos calorías. De cualquier forma, por más light que sea el producto, si se consume en abundancia engorda.

10.- Comer zanahorias mejora la visión.

Si. La zanahoria, junto con las verduras de hoja, el zapallo y el durazno son ricos en vitamina A. Y hoy se sabe que la carencia de vitamina A produce menor visión en la penumbra (nictalopía).

11.- El zapallo engorda las piernas.

Ningún alimento puede actuar específicamente sobre alguna zona del cuerpo.

12.- No es bueno cenar lechón.

Tanto el lechón como otros tipos de carnes o frituras producen una digestión lenta (de 3 a 4 horas), que perturba el descanso y provoca cansancio y embotamiento por las mañanas. Lo mejor es comer frugalmente por las noches. De allí el refrán: “Desayunar como reyes, almorzar como príncipes y cenar como mendigos”.

13.- Después de un atracón, un día de ayuno.

No. Es mejor hacer por lo menos cuatro comidas, pero más livianas. El cuerpo recibirá así dosis equilibradas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas, y se encontrará en mejores condiciones metabólicas para quemar el tejido adiposo. Esta es también la mejor forma de no sentir hambre y evitar las tentaciones.

14.- La remolacha engorda porque tiene mucho azúcar.

No. El mito se basa en equipararla con la “remolacha azucarera”, que no es la comestible. Pero la remolacha común sólo tiene 10 gramos de azúcar por cada100 gramos, igual que la calabaza, la zanahoria y el zapallo.

15.- Una manzana por día aleja al médico.

Sí, porque disminuye los niveles de colesterol sanguíneo y aporta potasio, vitaminas C y E. También, aumenta las defensas del organismo.


16.- Para broncearse hay que comer zanahorias.

En parte sí, porque tiene betacarotenos (un pigmento que hay en las verduras de color amarillo, rojo o anaranjado y en los vegetales de hoja verde), que favorece el tostado más amarronado.

17.- No hay que cocinar con vino.

No es así. La cocción con vino tiene sus ventajas: permite utilizar una menor cantidad de sal porque resalta el sabor original de las comidas sin alterar su contenido calórico. Además, la graduación alcohólica desaparece con la cocción. Y muchas veces tierniza el alimento cocinado.

18.- La lechuga previene el cáncer.

Sí. Las diferentes clases de lechuga y verduras de hojas verdes contribuyen a disminuir el riesgo de cáncer, en especial el de estómago. También puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, el infarto y las cataratas por su contenido en vitaminas C, E y carotenos, especialmente alto en las hojas más externas.

19.- La espinaca da fuerza.

Si, pero no tanto como se cree. Utilizada en Occidente desde hace 500 años, su consumo se popularizó a partir de la década del 50 porque una mala trascripción de un informe científico le adjudicó diez veces más hierro del que en realidad contiene (23 mg cada 100 g) y Popeye hizo el resto.

Sin embargo, pocos saben que supera a la zanahoria en betacaroteno, y que 3/4 de taza de espinacas cocidas proveen el 100% de nuestros requerimientos de vitamina B6, 50% de la vitamina C, 25% de ácido fólico y un sorprendente 300% de vitamina K. También provee hierro y potasio, es 100% dietética, libre de grasa, y sólo aporta 23 calorías por taza.

20.- Hay que tomar por lo menos 2 litros de agua por día.

Si, es fundamental. Cuando aumenta la proporción de agua en el organismo mejora el funcionamiento de los riñones y se incrementa la capacidad de desintoxicación y de defensa.

21.- La lenteja es la carne de los pobres.

Sí, es tan nutritiva como la carne, pero sólo cuando se la combina con arroz, cebada o trigo. De esta forma, todas las legumbres (lentejas, garbanzos, porotos) son una buena fuente proteica y energética.

22.- El potasio es bueno para los hipertensos.

Así es, porque regula los niveles de líquido en el organismo y ayuda a eliminar el exceso de sodio, evitando que suba la presión arterial. El potasio está en las frutas secas, damascos, bananas y vegetales de hoja, preferentemente crudos, y en la papa cocinada con su cáscara.

23.- La papa no tiene valor nutritivo.

No es verdad. La papa es riquísima en potasio, almidón y vitamina C.

24.- Un jugo de naranjas por día evita los resfríos.

No los evita, pero aumenta las defensas por las propiedades antiinfecciosas que posee la vitamina C.

25.- Es bueno consumir yogur cuando se toma antibióticos.

Sí. Los antibióticos destruyen la flora intestinal y los lactobacilos del yogur la reconstituyen. También son buenas las leches fermentadas o las probióticas.

26.- La pimienta es mejor que la sal.

Si bien no aumenta la presión arterial, por su alta propiedad irritante no es recomendable en personas con problemas gástricos, hemorroidales o cuando se tienen divertículos en los intestinos.

27.- La sal engorda.

La sal no engorda, porque, al igual que Tabla de calorías por ejercicio y los minerales, no aporta calorías. Pero sí favorece la retención de líquidos.



28.- La fruta engorda más si se come como postre.

No. Como cualquier otro alimento, la fruta engorda sólo si se come en exceso. Por tanto, puede ingerirse en cualquier momento del día. Es más, hoy sabemos que la vitamina C que contiene la fruta permite, al ser comida como postre, una mayor absorción del hierro que provee un plato de carne.

29.- Las galletitas de agua aportan menos calorías que el pan blanco.

No, las galletitas tienen grasa, por lo tanto, a igual cantidad, el valor calórico es mucho mayor. El pan blanco tiene 280 calorías en 100 gramos, contra 420 en la misma cantidad de galletitas.

30.- La mozarella engorda más que el queso por salut.

Depende de qué mozarella y de qué por salut. El queso por salut común tiene 300 calorías cada 100 gramos, contra 250 calorías de la mozarella común. Pero el por salut dietético tiene sólo 200 calorías por cada 100 gramos.

31.- El té y el mate son digestivos.

No está demostrado. Hay, sí, tés de hierbas (tisanas) que colaboran en la digestión.

32.- La margarina engorda menos que la manteca.

No. La margarina y la manteca tienen prácticamente las mismas calorías. Cuando se trate de margarinas untables o light tienen menos calorías.

33.- Las tostadas engordan menos que el pan fresco.

No. Una rebanada de pan de 50 calorías va a seguir teniendo 50 calorías aunque se tueste. La diferencia es que va a pesar menos por la evaporación de agua. El tostado tiene además la ventaja de hacer más digestivo el almidón del pan.

34.- La compota de ciruelas es laxante.

Sí. Las ciruelas, ya sean en compota, frescas o desecadas, tienen una sustancia que contribuye a la contracción del músculo intestinal y por lo tanto alivian la constipación.

35.- El té de tilo es sedante.

Sí, al igual que la hierba llamada passiflora o valeriana, produce un efecto relajante, aplaca y disminuye la angustia.

36.- Cuando se tiene un ataque de hígado, nada mejor que un té con limón.

Sí, pero es aún mejor cuando es un té de limón (trozos de limón cortados y hervidos en agua) porque producen un mejor funcionamiento vesicular.

37.- El mate ayuda a mantenerse joven.

No está demostrado, pero se cree que éste sería un efecto secundario y a que la yerba contiene vitamina C, B1 y B2. Además aporta hierro y magnesio, y es estimulante, disminuyendo el cansancio.

38.- Tomar vitamina C de noche puede provocar insomnio.

Falso. La vitamina C es antioxidante, favorece la cicatrización de heridas y es útil en el tratamiento de infecciones respiratorias. No presenta ningún efecto secundario vinculado con el insomnio.

39.- Las gaseosas lima-limón ayudan a combatir la fiebre.

No es exacto. Los médicos acostumbran recetarlas para compensar la deshidratación en lugar de bebidas colas que, por su alto contenido en cafeínas, pueden poner más ansioso al paciente.

40.- Una copa de vino diaria disminuye el riesgo de un infarto.

Es posible, en tanto el vino tiene un pigmento (las antocianinas) que eleva el colesterol bueno. Pero hay que tener presente que el máximo de vino recomendable son dos copas diarias (28 gramos de etanol) para los hombres, y una copa al día 14 gramos) para las mujeres. Pasado ese límite, el exceso de alcohol es dañino para el hígado.

41.- La cerveza produce hinchazón pero no engorda.

No. La cerveza hincha y engorda, porque fermenta y tiene tenor alcohólico (5g cada 100 cc) e hidratos de carbono por la malta.

 


42.- La gelatina no engorda.

Depende. Si es diet prácticamente no tiene calorías, pero si es una gelatina común, saborizada, posee 60 calorías por pote.

43.- El azúcar negro engorda menos que el blanco.

No hay diferencias significativas. El azúcar negro (no refinado) tiene apenas un poco menos de calorías que el blanco (hidratos de carbono puros), pero aporta algo más de vitaminas y minerales.

44.- El consumo de sacarina produce cáncer.

No. Todos los endulzantes autorizados que se venden son seguros para el ser humano en las dosis recomendadas por el Código Alimentario Nacional. Para que las ratitas de los experimentos pudieran desarrollar el cáncer de vejiga que se le atribuye, ingirieron el equivalente a una palangana diaria de edulcorante artificial, cantidad exorbitante para el consumo humano.

45.- Después de comer sandia no se debe tomar vino.

No es cierto. Su mezcla no tiene efectos adversos.

46.- El líquido debe tomarse lejos de las comidas.

Eso depende de las personas. Si se trata de un niño inapetente es mejor no ocupar su volumen gástrico con bebidas o si se trata de una persona mayor (que cuenta con menor cantidad de jugos digestivos) no hay que darle sopa o caldo antes de la comida porque va a diluirle los jugos gástricos y dificultaría su digestión. Pero en adultos sin patologías, la ingesta simultánea de sólidos y líquidos favorece la digestión y la acción de las fibras.

47.- Las frutas y verduras ayudan a reducir el colesterol.

Todo lo que tenga fibras va a ayudar a bajar el colesterol: panes integrales, legumbres, cereales integrales, choclo, y frutas y verduras en general.

48.- Los turrones y las frutas secas engordan.

Es relativo; más que engordar aportan calorías. Pueden incluirse en la dieta en reemplazo de productos con calorías equivalentes: una cucharita de aceite menos en la ensalada se puede cambiar por cuatro nueces.

49.- La cerveza sin alcohol no engorda.

Sí engorda, aunque tiene menos calorías que la cerveza común. Además, aunque diga “sin alcohol” tiene graduación alcohólica (0,07%), y las calorías de la malta.

50.- La levadura de cerveza hace crecer el pelo.

No es cierto. Hasta ahora no se pudo demostrar que algún alimento haga crecer el pelo. Sí se comprobó, en cambio, que las personas desnutridas pierden el color y la textura de su cabello.



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