Mitos sobre salud. Artículos sobre salud.

Creado: 4/4/2012 | Modificado: 30/1/2013 3437 visitas | Ver todas Añadir comentario



Mitos sobre salud. Artículos sobre salud. Parte 3
 
Artículo 5

Texto: http://www.cibermitanios.com.ar/2008/12/mitos-sobre-la-salud.html#axzz1plnLFen0 

Muchas creencias convencionales están presentes en nuestras vidas, al punto de que se transforman en mitos urbanos ampliamente aceptados (como la creencia de que el frío produce resfriados). A estas ideas se las llama argumentum ad populum, y causan creencias masivas como las que verás refutadas a continuación y que deberías saber (o, más bien, que nunca debiste haber sabido)...

 


1. El uso del cerebro
Los Seres Humanos no usamos sólo el 10% del cerebro. El mito se debe al descubrimiento de las células gliales, que unen al resto de las neuronas y se encuentran en proporción de 1 cada 10. Si eso tuviera algún sentido, las moscas serían más inteligentes que Einstein, porque tienen 10 células gliales por cada neurona. En realidad, usamos el 100% del cerebro, pero nunca al mismo tiempo porque se nos pararían los pelos (otra vez me viene la imagen de Einstein a la cabeza).

2. Los sabores y la lengua

Contrariamente a eso que te enseñaron de que hay una parte de la lengua para lo amargo, otra para lo salado, etc., los diferentes sabores pueden ser detectados en cualquier parte de la lengua, aunque hay algunas zonas ligeramente más sensibles a determinados sabores, las cuales varían de una persona a otra. El famoso "mapa de la lengua" está basado en una desafortunada traducción de un estudio alemán poco serio, de 1901, realizada por un psicólogo de Hardvard. Tanto se arraigó esta creencia que algunos la seguimos creyendo aún sabiendo que no es así.

3. El cabello dañado
No hay cura para las puntas secas y dañadas (florecidas) del cabello. A pesar de que muchos productos aseguran poder revertir el proceso, una vez que la punta se rompe, no es capaz de volver a crecer sana (de hecho, no crece de ninguna manera, porque el pelo no tiene vida, es una secreción). Lo que hacen los shampooes y acondicionadores es suavizar las puntas con moléculas que se enganchan y rellenan los huecos de las puntas = maquillaje. Científicamente hablando, la única cura es un buen peluquero.

4. El pelo, las uñas y la muerte
El cabello y las uñas no continúan creciendo después de la muerte de un persona. Como lo dicta el sentido común, cuando se muere no crece más. Por el contrario, lo que en realidad ocurre es que la piel comienza a secarse, incrementa su volumen y empuja hacia afuera la base de de los pelos y de las uñas, creando la ilusión de que crecen. Además, afeitarse o cortarse el pelo no causa que el pelo crezca más grueso. Lo que ocurre es que el pelo que nunca ha sido cortado tiene una punta fina y suave, y después del corte la tiene gruesa y filosa.

5. El frío y el resfrío
No hay absolutamente ninguna evidencia de que los resfriados sean producidos por el frío. Paradojicamente, se cree que están relacionados con que en invierno pasamos más tiempo dentro de lugares cerrados, escapando del frío, y en consecuencia nos exponemos mucho más al contagio por proximidad a otras personas, ya que el resfrío lo produce un virus, no la temperatura. Qué loco, ¿no? Una vez contagiados, el frío puede ayudar al virus ya que a los mocos les gusta salirse para ver el clima y no cumplen bien con su función inmunológica.

6. Los monitores y la vista
No hay un explicación concluyente para la miopía: los estudios que demuestran cansancio ocular por exposición prolongada y cercana a la PC o TV no concluyen que causen miopía, ni tampoco hay evidencia de que leer con poca luz deteriore la vista. Mirar mucho tiempo a un mismo punto fijo, sin embargo, puede marcar la retina momentáneamente (como al mirar al Sol), pero no se sabe que produzca daños permanentes. En contraste, mirar Cibermitanios por cinco minutos puede ocasionar que tu cerebro aprenda cosas.

 




Artículo 6

Texto: www.cibermitanios.com.ar http://www.cibermitanios.com.ar/2008/12/mitos-sobre-la-salud.html#ixzz1plnOwE8t
Cibermitanios.com.ar  

Existen muchos mitos y malentendidos sobre la nutrición que pueden llevar a confusión. Además, algunas campañas publicitarias intentan aprovecharse de este desconocimiento

1. Es mejor tomar margarina que mantequilla, porque está hecha con aceites vegetales, que previenen la enfermedad cardiovascular y el infarto.
No es cierto.

Es una de las ideas más extendidas. Para convertir un aceite vegetal (líquido a temperatura ambiente) en una grasa para "untar", los fabricantes lo someten a un proceso de hidrogenación. Esas grasas artificialmente sólidas son las famosas grasas "trans", a las que numerosos estudios han asociado efectos incluso peores que los de las propias grasas de origen animal. Lo peor es que las "trans" se nos cuelan en multitud de alimentos preparados. ¿Cómo saber si las magdalenas que compras tienen este tipo de grasas? Si la etiqueta dice "grasas vegetales hidrogenadas"... quizá te convenga buscar otras con aceites no transformados.

 

2. "Para estar bien alimentado hay que comer mucha carne".
Para estar bien alimentado hay que comer de todo. La carne cumple una función muy importante, pero es preciso ingerir otros alimentos.

3. "El agua, durante las comidas, engorda".
El agua es un nutriente que no aporta calorías, por tanto, es imposible que engorde , aunque vamos a puntualizar: sí que es cierto que, frente a determinadas patologías, puede retenerse en el cuerpo formando edemas y elevando el peso corporal (que no la grasa); no adelgaza pero ayuda, pues puede ser útil para frenar el apetito y dilatar el estómago para que se estimule el reflejo de la saciedad. El por qué una idea tan absurda puede seguir vigente hay que buscarlo en la condenada publicidad, que nos ataca con frases como "... el agua ligera, que aligera el peso...", lo que ayuda a perpetuar el mito.

 

4. "El pan tostado adelgaza ".
El pan tostado aporta las mismas calorías que el normal. Al tostarlo, sólo se elimina el agua que contiene.

5. "La carne roja no alimenta tanto como la carne blanca".
La carne blanca es igual de nutritiva que la roja.

6. "El pescado azul y el aceite de oliva disminuyen el colesterol".
El pescado azul y el aceite de oliva contienen ácidos grasos insaturados que favorecen la eliminación del exceso de colesterol en la sangre. Pero no está tan claro que haya que cocinar todo con aceite de oliva pues si bien es verdad que las grasas poliinsaturadas (aceites de maíz, girasol, soja...) reducen tanto el colesterol "malo" (LDL) como el "bueno" (HDL, que ayuda a expulsar el malo del organismo) y que, en cambio, las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva o cacahuete) reducen sólo el colesterol "malo", manteniendo las tasas del "bueno" esto no quiere decir que haya que desterrar el aceite de girasol de la dieta puesto que las grasas poliinsaturadas intervienen en múltiples funciones orgánicas, desde el crecimiento y el desarrollo a la producción de sustancias que regula la presión sanguínea.
¿Conclusión? Cocinarlo todo con nuestro maravilloso aceite de oliva... y echar un poquito de aceite de girasol u otro aceite poliinsaturado en la ensalada.

7. "Lo parte blanca de las verduras es la que más alimenta".
La parte verde de las hojas de las verduras es la que contiene mayor cantidad de vitaminas. Por ello, se deben consumir las hojas externas y las internas de las verduras.

8. "Si quieres adelgazar, sáltate alguna comida."
Es justo al revés.
Se ha comprobado que las personas que dejan pasar mucho tiempo entre dos comidas tienen metabolismos más bajos y queman menos calorías que las personas que comen dada pocas horas. Además, los que se saltan comidas tienden a comer más por la noche, justo cuando el metabolismo está más bajo. La mejor forma de controlar el peso y estar en plena forma durante todo el día es hacer unas cinco comidas ligeras, incluyendo en todas ellas verduras o frutas frescas.

10. "Los huevos son malos para la salud".
Los huevos son muy nutritivos, pero contienen una cantidad alta de colesterol, por lo que no hay que abusar de ellos.

11. "Para estar bien nutridos hay que tomar complejos vitamínicos".
Los alimentos de una dieta equilibrada aportan las vitaminas que necesita el organismo. No se deben tomar complejos vitamínicos sin prescripción médica.

12. "El milagro de las píldoras que disuelven la grasa".
Las vitaminas no se venden directamente como tales para adelgazar, pero lo cierto es que una gran cantidad de las píldoras que disuelven grasa son simples complejos vitamínicos. Con éstas sucede algo parecido al caso del agua, pues hay quien afirma que engordan al aumentar el apetito, lo cual es totalmente falso; en todo caso y siempre que exista un estado carencial de las mismas, su ingesta repondría los déficits pero nunca originarían un incremento del apetito.

13. "La carnitina es una molécula que come grasa".
Es una de las llamadas semivitaminas cumple una función de transporte energético en las mitocondrias celulares. La alimentación la aporta normalmente y el organismo la produce en cantidad suficiente; el consumirla de forma extraordinaria no es peligroso, pero tampoco ayuda a adelgazar.

14. "La sacarina y los edulcorantes ayuda a adelgazar".
Esto no es cierto, en todo caso reducen el número de calorías consumidas. La sacarina y el ciclamato son productos de síntesis que no aportan calorías y que poseen un alto poder edulcorante. Existen otras sustancias denominadas polialcoholes que son derivados alcohólicos del azúcar y que tras ingresar en el organismo son escindidos en un radical alcohólico y en una molécula de glucosa, teniendo esta última un valor de 4 kilocalorías por gramo; esto hace que los chicles y los caramelos "sin azúcar" no sean más que un truco publicitario, pues aunque en realidad no llevan azúcar (sacarosa) y no afectará a la dentadura ni inducirá la caries, al metabolizarse posteriormente en glucosa sí que afectará al peso.

15. "Ya sabemos que el pescado azul es bueno para la salud, lo malo es que engorda".
Es al revés.
Según un estudio publicado en el Diario de la Nutrición Médica Norteamericana, comer atún, salmón, sardinas... no sólo es excelente para la salud sino que ayuda a perder peso. En dicha investigación, el grupo que tomó diariamente pescado azul (rico en ácidos grasos Omega-3) no sólo rebajo más sus niveles de colesterol y su riesgo de diabetes que los otros dos grupos (que siguieron una dieta para perder peso o tomaron pescado azul sólo una vez a la semana), sino que perdieron una media de 3 kg. más.

16. "Al final, las comidas más ricas resultan que son insanas, como el marisco o el jamón ibérico.... "
No es cierto.
Por ejemplo, las gambas, la langosta o las cigalas tienen colesterol.... y a la vez son parte de una dieta sana. Se ha comprobado que éstos mariscos aumentan únicamente el colesterol "bueno" (HDL) y, además reducen los niveles de triglicéridos en sangre.
En cuanto al cerdo ibérico es junto con la caza, fuente de las mejores proteínas: los animales criados al aire libre y que se alimentan de bellotas, hojas, frutos silvestres... desarrollan grasas muy cercanas a las grasas vegetales, catalogadas de "cardiosaludables".

17. "Se habla mucho de los pesticidas, pero son peores los conservantes ..."
Nada de eso.
En las cantidades recomendadas los conservantes hacen que los alimentos duren más tiempo y evitan que desarrollen mohos perjudiciales para la salud. Los pesticidas están presentes en toda la cadena alimentaria desde las verduras hasta la leche y la carne. El mejor consejo es lavar bien las verduras y las frutas antes de tomarlas y, si es posible, pelarlas. Las frutas menos contaminadas son los plátanos y los cítricos (los pesticidas concentrados en la piel se eliminan al pelar la fruta).

18. ¿Mejoran las zanahorias la visión nocturna?
Las zanahorias sólo mejoran la visión si se tienen dificultades de acomodación a la oscuridad a causa de un déficit de vitamina A. La ceguera nocturna es uno de los síntomas causados por el déficit de vitamina A, de la cual las zanahorias son una buena fuente dietética. Sin embargo, las personas que gozan de buena salud y siguen una dieta equilibrada no obtienen ningún beneficio aumentando la ingesta de vitamina A más allá de las recomendaciones normales.

19 ."Los alimentos que llevan grasas vegetales son más sanos".
En general es cierto, porque tienen ácidos grasos insaturados; pero existen algunos aceites vegetales (palma y coco), que se utilizan en la elaboración industrial de alimentos, cuyas grasas son saturadas. Por ello, pueden resultar perjudiciales si se consumen en grandes cantidades.

20. "Algunos alimentos adelgazan o no engordan" este es uno de los más extendidos.
Antiguamente se oía el refrán "La calabaza ni engorda ni embaraza, sólo aumenta la tripaza", aunque en la actualidad se oyen más cosas como "La sandía no engorda", siendo ambas cosas falsas, pues la calabaza aporta 30 kilocalorías por 100 gramos y la sandía 22. Otra cosa es que un alimento tenga un contenido calórico menor que otros con los que se compara.

El pomelo es el clásico ejemplo de alimento famoso por su poder adelgazante. Al zumo de pomelo al igual que al del limón se les ha supuesto un efecto destructor de la grasa al ser ácido, pero lo que llevan es ácido cítrico y no ácido sulfúrico o clorhídrico que sí destruirían la grasa (junto con el resto de los tejidos, por supuesto). Se llegó a crear la llamada "dieta del pomelo", que resultó ser un truco publicitario para relanzar las ventas de los excedentes de la cosecha de pomelos (hay que decir que los cosecheros tuvieron un éxito total en sus aspiraciones).

21. "La lecitina aumenta el apetito de los niños" .
Se supone que la lecitina tiene el poder de romper la grasa en pequeñas gotitas, facilitando así la eliminación del exceso, aunque curiosamente también se vende para los niños aduciendo que aumenta el apetito y proporciona energía. La lecitina es una combinación de grasas del tipo de los fosfoglicéridos que forma parte de las estructuras celulares del organismo, ayuda a absorber las grasas de los alimentos y facilita su transporte en la sangre; normalmente se toma de forma abundante en nuestra dieta (huevos, leche, hígado, aceites vegetales...) no siendo necesario un ingreso especial de la misma, ya que entonces sólo servirá como una fuente extra de calorías.

22. "El fumar no tiene relación con el peso".
Hay personas que se resisten a dejar de fumar porque temen ganar peso con el intento. Al dejar de fumar puede producirse un aumento de peso que suele oscilar entre tres y diez kilos. El tabaco, en concreto la nicotina, tiene poder anorexígeno (disminuye la sensación de hambre) y estimula la secreción de adrenalina. Estos dos mecanismos ayudan a regular el peso, a través de una reducción de la ingesta. Al dejar de fumar, además, se produce un estado de ansiedad, producido por la privación de la nicotina y por el cambio de hábito, que muchas personas intentan aliviar comiendo más, sobre todo alimentos ricos en hidratos de carbono. Investigadores del Departamento de Medicina del Karolinska Institute de Suecia han demostrado que el tratamiento antitabaco basado en nicotina permite mantener el peso bajo control. Los científicos administraron la nicotina en dosis similares a las encontradas en los cigarrillos (infusiones de 0,5 mg/kg/min) a un grupo de personas sanas y comprobaron que la nicotina sistémica estimulaba la liberación de adrenalina, probablemente de las glándulas adrenales, y la activación de los receptores de la nicotina en el tejido adiposo.
Según el doctor Kurt Anderson, uno de los autores del trabajo, "este efecto de la nicotina podría explicar por qué los fumadores ganan peso cuando dejan el hábito del tabaco y puede suponer un nuevo acercamiento al desarrollo de fármacos contra la obesidad".

23. "Las Bebidas "light" adelgazan".
Las bebidas bajas en calorías estimulan el apetito, según un estudio en el que se analizó el efecto que tienen sobre la ingesta este tipo de bebidas artificialmente azucaradas para apagar la sed. El resultado fue que los individuos que tomaron estas bebidas comían más que los que tomaban simplemente agua o bebidas azucaradas de forma natural. Sumando la energía contenida en las bebidas y la de las comidas ingeridas después, resultó que las bebidas azucaradas artificialmente no suponían ningún beneficio comparadas con las bebidas altas en calorías, y ambas eran peores que el agua. Los autores del estudio, que se realizó en el Biopsychology Group de la Leeds University, en el Reino Unido, creen que estos resultados podrían servir para entender la relación entre la actividad física y las bebidas en el control del apetito.

24. "El té como adelgazante ".
Este es un fenómeno que resurge cada cierto tiempo de sus propias cenizas. Surge y se promociona como adelgazante hasta que es prohibido o retirado del mercado. El té aporta teína, sustancia similar a la cafeína del café o a la teobromina del cacao; este tipo de sustancias actúan en la lipólisis o destrucción de la grasa...... efecto que se ha comprobado "in vitro" pero nunca demostrado "in vivo".

25. "Existen tratamientos mágicos para adelgazar"
Los obesos al imaginarse una vida llena de privaciones hasta el fin de sus días, no dudan en acercarse a todo tipo de soluciones, la mayoría de las veces sin cuestionarse la seriedad o validez de los métodos. Aquí hay que distinguir entre la magia clásica y la moderna:

La magia clásica nos ofrece una serie de amuletos, plantillas, pulseras, pendientes y parafernalia similar, que todavía pueden verse ofertados por dudosos anuncios de revistas populares; hoy en día están muy desprestigiados, por lo que se han dirigido hacia problemas más subjetivos como el dolor o el vigor sexual.

La magia moderna nos presenta máquinas especiales, prendas de vestir, geles maravillosos o píldoras milagrosas que prometen todo lo que no se debe prometer. Especialmente peligrosas son las "pastillas de fórmula" (explosivos cócteles de diuréticos, laxantes, anfetaminas, hormonas tiroideas, tranquilizantes y otras muy variadas y, en general, inútiles sustancias).

26. "La ayuda celestial"
Curiosamente no existe ningún ángel, arcángel, santo, santa o virgen que se dedique desde las alturas celestiales a prestar su apoyo a la curación de la obesidad; no existen rogativas, santuarios, procesiones o romerías para este problema. Esto es debido principalmente a que la obesidad se sigue viendo como un castigo por la gula o la vida desordenada, y por la sensación de culpabilidad originada por la falta de fuerza de voluntad.
 




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