Psicología. Sesgos y prejuicios cognitivos
Psicología. Sesgos y prejuicios cognitivos. Parte 2.
Texto:
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Sesgos_cognitivos
- Sesgo de confirmación:
Es la tendencia de las personas a favorecer la
información que confirme sus propios presupuestos o hipótesis, sin importar
si la información es verdadera.
Ocurre cuando uno focaliza su atención en aquella información que corrobora su expectativa, y la desvía de aquellos datos que la refutan. La ideología es un sesgo de atención hiperbólico. Supone la esclerosis del pensamiento en tanto que uno absorbe sólo aquello que revalida lo que piensa. De ahí que acudamos rutinariamente a los abrevaderos ideológicos que avalan nuestra cosmovisión. El prejuicio también utiliza la mecánica de este sesgo para ratificar todo aquello que ya anticipaba. El prejuicio se pasa el día verificando sus propias hipótesis hasta convertirlas en evidencias.
El bautizado por mí Efecto Richelieu, ver en los demás lo reprobable que previamente le hemos asignado, se vale del andamiaje de este gracioso sesgo. Se dedica a recabar selectivamente aquello que encaja con su insidioso diagnóstico. La nociva endogamia maneja una arquitectura similar. Todos finalmente compartimos nuestra vida cotidiana con gente semejante a nosotros que confirma que nuestra tabla de intereses es la correcta. Este sesgo es una manera incruenta de asesinar el pensamiento crítico. Cuidado con él. Sólo la duda nos puede mantener inmunes a su presencia invasora.
Texto: http://www.negociaccion.net/mercado-de-ideas/vemos-que-lo-queremos-ver
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- Sesgo de congruencia o de compatibilidad:
La tendencia a comprobar
las hipótesis exclusivamente por medio de pruebas directas, en contraste con
las pruebas de posibles hipótesis alternativas.
- Sesgo de distinción:
Es la tendencia a ver dos opciones como más
diferentes cuando se las evalúa simultáneamente que cuando son evaluadas de
forma separada.
- Sesgo de impacto:
Es la tendencia a sobrevalorar la duración e
intensidad de los futuros estados emocionales, basándose en experiencias
previas.
A los dos minutos de la charla, el psicólogo Dan Gilbert plantea la siguiente pregunta; ¿Qué crees que te haría más feliz; ganar la lotería o convertirte en parapléjico? (Déjame pensar…) Está claro que la pregunta no podía tener una respuesta evidente, si no a qué formularla. Efectivamente los datos revelan que no existen diferencias significativas en las medidas de felicidad entre las personas que han ganado la lotería y las que han perdido la movilidad de sus piernas, un año después de pasar por estos acontecimientos tan diametralmente opuestos.
Los datos están ahí, pero es muy difícil no resistirse a creerlo. Gilbert dice que las personas tenemos un “sesgo de impacto” que nos hace creer que sucesos muy buenos o muy malos tendrán mayor trascendencia en nuestra vida de lo que luego resultan tener. Yo recuerdo cuando en la universidad estaba en época de exámenes, y llevaba dos, tres meses estudiando todos los días nosecuántas horas, acostándome a las tantas para luego levantarme temprano y seguir estudiando, sin salir –mucho- los fines de semana, y pensaba “Qué maravilla cuando acabe esto, no me lo voy a creer” Pero cuando por fin acababa, el éxtasis que había anticipado no aparecía por ningún lado, por más que me esforzara en convocarlo. Y me quedaba con una sensación de… estafa, como diciendo “¿y dónde está toda esa felicidad que me corresponde? ¡Venga, tengo que estar pletórica; soy libre!…”. Ni siquiera cuando acabé la carrera me sentí tan extasiada como anticipaba.
El lado positivo es que también los acontecimientos negativos tienen menos impacto de lo que anticipamos, gracias a un “sistema inmunológico psicológico” que, según Gilbert, nos ayuda a cambiar nuestra perspectiva del mundo para poder sentirnos mejor en él, y así nos creamos una felicidad a medida, una “felicidad sintética”. Es lo que nos sucede cuando razonamos que quizás fue para mejor que se acabara nuestra relación con aquella pareja con quien creíamos que íbamos a compartir el resto de nuestra vida, quizás tener hijos, envejecer juntos… Vale que lo pasamos fatal al principio, pero en realidad no nos convenía, y seguramente nunca hubiéramos podido ser felices a su lado.
Texto: http://cotidianas-laura.blogspot.com.es/2009/12/felicidad-sintetica.html
- Sesgo de información:
Es la tendencia a buscar información, incluso
cuando ésta no puede afectar a la decisión a tomar. Puede crear la falsa
impresión de que, por tener más información, el razonamiento o la conclusión
serán más veraces.
Errores durante la captura de los datos que modifican la magnitud de las
causas investigadas y los efectos identificados. Suponga que quiere conocer
si un determinado medicamento disminuye una consecuencia grave (un evento
cardiovascular). Ambos grupos de participantes (los que toman ese u otro
medicamento) son comparables entre sí (tienen la misma edad, estado de
salud, servicios de salud, nivel socioeconómico, etc) y uno es diagnosticado
por un médico cardiólogo con 10 años de experiencia clínica y que cuenta con
un ecocardiograma mientras que el otro grupo es diagnosticado por un médico
pasante con un electro cardiograma. Sin generalizar, es más probable que en
el grupo del cardiólogo se diagnostiquen los eventos vasculares que, en el
otro grupo. Bajo el supuesto que el medicamento funciona igual de bien en
los dos grupos, se puede concluir que el medicamento no es tan bueno para
evitar la complicación cuando lo que ocurre es una variación del método para
medir el evento. En este caso el primer grupo estuvo ante algo más preciso
para medir y eso ocurrió sistemáticamente durante toda la investigación. Así
pues, la conclusión estaría sesgada hacia abajo pues no le da su justo valor
al nuevo fármaco.
- Sesgo del experimentador:
Cuando los experimentadores tienden a
creer, certificar y publicar datos que concuerdan con sus expectativas con
respecto al resultado de un experimento y desechar, desacreditar o
infravalorar las ponderaciones correspondientes a los datos que parezcan
estar en conflicto con sus expectativas.
- Sesgo de punto ciego:
Es la tendencia a no darse cuenta de los
propios prejuicios cognitivos o a verse a sí mismo como menos sesgado que
los demás.
Casi todos los seres humanos tenemos la tendencia de desconocer o no percibir nuestros propios sesgos o errores mentales; esto se denomina “Prejuicio del Punto Ciego” o “Sesgo del Punto Ciego”. En un estudio conducido por Emily Pronin, de la Universidad de Princeton, se les describió a varios participantes una serie de sesgos cognitivos, como por ejemplo, el Efecto Halo o el de “Autoservicio”. Luego, se les pidió que, sabiendo sobre su existencia, decidieran cuán influenciados por ellos se veían a sí mismos. En todos los casos, el sujeto se veía, al menos, como menos influenciado que una persona promedio. Esto significa que, aunque ahora vas a poder decir más fácilmente cuando tu mente te está jugando una mala pasada, tu primer impulso siempre va a ser el erróneo y, muchas veces, no vas a darte cuenta siquiera de eso.
- Sesgo retrospectivo o prejuicio de la elección comprensiva:
Es la
tendencia a recordar las decisiones propias como mejores de lo que realmente
fueron.
- Prejuicio de desconfirmación o sesgo de disconformidad:
Es la
tendencia a realizar un crítico escrutinio de la información cuando
contradice sus principales creencias y aceptar sin criterio aquella
información que es congruente con sus principales creencias.
- Percepción selectiva:
Tendencia en la cual las ansias, esperanzas o
ilusiones afectan a la percepción.
Se presenta cuando un sujeto procesa sólo la información que le interesa, la que está de acuerdo con sus creencias, la que confirma su visión del mundo y de las cosas. Suelen ser personas con ideas preconcebidas, tienden a no escuchar lo que no les interesa. Lo aplicamos todos los días con los medios de comunicación de instrumento, obviamos o no hacemos caso de las noticias que no nos gustan, y exacerbamos las que deseamos. No hace falta que sea a drede, el subconsciente se puede manchar las manos por nosotros.
Texto: http://blog.rosanegra.org/2007/01/18/percepcion-selectiva/
Esta teoría se da cuando las personas al ver un objeto, imagen o situación captan solo lo que les interesa, es decir lo que va acorde a sus intereses y a lo que su subconsciente le dicta. Generalmente son personas con ideas ya elaboradas y tienden a no escuchar lo que no les interesa.
En lo que se refiere al papel de los medios de comunicación, se caracteriza principalmente por lo llamado manipulación informativa. Las informaciones se seleccionan según lo que convenga que piense la población. Esto sí y esto no, dependiendo de quién. El mayor objetivo de esta selección es que nadie reciba información suficiente. Se escoge qué aparece como elemento de discusión y qué no. Nos hacen pensar que estamos solos porque ningún informador, comentarista o editorialista llama la atención sobre eso que debería decirse pero no hay que decir.
por ejemplo un jefe puede preocuparse primordialmente por el resultado final que demuestre un trabajador, puede ser que este trabajador tenga una mala actitud, para otros jefes que han interactuado con el asumirían que en su evaluación del desempeño obtendría una nota baja, sin embargo su jefe inmediato pude optar por no tomar en cuenta este aspecto de su carácter y evaluarlo en el resultado final de su trabajo, esta es una forma de percepción selectiva.
Texto: http://www.buenastareas.com/ensayos/Percepci%C3%B3n-Selectiva/997724.html
- Efecto del falso consenso:
Se refiere al hecho experimentalmente
comprobado de que la mayoría de las personas juzgan que sus propios hábitos,
valores y creencias están más extendidos entre otras personas de lo que
realmente están, ya sean por motivación, sesgo de confirmación o percepción
selectiva.
El efecto del falso consenso se da cuando, en asuntos de opinión, pensamos que los demás van a tener los mismos puntos de vista que nosotros; creemos que los demás piensan y actúan como nosotros, generalizamos a partir de una muestra limitada de la que nosotros mismos somos parte muy destacada. Y tenemos una mayor tendencia a relacionarnos con personas que comparten nuestras actitudes y puntos de vista, y luego juzgamos el mundo desde esas opiniones.
Pero en asuntos de habilidad, se da el efecto de falsa singularidad, es decir, consideramos que una habilidad propia o un comportamiento deseable o exitoso que nosotros realicemos, es poco frecuente. Ello nos hace mejorar nuestra autoimagen. Resumiendo, que vemos nuestros defectos como normales, o generales, y las virtudes como más infrecuentes de lo que ambos son en realidad.
Texto: http://html.rincondelvago.com/yo-social.html
- Sesgo de asociación visual:
Las personas tienen a asociar una
determinada experiencia con ciertas propiedades o condiciones en el entorno
que se produce. Si una de estas propiedades en una experiencia B corresponde
o se había producido también en una experiencia diferente, digamos
experiencia A, la sensación o experiencia B se verá influida por el recuerdo
de la experiencia A.
Según Betina Piqueras investigadora de la Universitat Politècnica de València, si un postre se sirve en un plato blanco, parece más dulce. "El blanco del fondo puede que afecte a la percepción del color del postre, haciéndole parecer de un rosa más intenso, de ahí que la gente lo perciba como más intenso en sabor, y consecuentemente, gustará más en comparación al fondo oscuro".
Asimismo, una caja negra nos pesa más que una caja blanca, aunque ambas pesen exactamente lo mismo.
Además si se usan tenedores grandes, platos pequeños y vasos altos y delgados, se podrá dejar de comer antes, pues la cantidad de comida en relación a los platos parece mayor de la experimentada anteriormente. Este efecto inconsciente ha sido estudiado por Brian Wansink de la Universidad de Cornell. Reducir el tamaño del plato permite reducir el consumo de entre 100 y 200 calorías.
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