Experimento de Salomon Arsch. La presión grupal
Experimento de Salomon Arsch. La presión grupal
Texto:
http://asarbach.wordpress.com/programacion/unidad-6-el-comportamiento-social/2-tres-experimentos-el-poder-de-las-situaciones/
¿Por qué en algunas ocasiones no somos capaces de actuar en concordancia con
nuestros valores o bien con nuestras creencias más firmes?
Solomon Arsch orientó una respuesta posible, y pensó que en algunas
ocasiones esto podía ser debido de a la presión social que proviene del
grupo de personas presentes en una situación concreta.
El experimento de Arsch se desarrolló de la manera siguiente. Se trataba de
crear una situación en la cual se pidiera a una persona la apreciación de la
longitud de una línea y la comparara con otras tres líneas. Cómo podéis ver
en la figura siguiente el ejercicio es bastante obvio. Así que si nos
preguntan qué de las líneas 1, 2 0 3 se parece más a la línea patrón,
ninguno de nosotros dudaría más de unos centésimos de segundo a afirmar que
es la línea 1.
Pero Solomon Arsch, demostró que hay una condición en la cual la mayor parte
de nosotros puede llegar a afirmar que es la línea 2 la que es como la línea
patrón.
Esta situación se da cuando hacemos esta apreciación en grupo y
todas las personas del grupo afirmen que es la línea 2 la que es igual que la patrón.
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En una serie de doce juicios sucesivos sobre la longitud de líneas
diferentes (en siete de los cuales, la mayoría cómplice, tenía una opinión
claramente contraria a la realidad) un 23% de la gente no cómplice que
participó en el experimento una vez hizo una afirmación como la de la
mayoría, en contra de su misma visión de las líneas, un 32% lo hizo dos o
tres veces y , un 26% cuatro veces o más. En total un 81% se plegó al menos
una vez al juicio de la mayoría, y un 58% lo hizo más de una vez. Un total
de treinta y una personas fueron sujetos no cómplices en esta primera
versión del experimento.
Este experimento provocó dos reacciones típicas en los participantes, o bien
arribaban a la conclusión que estaban equivocados, a pesar de que
continuaban teniendo claro qué era su percepción, o bien pensaban que no era
aceptable de mostrarse diferente y, por lo tanto, se abstraían de la tarea
concreta y se conformaban al grupo.
La explicación clásica plantea que la persona se encuentra delante de dos
formes de influencia, lo cual explicaría las dos reacciones más típicas que
hemos mencionado antes. Una se ha denominado influencia informacional y
corresponde al hecho que la persona considera que la información que los
otros proporcionan, sus juicios, son mejores que los de ella misma. De
hecho, a lo largo de nuestra vida hemos visto que, en general, las otras
personas están de acuerdo con nosotros sobre el que vemos o sentimos y no
nos ha ido tan mal. La otra se denomina influencia normativa y consiste en
mostrar acuerdo con la norma de grupo para poder continuar formando parte de
éste y no ser excluido.
Otra manera de enfocarlo es olvidarnos por un momento del individuo como una
entidad coherente, y no perder de vista que sin grupos no hay individuo, ni
persona, ni personaje, ni rol, ni personalidad, ni nada de nada. El hecho de
pertenecer a niveles diferentes a grupos diferentes, los cuales tienen sus
normas y sus valores correspondientes nos permite de entender que durante el
experimento de Arsch nos encontramos en presencia de un conflicto. Pero no
es un conflicto entre percepciones de individuos diferentes, ni es un
conflicto cognitivo que el individuo padece solo. Es un conflicto entre la
norma de no mostrarse diferente a los otros en público y la norma que
considera la objetividad como un valor. Dos normas culturales cuya formación
histórica no es difícil de rastrear en el nacimiento de la época moderna y
sus dos productos más característicos: el individuo y la ciencia.
Cómo afirma Arsch (1952), cuando alguien se encuentra en medio de un grupo
no se puede sentir indiferente hacia el grupo. Entre otras razones porque
cada cual presupone ver lo mismo que los otros ven (norma de objetividad).
Pero cuando nos encontramos en una situación en la cual se tiene que tomar
una decisión que no tiene unos referentes tan objetivos, como actúa la
presión hacia la conformidad? Janis, en un célebre libro (Janis, 1972)
estudió decisiones diferentes claramente erróneas que gobiernos diferentes
de los Estados Unidos habían tomado a lo largo de la historia reciente.
Por
ejemplo, no hacer caso de los avisos de alarma anteriores al ataque japonés
sobre Pearl Harbour en 1941, decidir de invadir Corea del Norte en 1950 sin
tener en cuenta la posible reacción de la China, o entrenar una brigada de
exiliados para invadir la isla de Cuba por la Bahía de Cochinos el 1961 y
pensar que la población los recibiría con los brazos abiertos. Janis explica
que estas decisiones se pudieron tomar porque en los comités que las tenían
que valorar había una gran presión directa sobre cualquier persona que se
apartara de los estereotipos o ilusiones del grupo y una ficción compartida
que la decisión había sido mayoritaria, provocada por la autocensura de
quien se pudiera apartar del consenso. Este efecto lo denominó pensamiento
grupal, y se explica por los esfuerzos que el grupo hace para evitar el
conflicto y mantener el grupo aparentemente unido.
Segunda parte. Videos.
Un revelador e histórico experimento muestra con ridícula claridad cómo
nuestra individualidad se diluye ante la conducta multitudinaria y cedemos
fácilmente ante la presión social, aunque esta nos haga ir en contra de la
más elemental lógica: el comportamiento de masas es profundamente
irracional.
Esta en ingles pero se entiende y es cortito:
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