Optimismo vs pesimismo: ¿Cuál tiene realmente más sentido?
Optimismo vs pesimismo: ¿Cuál tiene realmente más sentido?
Texto:
http://liderazgopositivo.com/optimismo-vs-pesimismo-cual-tiene-realmente-mas-sentido/
Publicado por Eric Barker. Traducido y editado por José Luis Yañez Gordillo
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Incluí el Optimismo en mi lista de las diez cosas que uno debería practicar
todos los días para mejorar su vida. Sin embargo, el pesimismo tiene sus
ventajas y mucha gente lo ve como una mejor manera de ver el mundo. ¿Qué
dice la investigación acerca de cuál es la mejor perspectiva a adoptar?
Vaso medio lleno
El optimismo está asociado con una mejor salud y una mayor longevidad. Ser
positivo puede en realidad llevar a una mejor salud, ya que cambia cómo la
gente se comporta.
Vía “El sesgo de optimismo: Un recorrido por el cerebro positivo
irracional”:
“Este estudio examinó a un grupo de pacientes que habían sufrido ataques
cardiacos y estaban siguiendo un programa de rehabilitación. Los
investigadores encontraron que los optimistas… realizaban más ejercicio y
tenían más probabilidades de reducir sus niveles de grasa corporal, lo que a
su vez reduce el riesgo coronario global. También era más probable que
tomaran vitaminas y comieran dietas bajas en grasa. El resultado: Los
optimistas vivían más tiempo… la gente que reacciona a la enfermedad con la
aceptación pasiva de su propia muerte inminente… muere prematuramente…”
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El optimismo puede hacerte más feliz.
(Y antes de que alguien grite
“¡correlación/causalidad!” la investigación ha demostrado que la práctica
del optimismo y la gratitud causan un aumento en la felicidad.)
El ejército enseña a los soldados a ser optimistas porque les hace más duros
y con más recursos. Simplemente creer que puedes ser más inteligente y
puedes llegar a ser un mejor negociador, ha demostrado incrementar el
rendimiento en ambos casos.
Ser socialmente optimista – esperar que gustes a la gente – hace que gustes
más a la gente. Esperar un resultado positivo en una negociación hace a los
grupos más propensos a llegar a acuerdos y sentirse felices con ellos.
Los vendedores optimistas tienen más éxito.
Vía “La ventaja de la felicidad: Los Siete Principios de la Psicología
Positiva que aumentan el éxito y el rendimiento en el trabajo”:
“… Las pruebas revelaron que los agentes más optimistas vendieron un 37% más
de seguros que aquellos más pesimistas y que los agentes más optimistas
vendieron un 88% más que los más agentes más pesimistas.”
Y el investigador sobre el optimismo Tali Sharot explica que ser pesimista
no suaviza el impacto de las malas noticias.
Vía “El sesgo de optimismo: Un recorrido por el cerebro positivo
irracional”:
“… Los estudiantes que tenían pobres expectativas de su desempeño en un
examen de psicología se sintieron tan mal cuando esas expectativas se
hicieron realidad como los estudiantes que esperaban hacerlo bien.”
Entonces, ¿por qué alguien elige ser pesimista?
El optimismo puede cegarnos. El pesimismo puede corregir el sesgo positivo
natural de nuestro cerebro. Aquellos más optimistas acerca de su propia
fuerza de voluntad son en realidad los más propensos a ceder a la tentación.
Vía “El instinto de la Fuerza de Voluntad: Cómo funciona el Autocontrol, por
qué es importante y qué puede hacer usted para aumentarlo”:
Las investigaciones demuestran que las personas que piensan que tienen la
mayor fuerza de voluntad son realmente las más propensas a perder el control
cuando son tentadas. Por ejemplo, los fumadores que son los más optimistas
sobre su capacidad para resistir la tentación son los más propensos a recaer
cuatro meses después, y personas excesivamente optimistas que hacen dieta
son los menos propensos a perder peso.
La razón por la que puedes predecir el comportamiento de tus amigos mejor
que ellos mismos es porque todos somos realistas en cuanto a las acciones de
los demás y un poco demasiado optimistas acerca de nosotros mismos. A las
personas extremadamente felices y a la gente muy confiada no les va tan bien
como a aquellas más moderadas.
En algunas situaciones, el pensamiento negativo ofrece una clara ventaja.
Si el diagnóstico de problemas es clave para el éxito, tú no querrás estar
mirando el lado bueno. Los emprendedores pesimistas son más propensos a
tener éxito. Los jugadores de apuestas optimistas pierden más dinero.
Los mejores abogados son pesimistas. Martin Seligman, profesor de psicología
en la Universidad de Pensilvania y autor del libro “La felicidad auténtica”,
explica:
El pesimismo es visto como una ventaja entre los abogados… La capacidad de
anticiparse a toda la gama de problemas y traiciones ante las que los que no
son abogados permanecen ciegos, es altamente adaptativa para el abogado en
ejercicio, quien puede, precisamente por ello, ayudar a sus clientes a
defenderse contra estas inverosímiles eventualidades.
Una actitud negativa, no una actitud positiva, hace que sea más probable que
aprendas de tus errores. De hecho, el poner el foco en la retroalimentación
negativa es una de las marcas del modo de pensar de un experto.
Incluso hay evidencia de que los esfuerzos de poca profundidad en el
optimismo pueden hacer que la gente se sienta peor.
Vía “El Antídoto: La felicidad para las personas que no pueden soportar el
pensamiento positivo”:
“… Los que iniciaron el proceso con baja autoestima se volvieron
apreciablemente menos felices, como resultado de decirse a sí mismos que
eran adorables. No se sentían particularmente adorables para empezar – y el
tratar de convencerse a sí mismos de lo contrario, acentúo aún más su
negatividad. El ‘pensamiento positivo” los había hecho sentir peor.”
Entonces, ¿cuál es la mejor perspectiva?
¿Te parece que no hay manera de ganar? ¿Totalmente contradictorio?
La mejora requiere un enfoque en lo negativo y tener conciencia de todas las
cosas que pueden salir mal. Por otra parte, la ejecución perfecta requiere
niveles irracionales de confianza en sí mismo. Así que ante la presión,
aquellos que mejor rinden necesitan utilizar una especie de doble
pensamiento para estar en su mejor momento.
Vía “Rebotar: Mozart, Federer, Picasso, Beckham y la Ciencia del Éxito”:
“Tienes que tomar una decisión basada en una evaluación realista de tus
propias debilidades y las posibilidades de fracaso. Pero una vez que te has
comprometido con tu decisión, tienes que activar tu interruptor mental y
ejecutar el tiro como si no existiera ninguna duda de que lo vas a clavar.”
Para la mayoría de nosotros, sin embargo, esas situaciones son raras. ¿Con
que te deberías quedar de todo esto?
1. La mayoría de las veces, pensar en positivo. La felicidad y la salud
triunfan sobre todo lo demás.
2. Hay situaciones en que la negatividad puede ayudar, como cuando estamos
haciendo planes de envergadura o tratando de mejorar nuestras habilidades.
No tienes que ver todo a través de lentes color de rosa (de hecho, eso es
malo) pero evita tomar una actitud pesimista donde los acontecimientos
negativos son vistos como omnipresentes, permanentes e incontrolables. Trata
de verlos más como particulares, temporales y cambiantes.
Por José Luis Yañez Gordillo
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