Psicología positiva. Parte II
Psicología positiva. Parte II
Texto:
http://www.monografias.com/trabajos65/psicologia-positiva/psicologia-positiva.shtml
TÉCNICAS DE PSICOLOGÍA POSITIVA
A continuación se hará un intento de mencionar y explicar algunas de las
tantas técnicas de la psicología positiva que apuntan principalmente a la
prevención de dificultades de índole psicológico. Muchas de ellas se dieron
a conocer en el Primer Encuentro de Psicología Positiva, pues se pretende
formar todo un movimiento que implique una continua búsqueda de nuevas
teorías y hallazgos en esta valiosa nueva rama de la psicología; otras
técnicas son extraídas de la experiencia clínica y de la revisión de la
escasa literatura de que se dispone en la actualidad en este tema; las
técnicas son:
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• Autorreforzamiento:
Muchas veces estamos más pendientes de lo malo
que hacemos para autocastigarnos, como por ejemplo decirnos que no servimos
para nada, que somos unos inútiles, pero no nos recompenzamos por las cosas
buenas que hacemos, como realizar un trabajo, escribir un artículo. El
autorrefuerzo o autorrecompenza ayuda a incrementar la autoestima y a tener
un concepto positivo de nosotros mismos; el auto- rrefuerzo puede darse de
tres maneras: uno es por medio de autoelogios, cuando me digo cosas
positivas; ejemplo: cuando queremos a alguien le decimos cosas que le hacen
sentir bien.
Otra forma de autorrefuerzo es darme un regalo por un buen comportamiento;
por ejemplo, regalarme algo de lo cual estoy enamorado hace tiempo, como
podría ser una camisa, un libro, etcétera. La última forma de autorrefuerzo
es hacer algo que nos guste cuando se finaliza un comportamiento que se
quiere incrementar; por terminar de dictar una conferencia exitosamente, nos
podemos permitir hablar con alguien cuya compañía nos agrade; podemos
sentarnos a ver un partido de fútbol o baloncesto, según sea nuestro gusto.
Acá es bueno aclarar que los reforzadores son muy individuales: cada uno
tiene sus preferencias.
Una cosa tan sencilla como ésta no nos cuesta nada y nos brinda muchos
beneficios; como se dijo antes, incrementa la autoestima, también refuerza
una conducta adaptativa y esto hace que se incremente la probabilidad de que
se vuelva a repetir. Y por último, el autorrefuerzo me hace sentir muy bien,
me hace sentir feliz.
• Entrenamiento en atribuciones causales:
Se debe enseñar a las
personas a atribuír los éxitos y fracasos de forma adecuada, y así
posibilitamos fomentar el optimismo y la autoeficacia (confianza en mí
mismo). La psicología cognitiva plantea que las cogniciones o pensamientos
hacen que nos sintamos bien o mal ante determinada situación; por esta razón
debemos entrenar una forma de autodiálogo que nos haga sentir bien. Para el
éxito lo recomendable es atribuír internamente: por mí se dio el éxito; se
debe atribuír también de forma estable: siempre o la mayoría de veces se da
(tiempo); y de forma global: a todas las situaciones. Para el fracaso se
debe atribuír como externo, inestable y específicamente. Para el fracaso
también debemos ser objetivos: si es por nuestra responsabilidad, debemos de
tener una percepción de inestable y específico, aunque fue por nuestra
responsabilidad, debemos de tener claro que no va a ser en todas las
ocasiones, y además que esto no es estable en mí.
• Sesiones de risa:
A partir de los cuatro meses de edad, un bebé ya
sabe reír. En la infancia nos reímos hasta 90 veces diarias, pero superados
los 14 años, la cantidad desciende a entre 20 y 30. Es una pena, porque se
sabe que el humor ayuda a reforzar los lazos sociales, reduce el estrés al
ofrecernos una perspectiva menos seria del mundo, potencia el valor de las
emociones positivas y es incompatible con otros estados de ánimo como el
enfado, la ansiedad o la culpa. Nadie puede llorar y reírse a la vez; acá
podemos traer a colación la siguiente frase: "El buen humor nos salva de las
manos del doctor".
En un artículo anterior, "La risa como terapia", se planteó un amplio
panorama de este tema: los autores que han estado trabajando este aspecto,
los beneficios que nos trae para la salud física y psicológica, en qué
campos se aplica esta técnica, en fin, todo lo que tiene que ver con la
temática.
• Dormir con el bebé en primer año de vida:
Desde la teoría del apego
de Bówlby se plantea que el afecto dado por el cuidador en ese primer año de
vida es fundamental; el niño que duerme con sus padres tiene una base segura
a la cual acudir en cualquier momento de la noche, lo que va a instaurar un
clima de confianza en el niño. La conducta de apego es entendida según
Bówlby como cualquier comportamiento que hace que la persona alcance o
conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido.
Siempre que la figura de apego permanezca accesible y responda, la conducta
puede consistir en mera verificación visual o auditiva del lugar en que se
halla y en el intercambio ocasional de miradas y saludos.
Según Bówlby, "…los adolescentes y los adultos jóvenes sanos, felices y
seguros de sí mismos son el producto de hogares estables en los que ambos
padres dedican gran cantidad de tiempo y atención a los hijos".
• Juego con el bebé en su primer año de vida: siguiendo la misma
línea del punto anterior, esta técnica apunta a generar en el niño un
ambiente de confianza con relación al mundo exterior. El juego con sus
padres genera en el niño la importancia de la diversión y del tiempo libre;
así mismo, en juegos más elaborados, brinda al niño un sentido de
responsabilidad y el seguimiento de normas y reglas.
El juego no sólo se debe de promover en el primer año de vida del niño, si
no en todos los momentos posibles, pues el niño va adquiriendo también la
importancia de compartir con otros.
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• Premie el buen comportamiento:
Kérsey en su libro "Ser padres con
sensatez", plantea este punto como uno de los pilares para fomentar e
incentivar comportamientos que van en beneficio de nuestra salud mental. La
idea es no gratificar los comportamientos desadaptativos, como robar, ser
agresivo, pero en cambio, reforzar comportamientos adaptativos como la
colaboración, sociabilidad, entre muchas otras. Muchas veces ocurre que un
buen comportamiento se extingue (desaparece) por falta de ser gratificado;
esto lo vemos mucho con los niños y en las relaciones de pareja; se cree que
un buen comportamiento es normal, es responsabilidad del otro, no, aunque
sea algo que se daba hacer, se debe premiar; sólo basta en ocasiones con una
felicitación: no tiene que ser un premio grande.
• Tareas hogareñas para niños:
Fomenta la androginia, lo cual
significa tener características psicológicas femeninas y masculinas. Se
deriva de las raíces griegas andros, que significa "hombre" (como en
andrógenos, hormonas sexuales que se encuentran en elevadas concentraciones
en los varones) y gyn, que significa "mujer" (como en ginecólogo). Una
persona andrógina es, por tanto, la que presenta características
psicológicas masculinas y femeninas; por ejemplo: ser hombre y tener
habilidades en cocinar, lavar, planchar, aspecto que garantiza una adultez
más sana, pues si estamos solos en algún momento, no pasaremos mayores
trabajos. Hay hombres que quedan solos por algún motivo y no saben qué
camino coger, pues no tienen habilidades "femeninas". Esta androginia se
fomenta con tareas que se les pone a los niños en el hogar: que todos hagan
de todo, claro que teniendo en cuenta la habilidad de cada uno. Sin mirar el
género, desde pequeños se acostumbran a hacer todo tipo de actividades, y a
su vez adquieren habilidades para tiempos venideros.
• Poseer mascotas:
Según Marty Bécker en su libro "El poder sanador
de las mascotas", tener un animal en casa trae muchos beneficios, tanto a
los niños como a los adultos. En los niños crea un sentido de
responsabilidad, y genera una fuente de placer. En los adultos las mascotas
son fuente de compañía y de cariño; también favorecen la realización de
ejercicio de forma continua; así mismo ayudan a la recuperación de
enfermedades; a través de la estrecha relación con nuestras mascotas
despertamos rasgos animales poderosos de lealtad, amor, contacto físico y
alegría, entre muchos beneficios, como lo plantea Bécker.
Las mascotas también ejercen un efecto sedante sobre los ancianos, sobre las
personas que sufren de estrés y sobre aquéllas que padecen desequilibrios
emocionales. Como lo dice Bécker textualmente: "Si las personas tuvieran las
mascotas apropiadas para satisfacer sus necesidades, este mundo sería más
feliz y saludable".
• Escenas agradables al dormir:
Se recomienda imaginar escenas
agradables al acostarse en la noche; esto facilita de forma sorprendente el
dormir placenteramente, como lo plantea Alberto Amutio Kareaga en su libro
"Teoría y práctica de la relajación". La imaginería sensorial (imaginar
cosas agradables), es una técnica poderosa de relajación que trae, fuera del
anterior, muchos otros beneficios. Estas escenas pueden ser del pasado
(momentos felices), del futuro (visualización de estar realizando una
actividad placentera) y también puede ser una fantasía (como estar volando).
• Práctica cognitiva o entrenamiento mental:
En psicología clínica y
del deporte se utiliza mucho esta técnica, pues el hecho de imaginarse
realizando una tarea, facilita luego la realización de la misma, ya que se
da una programación neuromuscular; así lo plantea la frase: "si lo puedes
imaginar, lo puedes lograr", de Álbert Einstein. Esta técnica, también
llamada ensayo mental, consiste en imaginar la actividad, tal como la quiera
realizar el individuo (eso sí, desde unos parámetros realistas y posibles);
a la vez se deben tener pensamientos adaptativos. Es importante anotar que
se recomiendan para la práctica de esta estrategia varias cosas: 1) en el
momento de hacer el entrenamiento mental, se debe estar relajado, pues de
esta manera la mente tiene más claridad; 2) el individuo debe imaginar que
él es el que está realizando la actividad, no como cuando uno mira a un
modelo haciendo algo; 3) se tienen que poner en acción todos los sentidos
posibles en esta técnica: identificar detalles visuales de todo lo que está
alrededor, escuchar todo lo relacionado con ese momento; 4) se recomienda no
imaginar actividades que no estén dentro de las propias capacidades; 5)
jamás deben imaginarse errores: siempre la actividad imaginada debe ser
teniendo éxito; y 6) la escena se debe imaginar a un ritmo normal, no en
cámara lenta ni rápida.
• Técnicas de relajación:
Hasta la saciedad está comprobado el efecto
benéfico de la relajación para la salud del ser humano. Existen diferentes
técnicas de relajación que se pueden aprender con práctica constante.
Algunas de estas técnicas son, entre muchas otras: relajación muscular
progresiva, de Jacobson; meditación, yoga, respiración. En el libro "Teoría
y práctica de la relajación" de Amutio Kareaga se pueden encontrar estas
técnicas con su respectivo procedimiento. Como se dijo antes, hay técnicas
para todos los gustos, las cuales traen beneficios en lo físico y lo mental.
• Enseñar a rebatir pensamientos pesimistas:
"Ni tus peores enemigos
te pueden hacer tanto daño como tus propios pensamientos" (Buda); es una
frase magnífica; por lo tanto hay que aprender a atacar los pensamientos
malsanos, pues éstos son los que hacen que nos comportemos inadecuadamente y
nos sintamos mal; es una habilidad que se aprende leyendo libros de
autoayuda como "Pensar bien", "Sentirse bien" (Riso) o "Para salir del
laberinto" (Álvarez); también se aprende esta técnica con la ayuda de un
terapeuta cognitivo-conductual. Si adquirimos la habilidad de modificar los
pensamientos irracionales o pesimistas (los que nos hacen sufrir
innecesariamente) por pensamientos racionales, optimistas u objetivos,
seguramente nuestras emociones y comportamiento serán más prácticos y
felices; esta otra frase nos resume lo anterior: "El que puede cambiar sus
pensamientos puede cambiar su destino" (Stephen Crane). Cuando la mala
suerte nos ataca, debemos tratar de dar la vuelta a la situación o pensar
que siempre podría haber sido peor. El optimista no es aquél que no ve las
dificultades, sino aquél que no se asusta ante ellas, ni se echa para atrás.
Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades
maduran a las personas, las hacen crecer.
• Realizar actividades placenteras:
Muchas personas creen que hacer
cosas sencillas que nos divierten es perder el tiempo: "lo importante es lo
productivo", dicen algunas personas, como que quieren simplemente adquirir
bienes o conocimiento; según elos, las actividades "improductivas"
entorpecen el éxito, como por ejemplo, jugar algo con amigos, sentarse a
conversar, contar chistes, ver una buena película, escuchar música, visitar
un lugar nuevo al año; todo esto son actividades que nos relajan y no dan
paso al estrés. Por esto debemos hacer una programación de actividades de
ocio, claro está que no llegar al extremo de la vagancia, que también es
perjudicial. Muchas veces nos limitamos a realizar siempre las mismas
actividades; acá es donde nos morimos de tedio, nos absorbe la rutina.
• Asumir riesgos:
Esta técnica viene en dos vías: una es cuando nos
arriesgamos a actividades que produzcan adrenalina; claro que debemos de
tener cuidado en no arriesgar nuestra vida. Las actividades de riesgo pueden
ser montar en parapenti, acampar en una zona segura pero retirada de la
ciudad, en fin, lo importante acá es la creatividad. La otra forma de asumir
riesgos es hacer proyectos o actividades donde no tengamos mucho dominio:
muchas veces el miedo al fracaso es lo que nos frena; hagamos caso de esta
frase de Emma Thomson: "Los únicos errores que cometemos en la vida son las
cosas que no hacemos". Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos
oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos. No
siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.
• Fomento del buen humor:
Como se plantea en un artículo anterior, el
buen humor debe estar en todos los ámbitos de la vida; en el trabajo, la
educación, la familia, lo cual permite más armonía y facilidad de
realización de las tareas. El buen humor en alguien hace que las demás
personas estén a gusto con él, siempre lo buscarán, pues hace agradable ese
espacio de tiempo que estamos con él. Cuando hacemos sentir alegre a una
persona, esto nos hace sentir bien a nosotros también, como lo plantea Mark
Twain: "La mejor manera de alegrarte es intentar alegrar a alguien".
• Utilización del humor en terapia:
Ellis y Beck proponen esta
técnica para facilitar la terapia y la relación entre terapeuta y paciente.
Se plantea desde la teoría cognitivo-conductual, que cuando nos reímos de
nuestros problemas, hay ya un terreno ganado para vencer esa dificultad.
Estos autores buscan precisamente esto, ridiculizar el problema y por tanto
tener una perspectiva diferente de él; "burlarnos" de una dificultad que
tengamos, por ejemplo miedo a las alturas, hace que descatastroficemos la
problemática, como lo plantea Álbert Ellis: si catrastrofizamos nuestras
dificultades generamos ansiedad o depresión por la problemática que tenemos;
el efecto del humor sobre la mente no sólo brinda relajación, en cuanto a la
tensión mental se refiere, sino que la hace menos propensa a la excesiva
preocupación. Por tanto, ponerle buen humor a las sesiones psicológicas
busca minimizar las dificultades, y no, por el contrario, hacer sentir mal
al paciente. El humor en la psicoterapia, en resumen, no es contarle chistes
al paciente para hacerle reír solamente, sino para ayudarle a adoptar una
nueva actitud, conducta, o filosofía ante la vida.
• Imagen placentera antes de la actividad:
Antes de una actividad
difícil, como una entrevista, una tarea de trabajo, entre otras actividades,
es bueno imaginar escenas agradables, sean del pasado, del futuro o una
fantasía, como volar, por ejemplo. Según Martín Seligman, esta técnica ayuda
a distraer la mente de la ansiedad que puede producir la actividad, es una
técnica de relajación basada en la imaginería. Se han hecho experimentos con
individuos, según Seligman, en los que un grupo control no tiene ningún tipo
de imaginación agradable antes de una tarea difícil, y otro grupo que sí la
tiene; los resultados han mostrado que el desempeño del último grupo es
mejor que el primero. Esta imaginación de la escena agradable ayuda al
individuo a tener una actitud diferente, optimista de la situación.
• Psicología de la comida:
Hay alimentos que están relacionados con
estado de ánimo positivos, como por ejemplo el chocolate. El café sabemos
que aumenta la activación; incluso hay estudios que recomiendan esta bebida
en cantidades moderadas para tener un buen nivel de activación. Sabemos que
la yerba de mate estimula para estar más activos. En fin, se están haciendo
una serie de estudios que muestran los beneficios que traen ciertos
alimentos y bebidas para la salud física, y por ende para la salud
psicológica. También se sabe de dietas que garantizan una buena salud, como
la dieta mediterránea, rica en pescado, aceite de oliva, vino (de forma
moderada), vegetales, frutas, entre otros alimentos, que producen un
bienestar físico y psicológico
• Carta de agradecimiento:
Martín Seligman en su libro de "La
Auténtica felicidad" propone esta técnica como una actividad que nos hace
sentir bien y lo propio a la otra persona. Esta técnica consiste en escribir
una carta de una página donde se agradece a alguien que ha hecho cosas por
nosotros, cuando la carta esté lista, invitamos a esa persona a algo y le
entregamos la carta. Es un gesto que hará sentirnos dichosos y también a la
otra persona, como dice el poema de Amado Nervo: "en vida hermano… en vida".
• Carta del perdón:
Esta técnica nos permite entender al otro,
cambiar la percepción del acto del otro. Son malos los comportamientos, no
las personas; debemos de entender esto. La técnica consiste en escribir una
carta expresando lo que nos hizo la otra persona y decir también que le
perdonamos, y la razón de este perdón. Si se quiere, se entrega a la
persona; claro que no es necesario. Es bueno recordar esta frase de B.
Franklin: "Escribe las injurias en la arena, los beneficios en el mármol".
La técnica del perdón es una de las estrategias fuertes que plantea la
Psicología Positiva, pues el resentimiento y el odio son a la larga
emociones que se van en contra nuestra, y a la vez hacemos sufrir al otro.
• Tres cosas buenas del día:
Este ejercicio se hace antes de
acostarse; la idea es copiar tres cosas positivas del día y por qué
ocurrieron; no necesariamente tienen que ser aspectos de gran envergadura:
pueden ser cosas sencillas de la vida cotidiana, como por ejemplo ver una
buena película, comer algo que nos gusta, encontrarse con un viejo amigo,
escuchar un buen chiste; en fin, son aspectos agradables que nos pasan y son
desapercibidos.
Aaron Beck habla de algo que se llama distorsiones cognitivas, esto es
formas o modos de percibir; por ejemplo: abstracción selectiva, que consiste
en ver de las situaciones sólo los aspectos negativos; la técnica busca es
que nos fijemos también en lo positivo, por pequeño que sea; esta estrategia
nos ayuda a tener mejor visión del mundo, como debe ser: ver lo negativo,
pero también lo positivo.
• Lista de logros:
Es una técnica principalmente para incrementar la
autoestima; consiste en hacer una lista de logros y éxitos obtenidos durante
toda la vida; no es necesario que sean cosas grandes: pueden ser pequeños
logros como por ejemplo: ser felicitado por algo o ganarse una pequeña rifa.
Esta lista se hace poco a poco, la idea es irla completando a medida que
vamos recordando; pueden ser logros de la niñez también.
• Árbol de autoestima:
Como lo enseña Mauro Rodríguez en su libro
"Autoestima, clave del éxito personal", esta técnica consiste en lo
siguiente: la persona dibuja un árbol grande; en las ramas va colocando los
logros y éxitos de su vida; en el tallo coloca el nombre y en la raíz las
cualidades que se posee; la idea es que se visualice que los logros los
obtuvimos por nuestros esfuerzos; esta actividad se realiza en varios días;
lo importante es ir construyendo el árbol poco a poco. Esta técnica es
generadora de una fuerte autoestima.
• Frases positivas desde el principio de Premack:
En el libro de
"Métodos estándar de terapia de la conducta", de Fliégel y otros, se plantea
que el principio de Premack es simplemente que una conducta puede reforzar o
premiar otra conducta; una actividad agradable para nosotros, por ejemplo
bailar, puede ser un premio para otra conducta que hacemos poco, por ejemplo
leer. La técnica, por lo tanto consiste en lo siguiente: hacemos una lista
de frases que hablen bien de nosotros como: "siempre recuerdo las cualidades
que poseo", "acostumbro a felicitarme cuando algo que me he propuesto me
sale bien", "siento que me quiero a mí mismo", "suelo manifestarme a mí
mismo que me quiero", "me siento realizado(a) como persona", "estoy
satisfecho(a) con el modo como yo trato a las otras personas", entre otras;
luego nos repetimos las frases, puede ser una por día, antes o durante una
actividad agradable que estemos haciendo. Esto tiene varios efectos:
incrementa la probabilidad de que nos digamos cosas positivas a nosotros
mismos; el repetirnos determinadas frases hace que empecemos a hacer cosas
para que sean ciertas; todo empieza por la mente: si nos decimos cosas
positivas de nosotros mismos, esto a la larga nos va a ocurrir. Miremos por
un momento un vicio que muchos tenemos: nos decimos cosas negativas cuando
hacemos algo mal, pero cuando hacemos cosas positivas lo pasamos
desapercibido.
• Fomentar actividades que impliquen gratificación:
Estas actividades
no siempre son placenteras; implican muchas veces sacrificios pero a la
larga dan gratificación; son actitudes del presente, según Seligman, que
producen emociones positivas. Acá hablamos de actividades artísticas,
profesionales o de otra índole, que a corto plazo, muchas veces producen un
sacrificio, pero sus resultados nos hacen sentir maravillosamente, nos hacen
sentir satisfacción.
• Diario de gratitud:
Escribamos las cosas por las que estamos
agradecidos. Uno de los ejercicios que más me ha servido es el de agradecer,
decía el padre de la psicología moderna, Wílliam James; también comentaba
que para crear o romper un hábito uno tiene que hacer algo por 21 días.
Entonces, el ejercicio fue escribir cada día, durante 21 días, cinco cosas
por las que damos gracias en nuestra vida. La tarea me gustó, porque
mientras lo hacía miraba hacia atrás, a los días pasados, a ver qué cosas
había escrito, y me acordaba de eso y sonreía otra vez. Me traía felicidad.
Y si uno tiene un mal día, cuando parece que todo es un fracaso, el
ejercicio nos obligaba a encontrar cinco cosas por las que dábamos gracias.
Cada día tiene sus puntos buenos, a pesar de sus puntos malos.
• Fomentar la espiritualidad o creencia en una religión:
En Colombia
e Israel se hace mucho énfasis en la familia, en la amistad y en la
espiritualidad. Estas cosas contribuyen significativamente al bienestar de
una persona. En otros países, el dinero y el prestigio se han convertido en
algo más importante que pasar tiempo con los seres amados.
• Colección de frases de enseñanza:
Según Isócrates "una colección de
bellas máximas es un tesoro más estimable que las riquezas"; muchas veces
estas frases se convierten en una guía del buen vivir, de un estilo de vida
saludable. Cuántas veces nos quedamos fascinados ante la lectura de una
frase impactante, de la cual aprendemos y nos hace caer en cuenta de algo
primordial.
• Leer libros de crecimiento personal:
Autores como Ellis llaman a
esta técnica de autoterapia, donde el individuo se puede enriquecer
enormemente a partir de la lectura de un libro; eso sí, con un fundamento
científico, pero escrito de forma tal que cualquier persona lo pueda
entender y así beneficiarse de él; bien lo planteaba Buda en esta frase: "La
ignorancia es el origen de todo sufrimiento psicológico".
• Ver películas de crecimiento personal:
De las películas es seguro
que aprendemos mucho; hay unas con muy buenos contenidos, como por ejemplo:
"Patch Adáms", en lo que tiene que ver con los beneficios de la risa; "Kolia",
para mirar lazos afectivos; "El hombre bicentenario", para ver el valor de
las emociones; "Atracción fatal", para determinar los problemas o
desventajas que tiene una infidelidad; en fin, ésta es sólo una pequeña
muestra de lo que nos puede enriquecer una buena película.
• Fomentar la asertividad:
Expresar sentimientos y pensamientos de
afecto y oposición. Como lo plantea Olga Castanyer, ser asertivo es un
síntoma de una buena autoestima.
Un entrenamiento asertivo busca que la persona sea ella misma, que haga,
piense y sienta lo que realmente quiere y desee, no lo que debe hacer,
sentir o pensar por conveniencia; así lo plantea Mánuel Smith en su libro
"Cuando digo no, me siento culpable", al hablar del primer derecho asertivo.
• Aprecie lo positivo:
Dedique unos minutos del día para agradecer el
privilegio de cosas simples como disfrutar de su familia. Según Ben-Shachar,
las personas que lo hacen son más felices, más exitosas y sanas.
• Vea el fracaso como enseñanza:
A nadie le gusta fracasar, pero
busque qué pudo aprender de la experiencia; es tener una visión positiva
ante lo adverso. No debemos mirar el pasado diciéndonos que no servimos para
nada; no: veamos mejor qué me faltó (por ejemplo, esfuerzo, conocimiento) y
así tomar correctivos y no volver caer en los mismos errores en el futuro.
• Hacer ejercicio:
La actividad física regular tiene el mismo poder
que muchos antidepresivos altamente efectivos. Ben-Shachar recomienda el
ejercicio especialmente a los que trabajan frente a una computadora; como lo
plantea la frase: "En mente sana, cuerpo sano", pues esto va en beneficio de
la salud mental y física, y además fomenta la sociabilidad.
• Expresar emociones primarias:
Las emociones primarias son aquéllas
que sentimos ante un evento, como la pérdida de un ser querido, estar en una
situación peligrosa, etc. Hay personas que no expresan estas emociones por
temor a verse débiles; por ejemplo es muy importante expresar la tristeza,
la ira (claro que de forma adecuada, de forma asertiva), el amor; en fin,
son una serie de emociones que no conviene reprimirlas. Trata también de
darnos permiso de ser humanos y permitirnos experimentar la tristeza, el
miedo, en determinados momentos, porque son los que nos hacen fuertes y
crecer.
El no expresar por ejemplo la ira en el momento que se siente, va a dar paso
al resentimiento y al odio, los cuales ya son emociones donde tiene que ver
mucho la parte mental, y son perjudiciales, como se dijo antes.
• Guiarme por el "quiero" o "deseo" y no por el "debería":
Claro
está, sin pisotear el derecho del otro y sin hacer cosas que me perjudiquen.
"¿Soy auténtico y estoy viviendo la vida que quiero?". Hay cosas que hacemos
porque "debemos" hacerlas, no por convicción; el ejercicio es hacernos un
examen interno, mirar las cosas que hacemos, trabajar en algo, estar casado
con alguien, estamos ahí porque queremos, o porque debemos estar ahí;
cuántas personas están casadas por conveniencia, por los hijos, pero lo más
importante no existe: querer realmente al cónyuge. Muchas veces estamos
trabajando en lo que no nos gusta, pudiendo trabajar en algo que nos da
placer; claro que hay ocasiones donde toca trabajar en esto porque no hay
más; como lo plantea la frase del cantor argentino Facundo Cabral: "el que
trabaja en lo que no le gusta, aunque trabaje todo el día, es un
desocupado"; profundo mensaje.
• Escribir un diario:
Algo que es muy terapéutico es escribir un
diario y eso puede ser íntimo y uno lo puede compartir con otras personas o
no, pero el hecho de ponerlo en palabras para sí mismo, obliga a dar una
estructura al pensamiento; en este diario pueden ir cosas positivas y
negativas; si son positivas, el solo hecho de escribirlas funciona como
reforzador y estimulante; si son negativas, esto nos permite expresar lo que
sentimos y no deja que se vuelva problemático, pues lo estamos expresando.
• Experiencia frecuente de dar:
Seligman plantea que hay personas que
se sienten más felices dando a otros, que realizando actividades
placenteras; el hecho de brindar algo a alguien que realmente necesita; eso
nos hace sentir plenos, nos hace sentir que somos útiles, y acá es bueno
recordar esta frase: "Hay más dicha en dar que en recibir".
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