Psicología positiva. Parte I
Psicología positiva. Parte I
Texto:
http://www.monografias.com/trabajos65/psicologia-positiva/psicologia-positiva.shtml
El presente artículo es un recorrido por la reciente rama de la psicología,
denominada Psicología Positiva, en un principio se definirá esta forma de
hacer prevención; luego se definirán las diferentes temáticas que componen
está área. Por último, pero no siendo lo menos importante, se darán a
conocer diferentes técnicas de la Psicología Positiva, las cuales pretenden
que el individuo tenga una buena vida, como lo dice Martín Seligman,
fundador de este nuevo campo de la psicología hace ya ocho años.
INTRODUCCIÓN:
La psicología, como dice Martín Seligman, es decepcionante hasta el momento,
pues se ocupa sólo de lo patológico; hay que esperar en el consultorio que
lleguen los enfermos, no se ha hecho casi nada de prevención y promoción,
que es lo que debería ocuparse la psicología realmente, pues se supone que
es una ciencia de la salud, no de la enfermedad.
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Según palabras de Seligman, creador de la Psicología Positiva, en su libro
"La auténtica felicidad", "Los mejores terapeutas no sólo curan los daños,
sino que ayudan a la persona a identificar y desarrollar sus fortalezas y
virtudes". El terapeuta debe intervenir también por encima de cero, es
decir, trabajar también con personas que gocen de óptima salud psicológica
con el fin de prevenir enfermedades psicológicas; el gozar de buena salud no
quiere decir que estemos exentos de enfermarnos.
Se pretende con este artículo dar una visión general a esta nueva rama de la
psicología de la salud, con el fin de motivar a estudiantes y profesionales
en la profundización teórica y la investigación, tan escasa en nuestro
medio, ¡por algo hay que empezar!. En nuestro medio Necesitamos trabajar en
prevención lo más pronto posible.
¿QUé ES LA PSICOLOGÍA POSITIVA?
La psicología positiva es una rama de la psicología, de reciente aparición,
que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos
que subyacen en las cualidades y emociones positivas del ser humano, durante
tanto tiempo ignoradas por la psicología.
La importancia de la psicología positiva radica en que es un campo dedicado
al mejoramiento de la calidad de vida. Es cierto que el tema del
mejoramiento de la calidad de vida ha estado dominado por trabajos
insustanciales, basados en pensamientos y opiniones de la gente, en
contraste a la rigurosidad científica. Sin embargo, la psicología positiva
brinda estudios bien sustentados en el área, que respaldan cambios posibles
y reales.
El nombre de Psicología Positiva no quiere decir que la otra psicología
sea negativa: simplemente se hace énfasis en actitudes y emociones
positivas, en potenciar fortalezas y fomentar comportamientos que garanticen
una buena calidad de vida.
La definición de este término de Psicolgía Positiva quedará mucho más amplio
al ir hablando de sus temáticas y de sus técnicas, que como puede
apreciarse, apuntan a una psicología de la prevención y de promoción de
comportamientos, emociones y pensamientos positivos. Miremos pues esta serie
de temas y técnicas:
TEMAS QUE ABORDA LA PSICOLOGÍA POSITIVA
A continuación se hará una pequeña mención a lo que podría definirse como
temática de esta nueva psicología; muchos de los temas que abarca se dieron
a conocer en el Primer Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva
realizado el 4 y 5 de agosto de 2.006, en la ciudad de Buenos Aires,
Argentina, más exactamente en la Universidad de Palermo. Otros temas han
sido extractados en páginas de Internet, entre los cuales se encuentra uno
presidido por su creador, Martín Seligman; otros más se extrajeron del libro
"La auténtica felicidad", del mismo autor. Estos temas son las siguientes:
• Calidad de vida:
Este es quizás el punto central de la psicología
positiva, pues teniendo un estilo de vida sano, incrementamos las
probabilidades de ser saludables física y psicológicamente. Son muchas las
estrategias que nos permiten regular nuestro comportamiento, pero el
principal en psicología es el autocontrol, el cual nos permite desechar
comportamientos y actitudes nocivas para nuestra salud.
La psicología de la prevención busca que tengamos un estilo de vida
saludable para evitar las enfermedades físicas y mentales; no esperar a que
estemos enfermos para tomar correctivos con estilos de vida diferentes.
En la actualidad existe multitud de evidencias que demuestran que nuestra
salud está profundamente influenciada por nuestra conducta, pensamientos y
relaciones sociales. Nuestra conducta (hábitos saludables, buscar cuidados
médicos, obedecer las recomendaciones de los médicos, etcétera) tiene un
efecto inmenso en nuestra salud (Matarazzo, Weiss, Herd, Míller y Weiss,
1984).
Por ejemplo, un hábito como el de fumar es el responsable de un 12% a un 15%
de las muertes de los países avanzados, un 30% de todos los cánceres, junto
con una importante morbilidad (Center for Disease Control, 1991; Peto y
López, 1994; USDHHS., 1989). Esto significa cifras de muertes tan elevadas
como más de 400.000 muertos anuales por el tabaco en Estados Unidos o 44.000
en España y 14.000 en México (Becoña, 1994a). Los estados psicológicos
influyen en nuestra salud: nuestros sentimientos y emociones pueden tener
efectos positivos o negativos en nuestro bienestar físico. Sentimientos de
ser amados y apoyados por otros, pueden ayudarnos a tratar situaciones
estresantes (Wallston, Alagna, DeVellis y DeVellis, 1983).
• El perdón como recurso psicológico:
Como lo plantea Seligman, para
tener felicidad duradera hay que tener emociones y actitudes positivas
dirigidas al pasado, presente y futuro; el perdón es una actitud dirigida al
pasado y nos garantiza una paz interior que nos permite estar sanos, tanto
física como psicológicamente. Como se planteó en un artículo anterior,
perdonar es cambiar la percepción de lo sucedido, es tener en cuenta que el
malo es el comportamiento, no la persona que lo tuvo; es entender que como
seres humanos cometemos errores, y muchas veces éstos nos afectan
directamente. Como dice un escrito: "La falta de perdón es como un tóxico
que tomamos a gotas cada día, hasta cuando finalmente termina por
envenenarnos". Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el
otro, y no nos damos cuenta de que los únicos beneficiados somos nosotros
mismos.
• Resiliencia:
De este término sí que se ha hablado en la psicología
positiva: hace referencia a la capacidad que tiene un individuo de soportar
situaciones difíciles, y aun más, saliendo más fortalecido de ellas. Este
don no es totalmente innato, ni totalmente adquirido; como tiene parte
aprendida, debemos de fomentar programas de prevención que fortalezcan la
resiliencia, teniendo en cuenta aspectos tales como las redes sociales,
autoestima, altruísmo, participación comunitaria, entre muchos otros.
En investigaciones recientes dadas a conocen en el Primer Encuentro
Iberoamericano de Psicología Positiva, se plantea que un factor de
protección que fomenta la resiliencia es ser protegido de niño por un adulto
o figura de apego. Por lo tanto hay que dar mucho énfasis en esto cuando se
trabaja con los padres de familia.
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• Emociones positivas:
Se fomentan emociones positivas, tanto sobre
el pasado, presente y futuro. Martín Seligman plantea esto para mejorar la
calidad de vida del ser humano. Dentro de las emociones dirigidas al pasado
podemos hablar de la gratitud, resignación, serenidad y satisfacción; estas
emociones hacen sentirnos felices y bien con respecto a lo que hemos vivido.
En cuanto a emociones dirigidas al presente podemos hablar de alegría y
amor, las cuales tienen un beneficio muy grande para nuestra salud; esto ha
sido comprobado en diferentes investigaciones. Emociones dirigidas al futuro
como la confianza, la seguridad, la esperanza y el optimismo nos, permiten
ver el futuro de forma positiva.
• Espiritualidad y religión:
Ellis en su libro "Una terapia breve más
profunda y duradera", plantea una serie de ventajas que presenta tener un
credo y una creencia religiosa, entre las más importantes podemos destacar:
1. los credos religiosos y espirituales incluyen reglas morales que
favorecen el bienestar individual y social. 2. Si se cree que Dios ayuda a
superar los problemas, es probable que alguien se comporte de una manera
menos ansiosa y deprimida que si no contara con esta ayuda. 3. Asistir a
ritos religiosos otorga un cierto grado de relajación a la persona, pues
distrae de las dificultades que se tienen. Estas y muchas más ventajas trae
la espiritualidad y la religión.
• Buen humor:
De este tema se ha hablado suficientemente en dos
artículos anteriores*: "La risa como terapia" y "La felicidad duradera". En
pocas palabras, el buen humor en una persona la hace sentir bien a ella y a
los que están a su alrededor. El buen humor es un antídoto ante muchas
cosas; así lo da entender Henry Ward en la siguiente frase: "Una persona sin
sentido del humor es como un carro sin amortiguación: cualquier bache lo
sacude violentamente".
Si contamos con buen humor, a las situaciones difíciles les encontramos el
lado gracioso; no vemos la vida tan en serio, como plantea esta linda frase:
"Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".
• Inteligencia emocional:
Se define como la capacidad del ser humano
para identificar, expresar y manejar sabiamente sus propias emociones y la
de los demás. Como plantea Daniel Goleman, la inteligencia emocional
comprende habilidades como: ser capaz de motivarse y persistir frente a las
decepciones; controlar el impulso, regular el humor y evitar que los
trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar
esperanzas; interpretar los sentimientos más íntimos del otro; manejar las
relaciones de una manera fluida, y la rara habilidad, como dice Aristóteles
de: "ponerse furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en
el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta".
• Optimismo:
Ríchard Wiseman, profesor de psicología de la
Universidad de Hertfordshire -al norte de Londres-, pasó ocho años
investigando por qué algunas personas parecen ser más afortunadas en la vida
que otras. Su principal conclusión es que para tener suerte hay que mantener
una actitud positiva ante la vida y creer que las cosas pueden salir bien.
Seligman incluso tiene un libro que se llama "El optimismo aprendido", en
que se plantea que esta virtud se puede aprender desde la niñez, y que hay
que enseñar a los pequeños a pensar de forma adaptativa y positiva frente al
futuro. Claro que ser precavidos frente a lo venidero tampoco es malo: hay
que mirar posibles obstáculos que podamos tener, y así hacer los correctivos
necesarios.
El optimismo se entiende mejor con el famoso ejemplo del vaso con agua hasta
la mitad: el optimista ve el vaso medio lleno, y el pesimista lo va a ver
medio vacío; así ocurre en la vida con las situaciones no tan favorables: el
optimista las ve como una oportunidad donde se pueden hacer muchas cosas.
• Sabiduría:
Como se planteó en el Primer Encuentro de Psicología
Positiva ya mencionado, la sabiduría es una virtud y que parten de la
personalidad que redundan en actitudes que apuntan, principalmente en ayudar
al otro (ser más humanos) y a soportar dificultades para un placer a largo
plazo, por ejemplo, si quiero ser profesional tengo que trabajar y estudiar
duro durante la carrera; como plantea Epicúreo: "Es mejor soportar algunos
determinados dolores para gozar de placeres mayores. Conviene privarse de
algunos determinados placeres para no sufrir dolores penosos".
• Liderazgo:
En el Encuentro mencionado, se planteó esta
característica como un componente de la psicología positiva. Se puede
definir el liderazgo como la capacidad que tiene un individuo para influír
en un grupo. Tener características de líder nos hace sentir más valiosos en
la sociedad; esta cualidad la podemos cultivar desde la infancia, sea por
modelos o por el fomento de conductas de liderazgo.
• Autoestima:
Una alta autoestima es indicio de una vida feliz y de
una persona que se siente valiosa; por el contrario, una persona con baja
autoestima, es un caldo de cultivo para la depresión; por este motivo la
psicología positiva plantea este tema como fundamental en programas de
prevención. Las verbalizaciones que nos hacen desde niños como: "tú puedes",
"ánimo", "vuélvelo a intentar", "eres inteligente", "tienes muchas
capacidades", son unos pocos ejemplos de cómo vamos formando una autoestima
alta.
Según el psicólogo Wálter Riso en su libro "Los límites del amor"… quererse
a sí mismo es una de las principales vacunas contra la dependencia, el
maltrato y las relaciones de dominancia…"
• Amor:
Sentir amor es un estado que nos produce placer; claro que
debe de ser un amor fuera de manipulaciones, un amor que no conspire contra
mi ser auténtico, un amor que no vaya en contra de mis principios y ni
contra mis gustos; esto lo plantea muy claro Wálter Riso en el libro antes
mencionado.
El amor, para ser verdadero amor, debe contener solicitud, afecto e
intimidad; así lo expresa Antonio García en su libro "Treinta palabras para
la madurez". La solicitud supone hacerse cargo del otro, escucharle,
respetarle y ayudarle. El afecto es estar con él, junto a él, junto a ella.
La intimidad consiste en comunicarme con el otro.
• Motivación:
Va muy ligada a hacer lo que me gusta y quiero, no lo
que debería hacer, lo que me conviene hacer; la motivación al hacer algo
tiene que ver con el placer con que lo hago, como alguien decía en una
ocasión: "el que trabaja en lo que no le gusta, aunque trabaje todo el día,
es un desocupado".
La motivación viene del interior de nosotros mismos; es intrínseca; es más
importante que los premios y los castigos que vienen de afuera. Como es
interna, es generadora de optimismo y esperanza, lo cual quiere decir que si
se me presentan dificultades, persisto en lo mío, en mis metas, pues estoy
motivado.
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