La felicidad y la vida buena. Martin Seligman
La felicidad y la vida buena. Martin Seligman.
Texto:
http://www.cecop.cl/pdf/La-felicidad-y-la-Buena-V-con-AE-Psi.pdf
Psicólogo Antonio Estévez M.
Es frecuente ver en nuestras grandes ciudades, con el simple hecho de
deambular por sus calles, a muchas personas de ceño fruncido, hoscas en su
trato y maneras. Si las escuchamos, muchas veces destilan rabia, amargura,
frustración y hastío.
Al revés, es muy difícil comunicarse, o mejor dicho
encontrarse, con personas alegres, relajadas, felices de su existencia, que
irradian paz y felicidad. Al parecer, la vida moderna, sus exigencias,
demandas y su enervante dinamismo, marcada por un consumismo frenético, un
fuerte egoísmo personalista y la falta de tiempo para todo lo realmente
humano, nos ha llevado a olvidar las claves de la buena vida, y confundir,
muchas veces el placer con la felicidad.
|
En mi experiencia profesional, he
visto personas jóvenes, sanas, hermosas y exitosas, con una actitud
depresiva y autodestructiva impactante, donde tenían todo el placer del
mundo a su disposición, y eran perfectamente desgraciados.
Al revés, me he
encontrado con personas que enfrentan graves y grandes dolores y
vicisitudes, pero su actitud y disposición es la de una persona feliz y
comprometida con la vida.
El contraste es paradójico y nos lleva a una
reflexión: gran parte de la humanidad ha extraviado el camino de la
felicidad, confundiendo esta con el placer, el dinero o el poder.
Y no
estamos diciendo que el placer, el dinero o el poder en sí sean negativos o
malos, pero definitivamente, tal como se conciben hoy, no llevan a la
felicidad. Como que la cultura actual, al desarraigar al hombre de la
naturaleza y no estimularlo al desarrollo de su mundo interior, lo ha ido
vaciando por dentro, haciéndolo un desconocido para sí mismo, sus semejantes
y de las leyes inmutables de la madre naturaleza.
Lejos estamos de las enseñanzas de EPICTETO, filósofo estoico, que vivió en
el imperio romano hace 2.000 años, que habiendo nacido esclavo, se ganó su
libertad en base a su inteligencia, paz y sabiduría. Este hombre nos legó un
maravilloso libro para encontrar la tan esquiva y anhelada felicidad, se
llama: “Manual de Vida”.
En el expone con ejemplos y máximas, como alcanzar
la felicidad, poniendo nuestra atención en lo que podemos controlar, que es
nuestro mundo interno y en definirnos, por nuestros reales valores internos
de una sana disciplina y de una honestidad acerada, con el prójimo y con
nosotros mismos.
Después de muchos siglos, un prestigioso psicólogo, vuelve a retomar el
tema, con más ciencia que filosofía, pero ambos enfoques absolutamente
compatibles, como siempre debe ser entre la ciencia y la filosofía. Estamos
hablando del último libro de Martín Seligman: "Auténtica felicidad". En este
libro, el autor recopila un gran número de investigaciones sobre la
felicidad.
En uno de los estudios, a 272 ejecutivos se les midió su nivel de emociones
positivas. Se encontró que las personas que tenían más
emociones positivas eran consideradas más productivos / vas y tenían mejores
sueldos. Similarmente, se han desarrollado otros estudios que confirman que
las personas más felices son más longevas, sanas y obtienen mejores
resultados en diferentes actividades, tanto sociales, como profesionales.
Pero, ¿de qué depende tener un nivel duradero de felicidad?
Seligman
propone, una ecuación: FELICIDAD = S + C + V
La letra S se refiere...
Al "set"
genético, al paquete genético que heredamos de nuestros antepasados,
herencia con que venimos a este mundo. Sin duda existen personas que desde
que nacen son más entusiastas, optimistas y en general más felices. Otros,
en cambio, ven la vida a través de un filtro oscuro. La buena noticia es que
estudios muestran que este rasgo hereditario, a diferencia de otros como la
altura, sí puede modificarse. Requiere tomar consciencia de aquello y
trabajar duro, con la técnica adecuada.
La letra C se refiere...
A las "circunstancias" que debemos afrontar en nuestra
vida: nuestro nivel económico, edad, matrimonio, salud, educación, entre
otros. Uno de los mitos que tiene nuestra sociedad, como lo mencionábamos
anteriormente, es que el dinero compra la felicidad. Seligman tiene estudios
que demuestran que después de un nivel mínimo de ingresos, no existe
correlación entre el dinero y la felicidad. El matrimonio, en cambio, sí es
una circunstancia que fomenta o disminuye la felicidad, según los últimos
estudios. En una investigación se estudió a parejas que pasaban por momentos
difíciles. Aquellas que continuaron juntas pese a sus diferencias, después
de unos años eran significativamente más felices que las que decidieron
divorciarse, producto de un trabajo en si mismos y de encontrar puntos de
unión, pues de nada sirve tampoco, estar juntos por el solo hecho de estar
casados.
Otra variable de "circunstancias" es el entorno en que nos tocó vivir en
nuestra niñez. Si nuestros padres no nos dieron el cariño que
necesitábamos o nos agredieron puede resultar en una tendencia hacia la
infelicidad. El dolor guardado en el inconsciente es como una sombra negra
que sale cuando menos lo esperamos, eclipsando nuestra felicidad.
Finalmente
la letra V se refiere a...
Los factores que están sobre nuestra "voluntad".
|
En
qué medida tomamos la vida en nuestras manos e intentamos buscar nuestra
felicidad. Es fácil quedarse en las dos primeras letras; nuestra genética y
nuestras circunstancias.
Es fácil culpar a nuestra empresa de nuestro desbalance, o a la
competencia, por no alcanzar nuestras metas, o al matrimonio de
ser la causa de todos los problemas. Pero la pregunta es ¿estoy haciendo
absolutamente todo lo humanamente posible para que esto no ocurra?
La verdad es que todo indica que ser feliz, es un acto VOLITIVO,
como muy bien lo expresa en su obra el filósofo y científico Darío Salas
Sommer.
El Dr. Martin Seligman, se dedicó 30 años al estudio de las causas de la
depresión, antes de interesarse por el tema de la felicidad, y creó un
cuestionario para detectar nuestros “talentos” para ser alegres y / o
felices, e identificó tres principales tipos de felicidad.
Los 3 principales tipos de felicidad:
Al primero lo llamó “La Vida Agradable”:
El bienestar que nos invade al
disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida, e incluso, de una buena
película. Es decir el estímulo sobre nuestros sentidos físicos. La felicidad
del cuerpo animal, gozar brutamente, que es casi como se concibe la única
felicidad que conocemos hoy en este planeta. Seligman critica a este tipo de felicidad, que
él identifica con el estilo de vida hollywoodense o las campañas
publicitarias, donde estelares figuras sonríen ante cámaras y luego consumen
pastillas para matar la angustia. “El efecto de esta felicidad dura poco”
advierte. Es la felicidad hueca del soma, que nada deja y todo tiene que
volver a repetirse, para obtener más de lo mismo. Esta felicidad no se
acumula en palabras de Salas Sommer.
El segundo tipo se llama “La Buena Vida”:
Es la felicidad que nace en cada
uno de nosotros cuando disfrutamos algo en lo que somos buenos, o incluso
talentosos. Se trata de identificar esos dones y de saberlos usar. Esto es
desarrollar cualidades y disfrutar con superarnos. Tiene que ver con vivir
intensamente el momento presente y disfrutar con las cosas simples de la
vida. Revalorizar los pequeños detalles.
El tercero es Vida con Sentido:
“Se trata de encontrar aquello en lo que
realmente creemos y de poner todas nuestras fuerzas a su servicio. Aquí
entran en juego nuestras convicciones profundas y nuestros ideales. Las
obras de caridad, el tratar de ser mejores, el criticar menos y comprender
más, sonreír al vecino, todo vale”. Y gratifica.
Durante siglos filósofos y
místicos han meditado sobre como alcanzar cierta felicidad en este mundo,
hoy, con estas investigaciones en curso, es están estructurando en este
concepto de Psicología Positiva, las bases para desentrañar el misterio de
que hace feliz al ser humano, no obstante con miles de años de ensayo y
error al respecto, existen algunos puntos que sí se sabe que ayudan y
funcionan:
Claves para encontrar una felicidad duradera:
- Aprender a vivir intensamente el momento presente.
- Comprender que el primero de los bienes de este mundo, después de la
salud, es la paz interior.
- Que es fundamental valorar lo que tenemos en este momento, en todos los
aspectos, sin amargarnos por lo que nos falta.
- Comprender que la felicidad está hecha de pequeños detalles y que son esos
pequeños detalles, y no los grandes acontecimientos, los que determinan
nuestra felicidad personal. Apreciar y revalorar los pequeños y hermosos
detalles a nuestro alrededor, como la luz del sol, los amaneceres, el canto
de los pájaros, el sonido del agua en una fuente, la brisa fresca, el
silencio, etc.
- Poner nuestro interés y esperanzas solo en lo que podemos controlar y
depende exclusivamente de nosotros, nuestra felicidad y la que podemos dar a
otros, debe estar cimentada en nuestro mundo interior, que es lo único que
podemos poseer.
- Basar la felicidad en otras personas, el dinero, el poder y
objetos o situaciones diversas, es la peor inversión, pues todo eso cambia
permanentemente y no estará nunca bajo nuestro control.
Final.
Si alcanzamos la vida con sentido y la buena vida, con algún toque de vida
placentera, podemos tener niveles de verdadera felicidad, de aquella
felicidad ininterrumpida, que para muchos hoy solo parece un sueño
inalcanzable, pero que Epicteto, Salas Sommer y Seligman muestran como muy
posible, solo basta despertar un poco de nuestra modorra habitual,
esforzarnos en el sentido correcto y aplicar las 3C:
Conciencia, Compromiso y Convicción.
Contacto y comentarios
Puedes comentar este texto aquí: Comentarios
También puedes contactar con el administrador en este enlace: Contacto