Las 8 claves que delatan a charlatanes, vendeburros y otros embaucadores.
Las 8 claves que delatan a charlatanes, vendeburros y otros embaucadores.
Texto:
http://manuelgross.bligoo.com/20120824-las-8-claves-que-delatan-a-charlatanes-vendeburros-y-otros-embaucadores
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De profesionales del humo, encantadores, vendeburros y otros embaucadores.
Por Isidro Tenorio.
Charlatán es el que habla mucho y sin sentido. Charlatán el que habla sin
discreción. Charlatán es ese vendedor ambulante que anuncia su mercancía a
gritos. Pero el charlatán al que dedico hoy este artículo, mi charlatán
“favorito”, es el embaucador profesional e iluminado del Social Media.
Embaucadores los hay desde el inicio de los tiempos. Los hay que tienen
poderes mentales y pensamientos mágicos; otros tienen capacidades
paranormales, adivinadoras o están poseídos; la mayoría gozan de una
clarividencia que les permite ver “más allá”. Incluso a veces, ver aquello
que es obvio, pero de una forma especial.
No, no hablo de las madres, que son un poco
“Desde-que-te-parí-y-hasta-tu-último-día-sé-exáctamente-lo-que-te-conviene”,
sino de aquellos profesionales, creo que no hay más remedio que reconocerlos
como tales, que son capaces de convencer a muchos de que únicamente ellos
están en posesión de la Verdad Absoluta. Y como ésta es toda su actividad
para ganarse la vida y se la ganan, pues eso, profesionales.
Y no hablo de gurús, que se ganan “honradamente” el sustento, sino de
aquellos advenedizos, atrevidos intrusos, que se lanzan a ver si tienen
suerte, sin preparación, sin conocimiento y/o sin capacidad, pero dotados de
una firme convicción. Claro que se amparan en un desconocimiento
generalizado y una profusa emisión de opiniones en casi todas las
direcciones posibles, lo que evidentemente es bastante desconcertante para
los clientes que están ahí afuera…
Así que, en el fondo, son unos” agentes” más, pero que en vez de emitir
opiniones, dictan juicios de valor, postulados y axiomas sobre algo que
desconocen totalmente, convencidos, casi correctamente, que si lo dicen
serios y firmes, los demás lo aceptarán.
Así que primero tuvimos
“Soy-el-único-intermediario-reconocido-entre-dios-y-los-hombres”,
“No-te-conozco-pero-voy-a-contarte-tu-destino”, luego llegaron los de
“Da-igual-a-quien-votes-que-trincaremos-los-mismos”, pasando por los de
“Mira-por-dónde-yo-sí-sé-en-qué-gastarme-la-pasta-que-ingresaste”.
Pues ahora, de los mismos y aclamados guionistas, llegan los
“Nací-community-manager-y-el-socialmedia-no-tiene-secretos-para-mi” y los de
“Sólo-si-sigues-mis-instrucciones-venderás-mucho-en-redes-sociales”. Claro
que, quizá deberían preceder lo anterior de un
“Mírame-fijamente-a-los-ojos-y-siente-cómo-te-vas-durmiendo”. Al final, toda
esa presión produce en los clientes una pareidolia, como cuando una mancha
en la pared, a fuerza de mirarla, finalmente es la viva imagen de una ex
novia que tuvimos en el cole…
Y es evidente que esto provoca un montón de problemas, especialmente a los
clientes que optan, probablemente por desconocimiento y ausencia de
análisis, por esta peligrosa clase de “vendeburros”. No sólo es la mala
imagen que estos (malos) profesionales dan del sector y la mala reputación
en la que nos incluyen a los demás, sino las chapuzas en las que intervienen
y sus acciones incorrectas, indebidas o, incluso, poco éticas o inmorales
(antes “Black-Hat”, ahora “Run-for-your-lives!”).
Así que, todavía peor, luego cuesta meses, si no años, recuperar la imagen
del cliente. No pretendo desarrollar un manual contra pensamientos mágicos,
detectives psíquicos, poderes mentales, embustes paranormales, falsos
profetas ni otras fantasías perjudiciales, pero, ¿cómo puedes reconocer a
estos “falsos profetas” y malos profesionales? En el siguiente post te
presentaré bastantes pistas.
Segunda Parte
En el anterior artículo hablaba de lo perjudicial que era para nuestro
sector, igual que para cualquier otro, la ausencia de profesionalidad
provocada por la falta de escrúpulos y formación de algunos “proveedores”,
junto con la desinformación de muchos clientes.
Intentando aportar algunas gotas de claridad, adjunto una serie de puntos
que, si bien individualmente no serían preocupantes, al coincidir varios,
son claros y serios indicadores de que el proveedor no nos aportará lo que
creíamos y esperábamos. Y tampoco se trata de una lista exhaustiva, sino de
una serie de actitudes que nosotros mismos hemos observado y que, por
desgracia, también algunos clientes nos han señalado entre nuestra
competencia.
Estos artistas de “circo de pulgas”, de los que deberías apartarte:
1. Tienen una página web estándar.
Tienen una página web en una plataforma gratuita, hecha con un asistente
estándar. El diseño es anticuado y nada atractivo. No realizan ningún tipo
de SEO en su propia página web. Los textos de la web y/o blog contienen
errores y faltas graves y continuas de ortografía, emplean una mala
redacción y/o los textos son extrañas traducciones al castellano. No es
lógico que una empresa mínimamente tecnológica utilice estas plataformas
básicas que no pueden controlarse, como los generadores gratuitos que se
ofrecen en servidores compartidos de gran consumo, por otra parte perfectos
para clientes finales sin más necesidades… Y si ofreces algún servicio de
marketing online, lo lógico es que su web sea “aparente”… y esté optimizada
para motores de búsqueda!
2. No tienen casos ni clientes conocidos.
No presentan casos de éxito de sus clientes, éstos son totalmente
desconocidos o ni siquiera se mencionan. Deberían poderte presentar ejemplos
de su actividad que puedas contrastar y que te parezcan razonables. Tampoco
hablan en ningún sitio de quiénes son, o sólo hablan de una conocida figura,
“master del universo”, que regenta la compañía. No parece que haya un equipo
detrás. Buscas y revisas el perfil en Linkedin del “fundador”. Vaya, no
tiene o no da referencias de lo que hizo hace 2 años y tampoco tiene
recomendaciones creíbles de clientes… De hecho, hace sólo unos meses que ha
empezado en su blog, en su cuenta de Twitter, en su cuenta de Facebook… o
tiene cuatro artículos en su blog y el último es de hace dos años…
3. No tienen una experticidad comprobable.
Afirman que son expertos en Marketing Online, pero sólo lo pueden demostrar
diciendo que tienen muchos seguidores en Twitter o Facebook. Pero si ésta es
la única prueba que aportan, deberías sospechar que quizá no sean tan
expertos como dicen, el marketing online es mucho más que redes sociales.
Por otro lado, si tienen pocos fans en [su página profesional o corporativa
de] Facebook, y menos seguidores en [su perfil profesional o corporativo de]
Twitter… quizá tampoco tengan tanta experiencia…
4. Tienen una actitud de superioridad.
Te dicen que el email está obsoleto, que el SEO ha muerto, que Google Places
no sirve para nada o afirmaciones tajantes similares, diciendo que hoy sólo
funcionan las Redes Sociales. Actúan con prepotencia, una actitud soberbia
(o idiota), de superioridad manifiesta. Te aseguran que NO necesitan de tu
implicación, que ellos se bastan y se sobran para llevar el proyecto
adelante. Si no conocen tu sector o no tienen interés en el mismo o,
simplemente, si no pueden identificarse contigo… será muy complicado que
trasmitan las ideas correctas sobre tu negocio. Pero claro, su actividad es
mágica y los resultados increíbles… pues eso.
5. No piden la participación de los clientes.
Se centran exclusivamente en Redes Sociales, hacen mucho hincapié en
concursos y sorteos de Facebook… pero no te hablan de definir estrategias
contigo, ni necesitan que participes en el desarrollo y aplicación de
tácticas, ni te dicen cómo te informarán de los resultados de cada acción.
6. Eluden hablar de los resultados obtenibles.
No te preguntan qué esperas conseguir, ni cuáles son tus objetivos, no te
piden aclaraciones para entender perfectamente tu empresa, tus productos o
servicios. No hay ninguna correlación clara entre las tácticas propuestas y
tus objetivos. Nunca dicen cómo se medirá el éxito de sus acciones o te
proponen objetivos irrelevantes, inalcanzables o incomprensibles. Rehúyen
hablar específicamente de qué parámetros se medirán y/o de cómo se obtendrá
un Retorno de Inversión y de sus detalles. Tampoco sugieren empezar por el
desarrollo de un Plan de Marketing personalizado y ajustado a tus
necesidades, ni te ofrecen informes periódicos en los que se recoja el
trabajo realizado y los objetivos conseguidos. Eso sí, son encantadores.
7. Ocupan una jerga confusa.
En general, insisten y abusan de temas y términos técnicos que escapan a tu
entendimiento, diciéndote que es muy complicado. O utilizan frases huecas,
sin significado claro. Si tú eres capaz de explicar a tus clientes en qué
consiste tu trabajo y tu producto/servicio, cualquier profesional debería
poderlo hacer. Antes de tomar una decisión, deberías entender qué te
proponen, qué conseguirás con ello y qué te costará!
8. Ofrecen precios irrazonables.
Finalmente te ofrecen llevarte “todo” por 99 € al mes (o menos)… o por 4.900
€, pero no está definido qué plan de acción tienen ni cómo te van a informar
de los resultados. Y todavía es peor si te dicen que tienen el mejor precio
porque van a poner a un becario para llevar tu cuenta. Por barato que
parezca, si la lleva un becario y comente un error, te puede salir mucho más
caro!
Si te encuentras con algún proveedor o agencia que cumpla varios de estos
puntos, seguramente es nuevo, tiene poca experiencia… o quiere aprovecharse.
Mi consejo es que te alejes lo máximo posible o tendrás problemas de verdad…
aunque seguramente tu sentido común ya te estará alertando de esto…
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