Las crisis más importantes de la historia. Segunda parte.
Las crisis más importantes de la historia. Segunda parte.
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8. 2001. La burbuja de las punto com y los ataques terroristas machacan
los mercados financieros
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Un siglo después de que la humanidad se volviera loca por los ferrocarriles,
la historia se repetía con una diferencia: en los albores del siglo XXI el
nuevo invento objeto de deseo se llamaba Internet. Nuevas compañías de
apellido punto com aparecían como setas.
Se desarrolló una línea de prensa especializada (también había ocurrido con
los ferrocarriles): revistas, libros, películas… la pasión por lo digital
parecía desterrar todo conocido hasta entonces. Empresas recién creadas como
Terra valían en bolsa mucho más que una vetusta Telefónica, luego
protagonizó uno de mayores descalabros en España de las tecnológicas.
En 1999, Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal
Estadounidense, y hombre muy ducho en la historia económica, dio la voz de
alarma. Los ingredientes de una burbuja estaban sobre la mesa, pero su
advertencia tuvo escaso éxito. Los errores humanos ser repiten, y los
inversores siguieron comprando. Un año después la prestigiosa NBC anunció el
cierre de su página web. Era el comienzo de fin: detrás de muchas punto com
sólo había aire.
La caída de las bolsas, en esta ocasión parecía escalonada hasta el 11 de
septiembre. Ese día los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York
dieron la puntilla a los mercados.
Las bolsas de Estados Unidos cerraron tras los ataques, El Nikkei perdió un
6,23% y bajó a un mínimo que no se registraba en 17 años. Los índices
europeos cayeron a su nivel más bajo desde diciembre de 1998. El FTSE 100
perdió un 5,7%, en su mayor caída diaria desde la "crisis" de octubre de
1987, lo que evaporó 98.000 millones de dólares de valor del mercado. En
esta ocasión, lo que las autoridades americanas habían conseguido
amortiguar, lo aniquilaron los terroristas.
9. 1720. La locura de El Dorado americano
Hacerse rico en poco tiempo no es una práctica de los tiempos modernos. Ya
en el siglo XVII los europeos de todas las clases sociales ganaban dinero a
espuertas comprando participaciones en las llamadas compañías de acciones:
Mississippi Company, en París, y South Sea Company en Londres eran los blue
chips de la época. Mientras estas compañías invertían al otro lado del
Atlántico, en Europa se llegaron a emitir billetes, supuestamente avalados
por su valor en oro, y se concedieron miles de créditos para compra sus
acciones.
Pero el negocio real al otro lado del océano no era suficiente para
compensar los altos precios de las acciones. De nuevo, la falta de confianza
desató la catástrofe financiera. Comenzó la venta masiva, y se sucedieron
situaciones dantescas: 15 personas perdieron a vida ante el Banque Royale de
París, y el propio Isaac Newton, perdió más de 20.000 libras de la época.
10. 1634. Los tulipanes enloquecieron a Holanda
A principios del siglo XVI los holandeses se volvieron locos con la flor que
les haría pasar a la historia: el tulipán. El embajador holandés en Turquía
había puesto de moda estos bulbos y sus compatriotas llegaron a pagar hasta
6.000 florines por una sola flor; una millonada de la época, ya que el
salario medio estaba entre 200 y 400 florines.
La paranoia llegó en 1937con el establecimiento de un mercado de futuros. Lo
bautizaron como el negocio de viento, y en él ya no se compraban bulbos
reales sino promesas de bulbos que se plantarían en la siguiente primavera.
Esta fue la primera burbuja bursátil de la historia.
Un producto estrella, una pasión desatada, precios de escándalo, ruptura de
la confianza y, por supuesto, explosión: El 3 de febrero de 1937 los rumores
y las suspicacias provocaron una venta masiva y la ruina de millones de
holandeses. La receta de las crisis mundiales, estaba servida.
11. El pánico de 1907
Fue una crisis que tuvo lugar en EE. UU. cuando la Bolsa de Nueva York cayó
cerca de 50%. El pánico ocurrió durante un momento de recesión, cuando hubo
varias corridas en bancos (se retira el dinero en masa) y en sociedades
fiduciarias. El pánico se extendió por todo el país cuando muchos bancos
nacionales y locales y negocios entraron en bancarrota. Las causas
fundamentales del pánico incluyeron una retracción de la liquidez en el
mercado por parte de varios bancos de Nueva York, una pérdida de confianza
entre los depositantes, exacerbada por la falta de regulación y la ausencia
de un prestamista de última instancia.
no es demasiado conocida (la caída de la Bolsa y subsiguiente Gran Depresión
de los años treinta hacen sombra a todos los demás episodios de este tipo),
tuvo una consecuencia aplazada de primer orden: la creación seis años más
tarde de la Reserva Federal, que ejerce de banco central en Estados Unidos.
Los acontecimientos se produjeron durante la presidencia de Teodoro
Roosevelt, un presidente que acumuló activos tan contradictorios como haber
sido extremadamente belicista en la guerra de Cuba y haber recibido años
después el Premio Nobel de la Paz (en 1906, el mismo año en que Santiago
Ramón y Cajal recibía el suyo de medicina) por sus buenos oficios para poner
fin a la guerra que había enfrentado a rusos y japoneses en 1905.
El llamado pánico de 1907 lo provocó la retirada masiva de dinero y
consiguiente quiebra de un tipo de banco sometido a pocas reglamentaciones
que, con el nombre genérico de trust, desarrollaba actividades de
fideicomiso (herencias, legados, etcétera).
Si hubiera que buscar un equivalente contemporáneo de alguna de las
actividades de los trusts, probablemente el candidato ideal serían los hedge
funds o fondos de inversión libre, que es como se les ha rebautizado en
España. Ambos, presentados en numerosas ocasiones como inversiones libres de
riesgo, tienen en común el recurrir a un endeudamiento muy alto,
amplificando así la magnitud tanto de las ganancias como de las pérdidas
resultado de sus inversiones.
Los hedge funds ahora, como los trusts en 1907, son entidades que están
sometidas a poca o ninguna reglamentación; con domicilio, en muchos casos,
en paraísos fiscales y, por tanto, a resguardo de cualquier entidad oficial
que quisiera supervisarlos; que se comportan cada vez más como los bancos
tradicionales, pero sin estar sometidos a las normas e inspecciones que
mantienen a estos últimos estrechamente vigilados, y que carecen, por tanto,
de la red de seguridad que para los pequeños ahorradores supone la
existencia del Fondo de Garantía de Depósitos.
Y no sólo eso. Al igual que los bancos podían en 1907 promover y ser
accionistas de los trusts, los bancos actuales son promotores de hedge funds,
a veces con escaso éxito (UBS ha tenido por esa causa fuertes pérdidas este
año) cuando no se convierten ellos mismos en cuasi hedge funds (tal es el
caso del banco de negocios norteamericano Goldman Sachs). De ahí que desde
los ámbitos más variados se esté reclamando con insistencia la
reglamentación de este tipo de vehículos de inversión, citando como aviso
para navegantes los problemas en los que un hedge fund metió al sistema
financiero norteamericano y mundial en 1998.
Pero, con independencia de la actividad de los hedge funds, el centenario de
la crisis de 1907 coincide con otro elemento inquietante: la desaceleración
del ciclo alcista inmobiliario en diferentes países, entre ellos España. De
hecho, la prensa extranjera se ha llenado recientemente de artículos
titulados "la burbuja española", entre anécdotas más o menos coloristas que
hacen recordar episodios de crisis anteriores: desde las operaciones de
compraventa entre la inmobiliaria Astroc y su presidente hasta la
construcción de los rascacielos en la antigua ciudad deportiva del Real
Madrid, todo parece evocar los problemas contables de algunas empresas
americanas en 2002 o el exceso de oferta de espacio de oficinas en el Canary
Wharf de Londres en 1992, un exceso de oferta que llegó al mercado justo
cuando el ciclo alcista estaba a punto de terminar. Lo que a 100 años de
1907 contribuye al folclore de una crisis
12. Crisis en el Sudeste Asiático
El llamado milagro económico asiático se convirtió en un desastre en Julio
de 1997, cuando los inversores perdieron la confianza en su moneda.
Las altas tasas de rendimiento de las inversiones en el mercado asiático
eran muy atractivas para los demás continentes. Pero cuando los Estados
Unidos al intentar detener su propia recesión bajando los tipos de interés,
el mercado americano se volvió más atractivo que el asiático, el cual se
volvió demasiado arriesgado para los inversores.
La crisis comenzó en Thailandia, y un efecto dominó hizo que le siguiesen
las Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Malasia y demás países asiáticos, lo
cual provocó una crisis económica en este continente sin precedentes.
La crisis comenzó adentro Tailandia con el derrumbamiento financiero del
Baht tailandés causado por la decisión del gobierno tailandés a flotador el
baht, cortando su clavija a USD, después de esfuerzos exhaustivos de
apoyarlo frente a un overextension financiero severo que estaba en parte
propiedades inmobiliarias conducido. Cuando, Tailandia había adquirido una
carga de deuda exterior eso hizo el país con eficacia arruinado incluso
antes del derrumbamiento de su modernidad. Las ganancias drástico reducidas
de la importación que resultaron de la devaluación forzada después hicieron
una recuperación rápida o aún a medio plazo imposible sin la intervención
internacional necesaria. Como la extensión de la crisis, la mayor parte de
Asia Sur-Oriental y Japón modernidades del slumping de la sierra, bolsas
devaluadas y activo precios, y una subida empinada adentro deuda privada
13. 1836- 1857. El ferrocarril, la especulación a toda máquina
Año 1830. Una máquina de hierro, llamada ferrocarril, consiguió recorrer 56
kilómetros en a penas hora y media. El logro parecía increíble a ojos de
unos ingleses acostumbrados a recorrer ese mismo camino en tres horas, en
diligencia. El recién inventado ferrocarril desató todas las pasiones. La
railwaymanía había comenzado.
Los empresarios que se dedicaron a montar este tipo de compañías sin pensar
en las millonarias inversiones que requerían, y los especuladores que
compraban acciones a espuertas en busca de beneficios estratosféricos. Y así
fue por un tiempo. Los años siguientes fueron una época de euforia para la
economía mundial y las acciones de las compañías de ferrocarril repartían
dividendos del 10%. Todo el mundo quería estar allí.
Cada semana se conocían nuevos proyectos, y se vendía más acciones. Pero ni
todos eran tan rentables y todas las acciones tan reales. En junio de 1945,
un informe del Parlamento británico desveló que 20.000 especuladores habían
suscrito acciones ferroviarias por valor de 2.000 libras, cada uno, con la
intención de vendarlas al día siguiente. Es fácil adivinar las consecuencias
de la noticia: caída en picado de los valores, inversores arruinados,
familias en la calle.
14. Crisis de Kuwait (1992)
El mercado de valores Souk Al-Manakh de Kuwait era una Bolsa alternativa y
no del todo legal, sobre todo comparada con la Bolsa oficial del país. Sin
embargo, muchos nuevos inversores no tenían apenas acceso al mercado legal,
que estaba controlado en gran medida por las grandes familias adineradas,
así que empezaron a invertir en el Souk Al-Manakh. Las transacciones se
hacían básicamente mediante cheques posfechados; hecho que creó un castillo
en el aire que pronto se derrumbaría. Miles de inversores poseían crédito
libre, en forma de cheques posfechados o pendientes de cobro, que ascendía a
unos 94.000 millones de dólares. En realidad, el dinero nunca existió y sólo
dos bancos (uno comercial) sobrevivieron al desplome.
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