Las crisis más importantes de la historia. Primera parte.

Creado: 28/2/2013 | Modificado: 28/1/2013 3640 visitas | Ver todas Añadir comentario



Las crisis más importantes de la historia. Primera parte.

Texto: http://listas.20minutos.es/lista/las-crisis-economicas-mas-importantes-de-la-historia-340050/
 
1. Crisis económica española de 2008-2012

 


Se conoce como crisis económica española de 2008 al deterioro que ese año se empezó a advertir en los principales indicadores macroeconómicos y cuyas consecuencias se han extendido en el tiempo hasta la actualidad, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social. Esta crisis se enmarca dentro de la Crisis económica de 2008 que afecta a todos los países del mundo, y en especial a los países desarrollados. El comienzo de esta crisis mundial supuso para España la explosión de otros problemas: el final de la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria de 2010 y finalmente el aumento del desempleo en España, lo que se tradujo en el surgimiento de grandes movimientos sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo así como cuestionar el sistema político exigiendo una renovación democrática. El movimiento social más importante es el denominado Movimiento 15-M, surgido en mayor medida, por la precariedad y las condiciones económicas de la clase media y baja; dos consecuencias de la Crisis financiera de 2008.

El origen de esta crisis, enmarcada en el contexto de una crisis económica-financiera a nivel mundial, gira en torno al fuerte ajuste de la industria de la construcción tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La drástica disminución del crédito a familias y pequeños empresarios por parte de los bancos y las cajas de ahorros, algunas políticas de gasto inadecuadas llevadas a cabo por el gobierno central, el elevado déficit público de las administraciones autonómicas y municipales, la corrupción política, el deterioro de la productividad y la competitividad y la alta dependencia del petróleo son otros de los problemas que también han contribuido al agravamiento de la crisis.



2. El Martes negro (1929)



El 29 de octubre de 1929, 10.000 millones de dólares (unos 95.000 millones actuales) desaparecieron. En los años previos al martes negro, el Dow Jones hizo millonarios a miles de personas. La Bolsa se convirtió en un hobby para muchos inversores ignorantes que no sabían nada sobre cómo funcionaba el mercado de valores, pero que aun así estaban dispuestos a volcar todo su dinero en acciones de empresas (muchas fraudulentas) de las que no sabían nada.

Cuando el gobierno intervino para intentar calmar las cosas subiendo los tipos de interés, cundió el pánico. Los inversores estaban desesperados por liquidar sus acciones, pero el dinero era una ilusión que creó inmediatamente una pobreza inimaginable. Desgraciadamente, los bancos también invirtieron en acciones, lo que provocó una masiva demanda de fondos debido al pánico, lo que sumió a los bancos en la insolvencia y la quiebra. El país fue golpeado por la Gran Depresión, y tras él, gran parte del mundo.


3. La crisis argentina (conocido tambien como el cacerolazo y corralito)



Los ochenta fueron un período muy difícil para el país gaucho; la dictadura, la guerra de las Malvinas, el colapso económico y una masiva inflación. Su deuda creció a lo largo de la década de los 90, y todo esto unido a la gran corrupción existente en este país, Argentina entró en una gran... Ver mas
Los ochenta fueron un período muy difícil para el país gaucho; la dictadura, la guerra de las Malvinas, el colapso económico y una masiva inflación. Su deuda creció a lo largo de la década de los 90, y todo esto unido a la gran corrupción existente en este país, Argentina entró en una gran recesión en el año 1999.

Como era de esperar, los inversores perdieron la confianza en las empresas de este país, lo cual llevó al gobierno a congelar las cuentas bancarias durante un año, permitiendo sacar dinero de ellas en escasas ocasiones. Esto llevo a numerosas manifestaciones, seguidas de grandes disturbios, lo cual llevó a la caída del gobierno de Fernando de la Rua.

La distancia, sostienen algunos, permite analizar los hechos de manera más objetiva, y en este sentido tal vez sea demasiado prematuro para entender la real dimensión de los cambios que se produjeron a raíz de la renuncia de De la Rúa.

Pero lo cierto es que la Argentina de finales de 2001 era un país muy diferente al de hoy en día. Por entonces los argentinos vivían los últimos días de la convertibilidad, es decir, la paridad entre el peso y el dólar.

Esto había permitido que muchos de ellos viajaran y adquirieran bienes importados, pero según muchos analistas, se trató de un mecanismo artificial e inflexible que contribuyó en gran medida a la crisis económica que estalló a comienzos de 2002.


4. Hiperinflación alemana



Tuvo lugar entre 1921 y 1923 en la República de Weimar, nombre histórico con el que se identifica a Alemania durante el período de entreguerras. No fue la primera ni la más fuerte de la serie de hiperinflaciones que azotaron Europa en los años 1920, pero es el caso más destacado de la historia, ya que en ella se sucedieron situaciones como: aumento de los precios, de los tipos de interés, modificaciones del tipo de cambio y abandono de la moneda como unidad de intercambio.

La principal causa imputable a tal hecho fue la necesidad que tenía la República de Weimar de hacer frente a las indemnizaciones fijadas por los vencedores de la Gran Guerra (tratado de Versalles).

La mayor parte de los pagos se efectuaron emitiendo dinero sin límite. En 1923 franceses y belgas invadieron el Ruhr, una de las zonas más industrializadas de Alemania como medida de presión para que ésta reiniciase los pagos que había suspendido unilateralmente. El gobierno alemán incitó a la resistencia pasiva y como compensación a los industriales alemanes que se habían visto obligados a paralizar su producción, se emitió gran cantidad de moneda. Los billetes puestos en circulación por el Estado hicieron subir los precios y la moneda sufrió un incremento de su valor nominal sin la menor correspondencia con su poder de compra real. En 1923 se llegaron a emitir billetes con un valor teórico de cientos de millones de marcos.

Julio de 1914 1
Enero de 1919 2,6
Julio de 1919 3,4
Enero de 1920 12,6
Enero de 1921 14,4
Julio de 1921 14,3
Enero de 1922 36,7
Julo de 1922 100,6
Enero de 1923 2.785
Julio de 1923 194.000
Noviembre de 1923 726.000.000.000

Aunque la inflación remitió a partir de 1924, la ruina de los pequeños ahorradores, el empobrecimiento de los asalariados y el desempleo, provocaron serios problemas sociales y el descrédito de la República de Weimar


5. El error de diciembre (también conocido como el efecto tequila)



La crisis económica de México de 1994 tuvo repercusiones mundiales. Fue provocada por la falta de reservas internacionales, causando la devaluación del Peso durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el Gobierno Mexicano que le permitieran garantizar a sus acreedores el cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.

La noche del 19 de diciembre de 1994 -apenas tres semanas después de que Ernesto Zedillo tomó posesión como presidente— hubo una reunión nocturna en Los Pinos de lo que entonces se llamaba el Pacto de Solidaridad Económica, un grupo cupular de organizaciones sindicales y empresariales. En esa reunión se tomó la determinación de “ampliar la banda de flotación” del peso de un techo de 3.50 a cuatro pesos por dólar. Esa medida equivalía a una devaluación de poco menos del 15 por ciento. Pero el peso aguantó sólo dos días en su nuevo nivel antes de que el Banco de México tuviera que retirarse definitivamente del mercado cambiario y el peso se desplomara.

Al tratar de limitar la depreciación a 15 por ciento, el Gobierno dejó el peso sujeto a presiones especulativas. En retrospectiva queda claro que habría sido mucho mejor retirar al Banco de México desde un principio del mercado cambiario, dejando que el pánico corriera y el peso alcanzara su verdadero valor de mercado después de cierto tiempo. Pero, por supuesto, siempre es muy fácil lidiar los toros desde la barrera. Se dice que algunos de los empresarios y líderes sindicales que participaron en la reunión del 19 de diciembre aprovecharon la información que recibieron para realizar compras de dólares y beneficiarse de la devaluación. Esta acusación la ha reiterado recientemente el propio ex presidente Salinas. La verdad, sin embargo, es que los participantes de esa reunión no tuvieron forma de adelantarse a la apertura del mercado en la mañana del 20 de diciembre. Las compras masivas de dólares que se realizaron el 20 y el 21 de diciembre no parecen haber sido consecuencia de una información privilegiada sino del pánico generado por la devaluación.

El hecho de que la devaluación haya sido mal realizada, sin embargo, no explica toda la crisis del 95. El déficit de cuenta corriente, que alcanzó en 1994 los 29 mil millones de dólares u ocho por ciento del producto interno bruto, era muy elevado. Si bien hasta febrero de 1994 este déficit se había financiado sanamente con flujos de capital, desde el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en marzo la inversión abrió paso a una fuga intermitente de capitales que redujo las reservas internacionales de 29 mil millones de dólares a 10,500 millones para el 19 de diciembre.

El Pacto de Solidaridad Económica, que en un momento había sido un eficaz instrumento para darle estabilidad a la economía mexicana, se convirtió en el 94 en una camisa de fuerza por su control del tipo de cambio. A final de cuentas, Salinas cometió el mismo error que Luis Echeverría y José López Portillo antes de las devaluaciones de 1976 y 1982: trató de oponerse a una tendencia fundamental del mercado.

Evidentemente sí hubo un error de diciembre. La devaluación, una vez que ésta se volvió necesaria, se llevó a cabo con torpeza. Pero la cadena de errores se inició con anterioridad. El gobierno de Salinas no supo entender que la fuga de capitales no era un simple pánico temporal por el asesinato de Colosio sino una respuesta de los inversionistas a una preocupación más fundamental: la percepción de que el déficit de cuenta corriente era demasiado elevado en vista de las dificultades políticas que el país estaba enfrentando.

El daño que causó la devaluación fue enorme. Si bien las dificultades de la banca empezaron desde antes, el desplome del peso y el aumento de las tasas de interés se convirtieron en el golpe realmente mortal para el sistema bancario, el cual sufrió un aumento espectacular de su cartera vencida. El costo de la quiebra bancaria lo pagaremos los mexicanos durante décadas.

Hay responsabilidad de lo ocurrido en el Gobierno de Zedillo y también en el de Salinas. Pero también hay lecciones positivas. El hecho de que el peso se haya mantenido desde entonces en una libre flotación ha sido muy positivo para la economía. A fuerza de golpes los políticos han entendido que nadie, ni siquiera un presidente poderosísimo, puede oponerse a la fuerza del mercado.


6. La crisis petrolera de 1973



Tras años de haber sido rearmado por Occidente por su petróleo, los miembros modestos de la OPEP se espabilaron: en medio de la guerra del Yom Kippur, que enfrentaba a Siria y Egipto con Israel, la OPEP utilizó el petróleo como arma contra aquellos que apoyaban a Israel, estableciendo un embargo del crudo árabe.

El precio del petróleo subió mientras que la producción se detuvo, especialmente a EE.UU. y Holanda. El embargó sólo duró cinco meses, pero los efectos aún perduran: los estados miembros de la OPEP alcanzaron un nivel de riqueza inalcanzable unos pocos años antes; en seis semanas, las acciones de la Bolsa de Nueva York perdieron 97.000 millones de dólares; los fabricantes de coches japoneses empezaron a responder a los “derrocha-gasolina” americanos con coches más pequeños, dándoles una gran porción del mercado; EE.UU. limitó por ley la velocidad a 55 millas por hora (unos 90 km/h) en un esfuerzo para ahorrar petróleo; y, en 1977, el presidente Carter creó la Secretaría de Energía, que rápidamente desarrolló la reserva

estratégica de petróleo de EEUU (explotada por George W. Bush cuando el precio del petróleo se disparó)


7. El Lunes negro (1987)



Sucedió el lunes 19 de octubre de 1987. ¿Cómo pudieron desaparecer 500.000 millones de dólares de la Bolsa de Nueva York? Muchos años después, no hay aún una respuesta clara, básicamente porque hubo muy pocos indicadores de lo que iba a pasar. Cualquiera que fuera la causa, los mercados bursátiles de todo el mundo tuvieron que tragárselo: a finales de octubre de 1987, la Bolsa australiana cayó un 41,8%, la de Canadá se hundió un 22,5%, la de Reino Unido un 26,4% y la de Hong Kong cayó un 45,8%. Una conocida teoría achaca el desplome a la contratación programada inmediata y a la creciente influencia de los ordenadores en Wall Street, pero sigue habiendo un acalorado debate. Lo que es seguro es que mucha gente se arruinó de manera repentina.

El 25 de agosto de 1987 el Dow Jones marcaba máximos en 2746 puntos.

El 28 de octubre marcaba mínimos de una gran caída en 1767 puntos.

En menos de dos meses el índice más famoso del mundo perdió un 64% de su valor.

Un día en especial, el lunes 19 de octubre de 1987 conocido como "black monday", el índice perdió un 11 % abriendo con un gran hueco a la baja que no se cerraría hasta el 18 de enero de 1989.

Los máximos del 25 de agosto de 1987 no se recuperaron hasta septiembre de 1989.

En aquella época se habló de los programas de trading para justificar el "black monday", lo que luego fue científicamente desmentido al analizarse el volumen y las operaciones que habían disparado las máquinas.

Desde el punto de vista técnico, el mínimo de toda la caída se correspondió con un soporte, el de los mínimos del 29 de septiembre de 1986, donde había comenzado una serie alcista de 5 ondas que efectivamente finalizó en los máximos de 2746 puntos.

Es decir, la serie completa de ondas de Elliott dio paso a una corrección. El retroceso (caídas) recortó el 100% de la estructura alcista previa.

Hay distintas formas de explicar los hechos. Los grandes elliottistas pudieron predecir efectivamente el crash.



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