El genio que todos llevamos dentro. David Shenk (2)
El genio que todos llevamos dentro. David Shenk
(2)
Texto:
http://www.energiacreadora.es/ec-1/somos-todos-genios-entrevista-a-un-libro/
|
Los antiguos decían que leer es conversar con el autor. Nosotros nos lo
tomamos en serio y en esta sección vamos a entrevistar a un libro que nos
parece interesante para nuestro proyecto: “El genio que todos llevamos
dentro”, de David Shenk.
Pregunta. Cuéntanos, ¿en qué consiste la idea principal de este libro?
Respuesta. Defiendo que el genio, el talento y la superioridad intelectual
son procesos, no factores estáticos, por lo que pueden adquirirse y
desarrollarse. No están determinados genéticamente. La clave está en saber
gestionar la herencia recibida en función de nuestra interacción con el
entorno. Creo que el entrenamiento y la dedicación, unidos a la plasticidad
cerebral, permiten potenciar cualquier capacidad humana.
P. Pero suele pensarse que los genes tienen un peso enorme…
R. Esta creencia está muy extendida. La mayoría de nosotros tenemos
conciencia del poder de los genes. Parece que, en última instancia, todo
depende de ellos. Sin embargo, esto no es exacto. Las últimas
investigaciones están demostrando que el entorno tiene una enorme
influencia, más de la que nos imaginamos. Esto da lugar a un nuevo
paradigma, mucho más dinámico.
P. Háblanos un poco más sobre los genes.
R. Gracias a los hallazgos de la epigenética, sabemos que los genes pueden
expresarse o no; como si tuviesen un interruptor que los activa y desactiva.
Ese “interruptor” es una respuesta del organismo a los estímulos
ambientales: hábitos de vida, alimentación, etc. Los genes se encargan de la
producción de proteínas, dirigen su proceso de elaboración. Pero en estas
instrucciones genéticas intervienen otros factores como la nutrición, los
impulsos nerviosos y otros genes, que activan y desactivan constantemente
los genes. Por eso se está reivindicando la gran influencia del entorno. No
estamos absolutamente determinados por los genes.
P. ¿Cómo influye esto en las personas a nivel individual? |
P. A la luz de este nuevo paradigma, ¿cómo defines la inteligencia?
R. Como ya he dicho, la inteligencia no es una aptitud innata; no nacemos
con una cantidad determinada de inteligencia, sino que podemos ampliarla y
mejorarla. Tampoco es algo unitario, más bien se trata de una colección de
habilidades que podemos desarrollar. Yo diría que es un proceso dinámico,
difuso y continuo. Hago la siguiente analogía: algunos piensan que medir la
inteligencia es como medir una mesa, pero se parece más a medir el peso de
un niño de cinco años. La cifra que obtengamos sólo será válida en ese
momento. ¿Cuánto pesará ese niño mañana? Eso dependerá, en gran parte, de
él, y también de todos nosotros.
P. Entonces, ¿qué ocurre con los genios?
R. Este es un tema curioso, siempre ha habido genios, niños prodigio,
atletas espectaculares… Hay personas tan excepcionales que nos hacen ver lo
normales y corrientes que somos nosotros. Pensamos “¿cómo es que ellos
pueden hacer eso? Deben ser personas especiales, han recibido un don. Ellos
lo tienen; yo no”. Pero yo no creo que los genios surjan de la nada, o que
obtengan sus talentos por una especie de gracia divina. Sucede lo mismo que
con la inteligencia: son el resultado de la acumulación de habilidades, que
se van desarrollando y entrenando. “Algunos individuos nacen con más
ventajas para ciertas tareas, pero nadie está genéticamente destinado a la
grandeza, ni limitado para alcanzarla.” Como dijo Anders Ericsson, “El
talento no es la causa, sino el resultado de algo”.
P. ¿Por qué creemos en la existencia de dones innatos excepcionales?
R. Porque el proceso de desarrollo del talento es muy lento y difícil de
detectar desde el exterior. No se aprecia a simple vista, pero claro, que no
se vea una cosa no quiere decir que no exista. Ericsson descubrió que la
mayoría de las grandes estrellas, ya sean del baloncesto, del ajedrez o de
la música, tienen algo en común: un estilo muy particular de preparación que
denominó “práctica deliberada”, coherente y persistente, un deseo insaciable
de ir más allá. Es una mentalidad especial, siempre insatisfecha con el
nivel actual, continuamente autocrítica. Por otro lado, se requiere una
enorme cantidad de tiempo. Se ha hablado de diez mil horas, a partir de las
cuales se alcanzaría el dominio de una habilidad.
P. Vaya, parece que acabas de revelar el misterio del talento…
R. Eso parece, sí. Estoy convencido de que cualquier persona sana y
funcional puede desarrollar algún tipo de talento. Ser sensacional en algo
requiere una combinación de recursos, mentalidad, estrategias, persistencia
y tiempo; y estos elementos están al alcance de cualquiera, ¿no? El
verdadero don está dentro de cada ser humano: la plasticidad cerebral y la
interacción dinámica GxE.
P. ¿Esto podría extenderse al conjunto de la sociedad?
R. Desde luego, yo abogo por una cultura de la excelencia. A mi parecer, la
humanidad es una empresa social y competitiva, en la que aprendemos los unos
de los otros, nos comparamos y competimos por el afecto, el éxito y los
recursos. Mi fórmula sería: “rivalidad saludable, expectativas elevadas,
respeto y compasión para todos. Lo que hay de genial en cada uno de nosotros
es que podemos crecer todos juntos”.
P. Para terminar, ¿cuál es el genio que hay dentro de nosotros?
R. El genio que hay en cada uno de nosotros es nuestra capacidad para
mejorarnos y para mejorar nuestro mundo. Heredamos un ecosistema, pero
también la capacidad de modificarlo. Todo nos moldea y todo es moldeable,
así que, no está todo decidido. Somos mejorables. En mis páginas podéis
encontrar consejos para llegar a destacar.
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